"San Sebastián es una de aquellas poblaciones que he tenido la suerte de visitar en distintas ocasiones, a lo largo del tiempo, y nunca ha dejado de "enamorarme", es una ciudad a la que uno siempre le gusta volver.
En esta ocasión fue justo después del primer confinamiento y fue una excelente experiencia, para ver como se comportaba la gente en otras comunidades del país, además coincidió en unos días de un tiempo maravilloso, de espléndido sol y excelentes temperaturas"
La ciudad de entrada nos ofrece una hermosísima imagen panorámica, quizás porqué, según mi criterio y de algunas personas que conozco bien, una ciudad que tiene bahía, ya tiene una belleza de entrada, y si lo miramos, las ciudades más bellas la tienen. Pero San Sebastián ofrece mucho más, para ello hay que recorrerla para conocerla bien.
Es una ciudad de 183.000 habitantes con una actividad cultural inusual para su tamaño. La belleza de la Bahía de la Concha, conocida como la Perla del Cantábrico, su brutal belleza como anfiteatro frente al mar, con mar y montaña a un solo paso, su calidad de vida, y la fama de su gastronomía la han convertido en los últimos dos siglos en destino turístico de primer nivel. En 2011, fue elegida como el mejor destino de calidad turística de España.
San Sebastián es un destino gastronómico conocido en todo el mundo, ya que en su territorio aglutina más estrellas Michelin por metro cuadrado que ningún otro lugar de la tierra y ha sido cuna del renacer de la gastronomía vasca a través del movimiento “la nueva cocina vasca”. La calidad de sus materias primas y sus mundialmente conocidos “pintxos” hacen las delicias de donostiarras y visitantes a lo largo de todo el año.
San Sebastián disfruta de una programación escénica y cultural puntera repleta de eventos y festivales. El Festival Internacional de Cine, El Jazzaldia –Festival de Jazz– y la Quincena Musical son las citas imprescindibles de su agenda anual que programa a lo largo del año, festivales cinematográficos temáticos como el de surf –surfilmfestibal– o el de Derechos Humanos, y eventos de las artes escénicas como el festival de teatro DFeria. Por su gastronomía, su cultura, su belleza y su madurez como destino turístico, con una oferta de alojamientos y recursos turísticos de gran variedad y calidad, San Sebastián sigue siendo uno de los principales destinos turísticos de España, que recibe cada año más de 400.000 visitantes.
Bus Turístico
Para conocer la ciudad, siempre que lo haya, recomiendo el Bus Turístico, en el caso de la bella Donostia, el trayecto dura una hora, y con ello tendremos una visión general de la ciudad, y podemos seguir usando el bus para volver a aquellos lugares que más nos han impactado. Disfrute de un viaje diferente en el que conocerá las playas, los paisajes, la arquitectura, la historia, y la gastronomía...en definitiva lo que hace de la ciudad un lugar único y especial. Recorridos guiados en cuatro idiomas.
En esta ocasión el servicio sólo operaba en fines de semana, fechas que nosotros siempre rehuimos, así que optamos para tomar una visita guiada, que organiza la oficina de turismo de Donostia, visita que recomiendo, ya que nos mostraron una parte de la ciudad y su historia que, normalmente no se visita, lo mismo que nos había pasado a nosotros. El casco antiguo tiene un encanto especial, y más de la mano de una excelente guia como la que nos toco este día.
La Iglesia más antigua
Ubicada en plena Parte Vieja, la Iglesia de San Vicente es el templo más antiguo de la ciudad.
Construida durante la primera mitad del siglo XVI bajo el estilo gótico, en su interior se esconde uno de los mejores retablos del románico, obra de Ambrosio de Bengoechea y Juan de Iriarte.
Junto a él, comparten protagonismo el órgano francés Cavaille-Coll, de 1868, y sus impresionantes vidrieras. En su fachada lateral, la escultura “la Piedad”, del artista Jorge Oteiza.
