Mostrando entradas con la etiqueta MURCIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta MURCIA. Mostrar todas las entradas

CARAVACA DE LA SANTA CRUZ

CARAVACA DE LA CRUZ
LA SANTÍSIMA CRUZ DE CARAVACA

ORIGEN
La Cruz de Caravaca es un “lignum crucis”, un trozo de madera perteneciente al madero en que murió Jesús de Nazaret. Se conserva en un precioso relicario en forma de cruz de doble brazo horizontal y uno vertical.


Es una cruz oriental, patriarcal y pectoral que, según la tradición histórica, perteneció al patriarca de Jerusalén. Se trata de una Reliquia avalada por su procedencia patriarcal de Tierra Santa y su vinculación a la Vera Cruz, descubierta en el Siglo IV por Constantino (335-347) o por su madre Santa Elena (según la tradición en el año 325-326) y de la que se hicieron tres partes, siendo entregada la primera al patriarca de Jerusalén y traídas las dos restantes a Constantinopla y Roma.

TRADICIÓN DEL MISTERIOSO APARECIMIENTO
Según la tradición histórica local “el tres de mayo de 1232 apareció esta cruz aquí de manera misteriosa en medio de un territorio bajo dominación islámica. El rey musulmán Ceyt Abu Ceyt, quería saber de un sacerdote católico, que estaba apresado en su residencia, qué era ser sacerdote, qué significaba celebrar la misa.
El sacerdote Ginés Chirinos le explicó brevemente que la prescripción más elevada del sacerdote era la celebración de la eucaristía, instituida por el Señor en la Última Cena, y que en esa celebración el pan y el vino se transforman en la carne y la sangre del Redentor: "cuerpo de Dios puro y verdadero".
Pero para ello el sacerdote tiene que vestirse con las santas vestiduras, como Cristo, y pronunciar las mismas palabras que Cristo pronunció en la Última Cena. La
curiosidad del rey se avivó, hasta el punto de que quiso asistir a una misa, e hizo traer todas las vestiduras y utensilios necesarios para tal efecto. Cuando la misa iba a empezar, se dieron cuenta de que se habían olvidado de una cosa: una cruz, que tenía que estar sobre el altar para la celebración del sacrificio. Mientras el sacerdote trazaba con sus dedos la figura de una cruz, el rey le dijo lleno de asombro: "¿es eso que está sobre el altar?". Y, cuando el sacerdote dirigió su mirada al altar, vio que estaba plantada una cruz: la Cruz de Caravaca, que de manera misteriosa se había hecho presente, de modo queentonces pudo celebrarse la sagrada liturgia mirando a Cristo crucificado.”

Homilía pronunciada por el cardenal Ratzínger (Benedicto XVI) el 1 de diciembre de 2002 en Caravaca de la Cruz.

SIGNIFICADO DEL JUBILEO AÑO SANTO 2017
Del 8 de Enero 2017 al 7 de Enero 2018 
IMPORTANCIA DE LA CONCESIÓN
El 9 de enero de 1998, se concedió al Santuario, por parte de la Santa Sede, al Santuario, la celebración de un Año Jubilar a perpetuidad, esto es, para siempre y cada siete años celebrándose el primero en 2003. Este hecho singular marca un nuevo hito y época en el devenir de la devoción cristiana de la Cruz, de la proyección futura del Santuario y de la ciudad de Caravaca ed la Cruz.