Basílica de Santa Maria
La Basílica de Santa María es una impresionante obra barroca del siglo XVIII que preside la calle Mayor en plena Parte Vieja donostiarra. De esta obra de arte destacan la fachada barroca de matiz churrigueresco, presidida por una escultura de San Sebastián Mártir y el retablo mayor dedicado a la Virgen del Coro, patrona de la ciudad.
Junto a la pila bautismal, se puede contemplar una escultura en forma de cruz de Eduardo Chillida. La Basílica se construyó entre 1743 y 1774, sobre la planta de un templo anterior que ocupaba el mismo espacio. La puerta principal coincide en línea recta con la entrada a la Catedral de El Buen Pastor.
Centro Romántico
La parte de la ciudad situada al sur del Casco Viejo es conocida como el centro romántico. Este barrio está lleno de preciosos edificios de finales del siglo XIX y también abundan las tiendas de ropa, bares y restaurantes. Con su estilo parisino, definitivamente merece la pena pasear por el centro romántico de San Sebastián.
Mientras callejeas por la zona, asegúrate de acercarte a ver la Plaza Gipuzkoa, una encantadora plaza presidida por el edificio de la Diputación, en estilo neoclásico. La Catedral del Buen Pastor también se encuentra dentro del centro romántico. Dicha catedral es el ejemplo perfecto de las influencias europeas que ayudaron a moldear la ciudad de San Sebastián durante la segunda mitad del siglo XIX.
Catedral del Buen Pastor
Construida en el siglo XIX, inaugurada en 1897, su estética de estilo ojival está inspirada en las iglesias medievales de Alemania y Francia.
Prueba de esa inspiración es la afilada aguja que corona el edificio y que le proporciona la categoría de “el más alto de San Sebastián”.
En su fachada principal, destaca “La Cruz de la Paz”, obra del escultor Eduardo Chillida. Con sus 1.915 metros cuadrados es la iglesia de mayor tamaño de toda la ciudad.
La Catedral se construyó con pizarra y piedra del Monte Igeldo.
Plaza de la Constitución
El corazón de la parte vieja lo ocupa la plaza de la Constitución. Su edificio central fue hasta la década de los cuarenta el Ayuntamiento de San Sebastián.
Los balcones de los coloristas edificios que la rodean tienen impresos uno números que nos remontan a su pasado en el que hacía funciones de coso taurino.
Hoy, sin embargo, la Plaza de la Constitución es un lugar lleno de vida y el escenario protagonista de las fiestas locales más importantes.
La Plaza de la Constitución es escenario de las fiestas más importantes de la ciudad, el 20 de enero, día de San Sebastián y también en el 21 de diciembre, Santo Tomás.
Ayuntamiento
El actual Ayuntamiento de San Sebastián fue, desde su inauguración el 1 de julio de 1897 hasta su cierre en 1924, por la prohibición del juego, sede del Gran Casino de San Sebastián. Con sus ruletas y en su Salón de Baile, actualmente Salón de Plenos, se entretenían políticos, escritores y artistas de la Belle Epoque.
El 20 de enero de 1947 se convirtió en la Casa Consistorial de la ciudad, que cambió su sede desde la Plaza de la Constitución. En plena bahía de La Concha, con el incesante ambiente de la Parte Vieja a sus espaldas y con la tranquilidad de los jardines de Alderdi Eder de frente, el Ayuntamiento es sin duda un punto de parada obligatoria.
Teatro Victoria Eugenia
Con un diseño típico de la Belle Epoque pero con un espíritu de lo más actual. Así es el Teatro Victoria Eugenia. Situado en pleno centro, con la vista puesta en el Kursaal y a orillas del río Urumea, el Victoria Eugenia ofrece al visitante una programación variada y en continuo cambio.
Palacio Miramar
Este palacio fue creado para las estancias veraniegas de la reina María Cristina y la Familia Real, que decidió instaurar el veraneo real en San Sebastián, a partir del año 1887. Son impresionantes sus vistas sobre las dos playas de la bahía y la Isla de Santa Clara, que se encuentra justo enfrente.
El palacio de Miramar fue construido en estilo ‘cottage inglés Reina Ana’ bajo la dirección del arquitecto inglés Seldon Wornum, que también diseñó diferentes palacios en Biarritz y San Juan de Luz. Se construyó en ladrillo y piedra arenisca con entramado de madera. Sus jardines son obra del maestro jardinero Pierre Ducasse, autor, también, de los jardines del palacio de Aiete y de la plaza de Gipuzkoa.
En sus salones se celebran los Cursos de Verano de la Universidad el País Vasco y además es sede del Centro Superior de Música del País Vasco, Musikene.
Teatro Kursaal
Una de las grandes expresiones de arquitectura contemporánea, una obra de arte que desde su construcción es seña de identidad de San Sebastián, un palacio de congresos que alberga desde festivales hasta ferias de todo tipo...
Hay muchas maneras de conocer el Kursaal y cualquiera de ellas es la opción perfecta. Tanto por fuera como por dentro, estos dos “cubos” que diseñó el arquitecto Rafael Moneo ofrecen diferentes posibilidades para cada día del año.
Un barco varado en la bahía (RCNSS)
El Real Club Náutico de San Sebastián es un edificio de estilo racionalista que reproduce un barco atracado en el muelle. Fue construido en 1928 por los arquitectos José Manuel Aizpurua y Joaquín Labayen.
Además, es la obra más importante en el contexto español de la Arquitectura Moderna y recientemente ha sido declarada "Bien de Interés Cultural" con la categoría de "Monumento". A su lado, se puede disfrutar de un reformado embarcadero y una terraza sobre el mar recientemente inaugurado.
San Sebastián, un museo al aire libre
El arte en espacios abiertos, accesible a todos, es otra de las características más representativas de San Sebastián. Donostiarras y visitantes tienen el placer de deleitarse en sus paseos con obras de enorme belleza que se diluyen en el paisaje natural, formando en quien las observa imágenes y momentos inolvidables.
Museo de San Telmo
El Museo San Telmo se encuentra situado en el Casco Viejo de San Sebastián, al pie del Monte Urgull. El museo está principalmente dedicado a la cultura e historia vascas, ofreciendo a los visitantes una visión más profunda de la sociedad vasca actual. La colección contiene más de 26.000 elementos etnográficos, arqueológicos, históricos, fotográficos y artísticos.
Si solo visitas un museo en San Sebastián, definitivamente debería ser el Museo San Telmo.
Mercado de la Bretxa
Remontándose a 1871, el Mercado de la Bretxa es uno de los mercados más tradicionales de Donostia. Fue originalmente construido en estilo clasicista, inspirado por las antiguas Roma y Grecia, y utilizando principalmente piedra y hierro para su construcción. A medida que la población de San Sebastián fue creciendo, también lo hizo el mercado. El edificio fue ampliado en varias ocasiones, siendo la última gran renovación la que tuvo lugar en 1999, tras la cual desgraciadamente gran parte de la Bretxa se convirtió en un centro comercial.
El complejo de la Bretxa todavía contiene un mercado. Sin embargo, éste ha sido relegado a compartir el sótano con una cadena de supermercados. Aún así, sigue tratándose de un mercado que merece la pena visitar, donde descubrirás una gran variedad de producto local y todos los frescos y sabrosos ingredientes utilizados en la famosa gastronomía vasca.
El mercado la Bretxa recibe su nombre de su ubicación, ya que se encuentra situado en el punto más débil del muro original que rodeó la ciudad hasta 1863. En dos ocasiones (1719 y 1813), los invasores fueron capaces de derribar el muro y adentrarse en la ciudad en las cercanías de donde se encuentra el mercado y, por esa razón, ese barrio empezó a ser conocido como "la brecha".
Un Profundo diálogo entre arte y paisaje
Realizado por el escultor Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924-2002) y el arquitecto Luis Peña Ganchegui (Oñati, 1926-San Sebastián 2009), el Peine del Viento es el ejemplo perfecto de belleza en estado puro.
La fusión entre la bravura del mar y la fuerza de las estructuras de hierro han elevado su carácter natural de obra de arte contemporánea a lugar de encuentro y relax para donostiarras y turistas.