DON DEL JUBILEO
El escrito de concesión de la Penitenciaria Apostólica, establece la concesión de la INDULGENCIA PLENARIA en las siguientes fechas:
• 3 de Mayo, Festividad del hallazgo de la Cruz.
• 14 de Septiembre, Festividad de Exaltación de la Cruz.
• Una vez al año, el día que libremente elijan los fieles, siempre que por devoción se peregrine al Santuario en grupo.
• En las celebraciones de la solemne Apertura y Clausura del Año Jubilar.
• En los días en los cuales el obispo diocesano presida algún rito solemne.
CONDICIONES PARA RECIBIR LA GRACIA DEL JUBILEO
• Se trata de observar las prescripciones tradicionales de la Iglesia, relacionadas con cualquier jubileo, como son:
• Visita y participación en cualquier celebración en la Real Basílica-Santuario de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, con la devoción e intención de ganar el
jubileo y orar por las intenciones de Sumo Pontífice (no basta con una visita turística).
• En caso de no poder participar en una celebración, es suficiente la visita a la Real Basílica-Santuario y recitar una oración por la Paz del mundo e intenciones del
Romano Pontífice (Padre nuestro, Credo, …).
• Confesión sacramental y comunión eucarística.
• No es obligatorio el recibir estos sacramentos indispensablemente en el Santuario ni en el día de la visita. Pueden recibirse unos días antes o después de la
peregrinación al templo de la Cruz, en otra iglesia o en la propia parroquia de los fieles que peregrinen.

Independientemente de la parafernalia montada con la cruz, la ciudad nos puede ofrecer una interesante visita, ya que la ciudad posee un interesante centro, y un par de iglesias muy interesantes, aunque a nosotros nos costo, ya que al ser como el inicio del año, que aún empezando en enero, el turismo no empieza su andadura hasta Semana Santa, fechas en las que estábamos nosotros.
Toda la población esta volcada al año Santo, con un magnífico montaje, que para aquellos no creyentes es un tanto agobiante, aún no habiendo mucho turismo el día en que lo visitamos.

No seré yo quién diga cuando hay que visitarla, pero creo que con mis comentarios podrán sacar sus propias conclusiones.




ÁGUILAS


Águilas es una hermosa localidad de la costa murciana, la que podríamos considerar la playa de la capital.

Empezamos nuestra ruta por la Plaza de España, este bello jardín del siglo XIX posee una fuente con una escultura conocida como “La pava de la balsa”. A su alrededor existen varias fachadas del siglo XIX, destacando la del Ayuntamiento, en estilo Neomudéjar. En la misma plaza podemos encontrar la iglesia de San José, del siglo XVIII, que guarda la imagen de la Virgen de los Dolores, patrona de la ciudad.

Seguimos en dirección al castillo de San Juan de la Águilas, situado en un cerro para proteger el litoral de los ataque berberiscos. El castillo es una construcción moderna del siglo XVIII, lo más interesantes son las vistas de la ciudad. Tener cuidado con las gaviotas que tienen sus nidos en las rocas no os vayan a dar un picotazo, no es broma!!!


Seguimos en dirección al embarcadero del Hornillo, esta obra de ingeniería a base de hierro y hormigo se encuentra enclavada a lo largo de una pequeña bahía y su función era la de servir de embarcadero para el mineral que venía de la Sierra de los Filabres. Este se cargaba directamente en buques por eso su gran altura.

De los museos de la ciudad, el más interesante es el del Carnaval, ya que esta fiesta en Águilas está declarada de interés turístico nacional. Por lo que merece la pena recorrer la exposición para conocer un poco más esta fiesta.

Si tenéis un poco más de tiempo os recomendamos que os acerquéis al paisaje protegido cuatro calas, en el límite con Almería. Cuidado que está muy mal señalizado no os paséis de largo, una vez aparcamos a la entrada de la playa, podremos descubrir sus formaciones geológicas fruto de un afloramiento volcánico, y que gracias a la erosión han dado formas tan curiosas como las que podemos contemplar en la playa del Bolnuevo..
www.rutasporespana.es

LORCA

Esta es una de la ciudades que más nos sorprendió de este viaje, llena de espacios para visitar, con una gente súper amable, a pesar de que estaban en pleno apogeo del inicio de la Semana Santa, y al ser Domingo de Ramos, el gentío era monumental.
Una excelente ciudad que, hay que visitar, si o si.

Lorca, cuyo centro urbano fue declarado conjunto histórico-artístico en 1964, es conocida como la ciudad barroca por el importante legado que encontramos en su centro histórico, uno de los de mayor proyección de la región, y por los hechos históricos que han ido conformando la Lorca actual desde el paleolítico hasta nuestros días.