El Peine del Viento
Es un grupo de esculturas de acero situado al final de la playa Ondarreta. Diseñado por el escultor local Eduardo Chillida, forma probablemente la imagen más icónica de San Sebastián.
Las estructuras metálicas han sido fundidas en las rocas sobre el mar Cantábrico. Las olas chocan violentamente contra las rocas mientras que, al mismo tiempo, el viento es "peinado" por las esculturas.
Chillida también diseñó varios agujeros en el suelo, los cuales permiten a las olas pasar por debajo para ser después lanzadas hacia el cielo atravesando pequeñas aberturas en el suelo. Pero ten cuidado, ya que con marea alta, estos chorros de agua pueden alcanzar los siete metros de altura.
Tocar el arte con las manos
Desafiando a la fuerza de la mareas, en pleno Paseo Nuevo, se alza imponente la escultura Construcción Vacía, del artista Jorge Oteiza.
La obra, que fue premiada en la Bienal de Sao Paulo hace medio siglo, es hoy día un referente en el mundo del arte contemporáneo; un verdadero tesoro al alcance de todos.
Puerto y Acuario
La zona del puerto de San Sebastián, situado en la parte oeste del Monte Urgull, es un lugar agradable para sentarse y descansar un rato. El atardecer es mágico, especialmente si hay barcos en la bahía, los cuales se convierten en interesantes siluetas. Desde el puerto se puede disfrutar también de las bonitas vistas de La Concha y el Monte Igueldo.
Al final del paseo del puerto se encuentra el Acuario de la ciudad. Fue inaugurado en 1928 y renovado en 1998. La visita al acuario empieza atravesando el Museo de Ciencas Naturales, donde se muestra información acerca de la importancia del mar en la historia de Guipúzcoa. Uno de los elementos más impresionantes del museo es el esqueleto de una ballena franca capturada en 1878.
Tras el museo, la visita continúa a través de los acuarios. El más destacado es un acuario de 1,8 millones de litros de agua que se cruza a través de un túnel de cristal.
Playas de San Sebastián
Las playas de San Sebastián son uno de los principales atractivos en la temporada estival. Todas ellas con su personalidad. La Concha, la más conocida y la de Ondarreta, más familiar, conforman la Bahía de la Concha. Zurriola, la más joven y surfera de las playas, y la apartada pequeña playa de la isla de Santa Clara completan el elenco de playas integradas en un único Sistema de Gestión Medioambiental, y gozan de todos los servicios para el bañista.
Playa de la Concha
La más clásica, la más fotografiada, la más visitada… Hablamos de la playa de La Concha, la más céntrica de la ciudad. La Concha es diferente al resto, se extiende a lo largo de un kilómetro y medio de arena blanca donde priman la elegancia y la urbanidad.
La Concha es considerada una de las playas urbanas más bonitas de toda Europa. Creció al amparo del Veraneo Real a comienzos del siglo pasado y es conocida como la Perla del Cantábrico.
Playa de Ondarreta
Situada entre el Monte Igeldo y los jardines del Palacio de Miramar, la playa de Ondarreta ofrece más de medio kilómetro de longitud y 100 metros de ancho de arena donde tumbarse al sol.
El vóley ball, la pala o el fútbol son verdaderos clásicos en esta playa. Los días en los que los temporales azotan nuestro litoral, las aguas de Ondarreta son todo un atractivo para nuestros surfistas y bodyboarders.
Playa de Zurriola
Olas, surf y juventud. Estos son los componentes principales de la playa de Zurriola, la playa con más movimiento y ambiente de San Sebastián.
Situada en pleno barrio de Gros, entre los cubos del Kursaal y el monte Ulia, la playa de Zurriola se ha convertido, desde su remodelación hace 15 años, en el destino favorito de surfistas y jóvenes de todo el mundo con ganas de divertirse y conocer gente.
A la “Zurri”- como la denomina la juventud donostiarra- se viene, sobre todo, a moverse. Ese dinamismo, es precisamente su mayor atractivo. Campeonatos y constantes cursillos de surf, de volley ball, partidos de fútbol o pala… La cuna de la actividad playera se encuentra aquí, en los 800 metros de largo que ocupa la Zurriola.
Isla de Santa Clara
La playa de la isla Santa Clara es una experta en el arte de aparecer y desaparecer. Su pequeña superficie, que no supera los 30 metros de longitud, la deja a merced de las mareas, pero también le ha proporcionado ese exquisito encanto.
Ser pequeña no le ha supuesto ser desierta, todo lo contrario. La playa de laisla dispone de todo tipo de servicios, desde bar con terraza hasta puesto de socorro, incluso puede presumir de contar con una “piscina natural “ de agua de mar.
¿Cómo llegar?
Durante el verano un servicio de lanchas motora sale cada media hora del puerto hasta el embarcadero de la isla.
Las mejores vistas de la ciudad
El Monte Igueldo
Se encuentra en el extremo oeste de San Sebastián, entre la playa Ondarreta y el Peine del Viento. Desde la cima del monte se puede disfrutar de algunas de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
La atracción principal de la cima del Monte Igueldo es un viejo parque de atracciones, el cual abrió sus puertas en 1911, siendo el más antiguo del País Vasco. Si decides entrar, no esperes mucho de las atracciones, ya que es un parque pequeño, viejo y que ha visto tiempos mejores. En este caso, se trata más del encanto del parque, situado en el lugar perfecto.
Junto al parque de atracciones se eleva una torre llamada “el Torreón”. Construida originalmente en el siglo XVI, la torre sirvió como el faro de San Sebastián hasta que se construyó uno nuevo en 1854. A principios del siglo XX, el Torreón fue renovado y se le añadió un piso extra, además de una terraza panorámica. En la actualidad, la torre está abierta al público y alberga una exposición de fotos históricas a lo largo de la escalera. Subir al Torreón y disfrutar de las espléndidas vistas solo cuesta unos euros, aunque la verdad es que las vistas no son mucho mejores que las que se pueden ver desde las terrazas junto al funicular.
También hay un hotel en la cima del Monte Igueldo. Lo que inicialmente sirvió como el casino-restaurante del Monte Igueldo, se convirtió en el Hotel Mercure Monte Igueldo en 1967. Si quieres despertarte con unas vistas impresionantes, entonces probablemente este es el hotel perfecto para ti.
La mejor manera de subir a la cima del Monte Igueldo es utilizando el funicular, que lleva en funcionamiento desde 1912, siendo el más antiguo del País Vasco. La entrada al funicular se encuentra al final de la playa Ondarreta, justo antes de llegar al Peine del Viento.
El Monte Urgull
La abrupta historia militar de la ciudad sigue viva en el Monte Urgull. Su enclave y orografía, la convirtieron en el siglo XII en fortaleza militar y sus murallas, único testigo del San Sebastián amurallado junto con los restos que se conservan en el aparcamiento subterráneo del Boulevard, sufrieron ataques y asedios a lo largo de los años. El Monte Urgull fue testigo en 1794 de la primera capitulación de la ciudad a manos de los franceses y presenció, impotente, el incendio que fruto de la batalla de las tropas galas con el ejército anglo-portugués destruyó la ciudad en 1813.
El Castillo de la Mota, en lo alto del monte, construido en el siglo XII fue pieza clave de la defensa de la villa, y a su alrededor aún pueden apreciarse los cañones y las aspilleras defensivas, así como la Casa de la Historia, el museo que relata la historia de la ciudad. El Cementerio de los ingleses, en la ladera norte del monte, testifica el paso de los ingleses por San Sebastián.
En el Castillo de la Mota, en lo alto del monte Urgull puede descubrir el pasado de San Sebastián en el museo de la Historia de la Ciudad.
El Monte Ulia
Un parque natural en plena ciudad. Antigua atalaya de avistamiento de ballenas, comprende una extensa zona verde de 318.249 metros cuadrados.