Los numerosos yacimientos arqueológicos, la Columna Miliaria de época romana, la Torre del Espolón y la Torre Alfonsina, aportación cristiana tras la Reconquista; el Porche de San Antonio, puerta del antiguo recinto amurallado que guardaba la ciudad (s. X), las numerosas iglesias y conventos de diferentes épocas y estilos (s. XIII al s. XIV ) los palacios y casas señoriales del barroco, como el Palacio de Guevara, el de los Condes de San Julián o la casa de los Mula, la fortaleza militar -que reestructura la alcazaba medieval en un inexpugnable recinto- o las calles adoquinadas alrededor de la Plaza de España, con construcciones de arquitectura popular de enorme sabor tradicional como la Zapatería y la Cava, son algunos de los ejemplos del patrimonio artístico de la ciudad, también conocida como "Ciudad del Sol". 

Sin embargo no hay que olvidarse de los espectaculares desfiles bíblico-pasionales de la Semana Santa lorquina declarada de Interés Turístico Internacional, con el fervor de blancos y azules, azules y blancos y sus valiosos bordados en seda y oro, algunos de ellos declarados Bienes de Interés Cultural, ni el carácter tradicional de su artesanía con productos todavía hoy elaborados artesanalmente, como la cerámica, las jarapas y alfombras y la forja, visibles en el Centro Regional para la Artesanía.

Las gentes de Lorca son los protagonistas y el motor principal de los cambios experimentados por la ciudad, donde se ha diseñado una estrategia de interpretación, tematización y comunicación de su rico patrimonio, que ayude a aproximar a los viajeros a los valores históricos, culturales, arquitectónicos y artísticos de Lorca, de una forma atractiva, interesante y única.

Lorca, Taller del Tiempo plantea al visitante la aventura de sumergirse en los múltiples significados de Lorca. Sus calles, su valor monumental y su sabor urbano, se pueden vivir en la visita a sus diferentes centros y museos como los de bordados de Semana Santa, el arqueológico, el Centro de Visitantes o el Palacio de Guevara.

Lorca, Taller del Tiempo propone el Centro de Interpretación en el edificio recuperado del Convento de la Merced para llegar a conocer los abundantes testimonios de la Lorca de la frontera, de época musulmana y cristiana que hacen de la ciudad uno de los centros históricos más importantes del levante español. Su Castillo, de imponente presencia, ha sido convertido en un espacio temático, denominado la Fortaleza del Sol, donde el visitante vivirá "una experiencia cultural por los tiempos de la Historia". Lorca, Taller del Tiempo bebe y aprende de la Semana Santa y de las demás muestras del denso calendario anual de festividades tradicionales.

La Feria Chica, en septiembre en homenaje a la Virgen de las Huertas; las Ferias de Día y Noche, que saludan el final del verano y que toman la calle a base de tapas, vino y folclore; los Moros y Cristianos en San Clemente, con sus caballos, huestes, mesnadas y mercados medievales.

En Lorca, el visitante es siempre bien recibido. Sus gentes, la amabilidad de su clima en las cuatro estaciones del año, sus restaurantes y hoteles, sus infraestructuras turísticas están perfectamente dispuestas para el viajero, ampliando su oferta turística al turismo rural, con más de 500 plazas de alojamiento, que tiene en este municipio un buen exponente dado lo amplio de su término municipal, sus numerosas pedanías y la proximidad a numerosas sierras, algunos de los últimos reductos de costa virgen y espacios de una gran belleza paisajística. Lorca es, sin duda, un lugar imprescindible que no te puedes perder.

Lorca sufrió un devastador terremoto el año 2011 (11 de mayo), del que aún se está recuperando, aunque aquellos que no lo sepan, les parecerá que la ciudad es normal, pero aún se pueden apreciar las huellas, del que las autoridades aún siguen sin terminar de aportar aquello que prometieron en el momento de la catástrofe. 