A principios del Siglo XX se constituyó como parque de recreo para la aristocracia y, hoy en día, es la zona de senderismo más importante de la ciudad. No en vano, el Camino de Santiago por la costa lo surca de este a oeste. La Peña del Ballenero y la Peña del Rey, rocas voluminosas utilizadas como puestos de avistamiento, sus zonas de picnic, el reformado Albergue de Ulía y las inusuales vistas de la ciudad, son algunos de sus atractivos.
Camino de Santiago
El camino de Santiago por la costa, tiene una de etapas más espectaculares a su paso por Ulía. Los senderos entre el Faro de la Plata (Pasaia) y San Sebastián, repletos de acantilados, ofrecen unas vistas inmejorables del mar Cantábrico.
Jardines Cristina Enea
Ubicado junto al edificio Tabakalera, muy cerca de la Estación del Norte, con sus 94.960 metros cuadrados, Cristina Enea es el sitio perfecto para desconectar del ajetreo de la ciudad sin salir de ella.
El exotismo de sus árboles, el romanticismo que proporcionan los cisnes y los pavos reales que lo habitan, la arquitectura de su edifico central, nos recuerdan que este parque fue un oasis de paz, un regalo que hizo el Duque de Mandas a su mujer. El diseño del parque corrió a cargo de Pierre Ducasse, autor del jardín del Palacio de Miramar y de la Plaza de Gipuzkoa.
Jardines de Miramar
Con privilegiadas vistas sobre la bahía de La Concha, el parque de Miramar es una parada obligatoria en todos los paseos por el litoral de san Sebastián.
Gobernados por un espectacular palacio inspirado en las casas de campo inglesas -no en vano fue ideado por Selden Wornum, súbdito británico-, los jardines de Miramar descienden suavemente hacia el mar, entre senderos de gravilla y parcelas floridas.
Parque de Aiete
Noble y majestuoso. Así es el Parque de Aiete. Situado en una de las colinas que rodean a la ciudad, destaca por sus impresionantes jardines y, por supuesto, por su palacio.
Sus paredes fueron testigos de las idas y venidas de personajes aristocráticos como la Reina Isabel II, la Reina Victoria de Inglaterra, la Reina María Cristina, Alfonso XIII que escogieron el palacio como lugar de residencia veraniega. Hoy, sin embargo, está apunto de convertirse en un centro cultural rebosante de actividad creativa.
Los jardines, diseñados por Pierre Ducasse, esconden estanques llenos de romanticismo que ayudan al visitante a desconectar de la realidad diaria.
Gastronomía
Conocida mundialmente como capital gastronómica, en San Sebastián comer es un arte sensorial capaz de provocar todo tipo de emociones y sensaciones. Desde la cocina tradicional a la de autor, pasando por los reconocidos pintxos y sus carismáticas sidrerías, San Sebastián es un paraíso gastronómico que te invitamos a conocer de formas diferentes.
n los últimos años, San Sebastián ha capturado el interés de la prensa debido a su cocina. Solamente San Sebastián posee 16 estrellas Michelín repartidas en 9 restaurantes. La ciudad puede alardear de tener más estrellas Michelín per cápita que cualquier otro lugar en el mundo, con excepción de Tokio. San Sebastián es en muchos aspectos como un mini París, pero en estilo vasco.
Ir de Pintxos
Uno de los tesoros gastronómicos de San Sebastián son sus famosos Pintxos, miniaturas culinarias que van desde la originaria rebanada de pan cubierta de alimentos, hasta las pequeñas creaciones de la Alta Cocina en miniatura. “Ir de pintxos” por la Parte Vieja donostiarra es una forma de conocer nuestra cultura, un espectáculo que combina risas, conversación, movimiento, ajetreo y diversión.
Originariamente, el pintxo era una pequeña rebanada de pan sobre la que se colocaba una ración de comida, del tipo que fuera. Para que se sujetara, se utilizaba un palillo, de ahí el nombre “pintxo”. Sin embargo, esa imagen tradicional ha ido evolucionando y hoy el pintxo es alta cocina hecha miniatura, sabores elaborados y concentrados en pequeñas y deliciosas dosis.
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