MURCIA

Hermosa ciudad, aunque la información es bastante caótica, en la oficina de turismo nos dieron la información, que posteriormente el horario de la Catedral no era correcto, la puerta principal está bloqueada por el montaje de las procesiones y ademas abrirán una hora más tarde, porqué han tenido una boda, algo que en la oficina de turismo no nos informo y cuando fuimos para saber a que hora abrirían, tampoco lo sabían.

Este es uno de los problemas que antes no comentaba, pero que ahora creo que hay que hacerlo, estas poblaciones quieren turistas, y posteriormente no saben gestionarlo.

Murcia, capital de la Región de Murcia, asentada en el Valle del Río Segura y flanqueada al sur por las sierras de Carrascoy y Cresta del Gallo, ofrece a lo largo de todo el año una amplia oferta cultural y de actividades lúdicas, acompañadas siempre de una primavera continua.

¿Qué ver?
Sin duda el monumento mas emblemático de la ciudad es la Catedral (siglos XIV-XIX), de la que destacan su fachada barroca, donde escultura y arquitectura se unen para alumbrar una maravillosa obra de arte; su torre de noventa y dos metros de altura y la Capilla de los Vélez, auténtica joya del gótico isabelino. En su interior el Museo de Arte Sacro y frente a ella, el Palacio Episcopal. Barrocas son la Iglesia de San Juan de Dios, que alberga un museo de imaginería religiosa, y las de San Nicolás y San Miguel, cuyos retablos definen perfectamente el peculiar estilo del Siglo de Oro español en Murcia. El Convento de San Esteban (siglo XVI), hoy sede del Gobierno Regional, fue el primer colegio de Jesuitas de España y su iglesia, actualmente desacralizada, alberga magníficas exposiciones temporales. Junto al Palacio de Almudí, hoy Centro de Arte y Archivo Histórico de la ciudad, con una impresionante sala de columnas, hallamos las ruinas de las murallas que rodeaban la ciudad (siglo XI-XII). Del siglo XIX, destacar el Ayuntamiento, el Teatro Romea o el Casino, lugar en el que admirará la galería acristalada, el vestíbulo, los patios neonazarí y pompeyano, o el espectacular salón de baile estilo Luís XV.

Entre los museos, el dedicado al escultor e imaginero Francisco Salzillo, en el que se pueden admirar sus célebres pasos de Semana Santa y su magnífico belén barroco. Otros museos destacables son el de Santa Clara la Real, Bellas Artes, el Museo Arqueológico, que contiene una de las más completas colecciones Ibéricas del país, el Museo Ramón Gaya, donde admirar la obra de este pintor galardonado con el Premio Velázquez de las Artes, el Museo de Arte Sacro de la Catedral, el Espacio Molinos del Río-Caballerizas, el Museo de la Ciencia y el Museo de la Ciudad.


Es obligado el recorrido por los alrededores de la ciudad. Así, en el Parque Natural de El Valle podemos visitar el Centro de Visitantes La Luz, junto al eremitorio del mismo nombre. En dicho centro se nos muestra la historia del lugar con una exposición permanente en torno a los primitivos asentamientos íberos del lugar, hasta llegar al siglo XX. Desde el centro podemos disfrutar de una espléndida panorámica del paisaje de la sierra, valle y costa mediterránea. El centro está dotado de cafetería-restaurante y de un Departamento de Actividades de la Naturaleza, desde donde se organizan rutas de senderismo y escalada a lo largo de todo el año. Desde allí, a escasos minutos, a través del Sendero Cultural de El Valle, podemos llegar a la Ermita de San Antonio el Pobre, de estilo barroco murciano, enclavada en un lugar privilegiado de la sierra, cercana al Convento Franciscano de Santa Catalina del Monte, y donde se expone y explica la vida, usos y costumbres de los eremitas que poblaron el lugar. En la pedanía cercana de Algezares, y también en el Parque Natural se erige el Santuario de la Virgen de la Fuensanta (siglo XVII), patrona de la ciudad.


Asímismo, en la pedanía huertana de Guadalupe el Monasterio de los Jerónimos (siglo XVIII), conocido como el Escorial murciano, actual sede de la Universidad Católica de San Antonio, se nos muestra en todo su esplendor. Entre los numerosos vestigios arqueológicos cabe destacar el del Castillo, Castillejo y Castelar de Larache, en Monteagudo, la Basílica paleocristiana de Algezares o el Martiryum paleocristiano de La Alberca. También conviene visitar el Museo de la Huerta de Alcantarilla, donde conocer la típica barraca, modesta vivienda del huertano durante mas de cuatro siglos, y la noria de herencia árabe que, junto con la de La Ñora, recuerdan la importancia que el agua ha tenido y tiene en el desarrollo de estas tierras.


¿Qué hacer?
Pasear por sus calles, hoy, pequeños centros comerciales "abiertos", algunas de ellas reflejo de la antigua estructura gremial de la ciudad, como Platería, Trapería, Alfareros o Jabonería. Recorrer el Paseo del Malecón, muro de contención de las riadas, obra del siglo XVIII que entre el río y el jardín botánico se interna en la huerta que rodea la ciudad.
Jugar al golf a 15 minutos de la ciudad en alguno de los campos de golf que rodean la ciudad. Practicar el senderismo o la bicicleta de montaña en el cercano Parque Regional de El Valle y Carrascoy.


Disfrutar del amplio programa cultural del Auditorio y Centro de Congresos, el Teatro Romea o Festivales como el de las Tres Culturas, Jazz, Folklore en el Mediterráneo o Murcia en Verano. Visitar las numerosas galerías y centros de arte, donde se exhibe el arte clásico o el más vanguardista. Vivir su impresionante y bella Semana Santa o festejos populares como el Entierro de la Sardina o el Bando de la Huerta y su Feria de Septiembre.




¿Qué comprar y comer?
Murcia le pone fácil y cómodo llevarse un recuerdo en su maleta. Una gran oferta comercial tanto artesanal como de las primeras marcas comerciales de moda se ofrece al visitante en las más variadas propuestas. Entre las compras gastronómicas, basta con acercarse a los mercados de abastos: conservas vegetales, embutidos, pimentón con Denominación de Origen o salazones del pescado de nuestra costa, como la hueva de mújol o la mojama de atún. En sus confiterías, el sabroso pastel de carne o la combinación dulce y salado de los pasteles de Cierva y Salteadores.


Si hablamos de artesanía, destaca la del belén, inspirada en el Belén de estilo napolitano realizado por Francisco Salzillo. Merece la pena visitar alguno de los numerosos talleres de artesanía belenística, donde se puede admirar la exposición de figuras y comprar, la mayoría de ellos ubicados en la pedanía de Puente Tocinos. Esto, sin olvidar la artesanía del cartón-piedra, cerámica o bordados regionales que podemos encontrar también en talleres, en los comercios ubicados en el casco histórico de la ciudad o en el Centro Regional para la Artesanía.
Nada mejor que disfrutar de la bonanza del clima "tapeando" en las terrazas de las Plazas de San Juan, Santa Catalina, Las Flores o Romea. "Matrimonios" (anchoa en salmuera sobre un boquerón en vinagre), pulpo al horno, caballitos o "marineras" (ensaladilla rusa sobre una rosquilla y anchoa) son algunas de las propuestas.
De las grandes barras del centro de la ciudad a los mas selectos restaurantes, disfrute de la cocina de la Huerta de Murcia: arroces con verduras, cocido de pava con pelotas, michirones, arroz con verduras, zarangollo, pisto o las mil y una combinaciones de las hortalizas y verduras, a la plancha, en ensalada... Y de postre, arrope, tocino de cielo o los singulares paparajotes, hojas de limonero envueltas en una masa frita y espolvoreadas de azúcar.
Y por último, no deje de acercarse a los tradicionales merenderos de los alrededores de la ciudad, en los que degustar la carne a la brasa, las patatas cocidas o asadas con ajo, el arroz con conejo, asado de cabrito o los exquisitos embutidos caseros.