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MONZA

Conocida mundialmente por su autódromo, donde cada mes de septiembre tiene lugar el Gran Premio de Italia, Monza, a escasos 10 km de Milán, encierra otros atractivos turísticos que atraen no sólo a los amantes de la velocidad.

Nuestra visita fue totalmente improvisada, como estábamos en plena pandemia, el transito era mejor de lo que esperábamos al dirigirnos al aeropuerto de Malpensa, y al ir con tiempo decidimos visitar la ciudad, y aunque la climatología no nos acompaño, ya que el día soleado de Piacenza se convirtió en una fria tarde de otoño, pero aprovechamos la escapada, mientras al fondo oíamos el rugir de los monoplaza.

 Qué ver y qué hacer en Monza


Es una de las urbes más importantes de la región de Lombardía y en sus calles y plazas se nota su importancia histórica. Parte de su encanto radica en su bonito entorno. El río Lambro la cruza dejando románticas estampas como la del Puente de los Leones, de visita obligada.

Es el centro se encuentra la plaza del Duomo, con la magnífica catedral gótica como protagonista. Lógicamente no es tan espectacular como el Duomo milanés pero su fachada policromada en mármol blanco y verde y el espectacular interior hacen de ella uno de los monumentos más importantes de Monza. Sus vidrieras y los frescos que adornan paredes y cúpulas resultan espectaculares.



Dentro de la catedral encontrará un nivel de detalle aún mayor y el techo y las columnas están lujosamente decorados con obras de estuco y frescos del Renacimiento.


Finalmente, la Capilla Theodelinda presenta algunas obras de arte increíbles de Zavattari y está dedicada a la Reina Lombarda.No te pierdas, además, el anexo Mueo Serpero, donde podrás conocer un poco de la historia de la ciudad y de la región de Lombardía, ya que aquí se conserva la corona férrea, elemento clave en la coronación de los primeros reyes lombardos.

También merece la pena acercarte a conocer la Villa Real, palacio neoclásico de la época de los Habsburgo rodeado de hermosos jardines, perfectos para unos minutos de relax.

El parque amurallado más grande de Europa, el Parco di Monza cubre unas asombrosas 688 hectáreas y es un verdadero tesoro de la ciudad.

Este parque épico fue creado por el hijastro de Napoleón durante la ocupación francesa de Italia durante el siglo XIX y originalmente sirvió como una extensión del palacio real.

Dentro de los terrenos del parque puede encontrar una variedad de villas históricas como Cascina Frutteto, Cascina San Fedele y la opulenta Villa Mirabello.

Encontramos grandes secciones de bosques que cuentan con senderos para caminar, sin olvidar caminar a lo largo del río Lambro y cruzar el hermoso Ponte Delle Catene.

La ciudad resulta encantadora con sus calles peatonales y sus plazas rebosantes de historia. Una de las más interesantes es la Piazza Roma, donde podrás ver el Palacio Arengario, que fuera hace siglos centro administrativo de la ciudad y donde tenía lugar, en sus soportales, el tradicional mercado.





PIACENZA

La ciudad fue fundada en la época romana con el nombre de "Placentia", constituía un importante centro de transporte por su proximidad al río Po y era lugar de paso para viajeros y peregrinos que iban del norte al centro de Italia, por la Via Francigena.

En la actualidad sigue siendo lugar de paso, pero la visita a su centro histórico es muy recomendable y no te llevará más de un día, a no ser que quieras ver sus museos en profundidad, que entonces necesitarás más tiempo.

La ciudad estuvo defendida en el siglo XVI por unos gruesos Muros Farnesianos, de ellos queda algún tramo. En la Via XXI Aprile por ejemplo, puedes ver parte de ellos.

Basílica Santa Maria Campagna

Obra del genial arquitecto renacentista Alessio Tramello, nacido en Piacenza.

La iglesia fue construida sobre otra anterior entre 1522 y 1528. Su sencillo y estructurado exterior no nos hace presagiar la maravilla que encierra: los frescos de Antonio Sacchi, más conocido como Pordenone.

Tiene una planta de cruz griega y su cúpula que se eleva en la intersección de los cuatro brazos es sencillamente magistral.

En la cúpula se pueden observar los frescos de Pordenone de cerca, algo inolvidable sin duda. También en la cúpula se pueden ver obras de Bernardino Gatti, llamado el Sojaro.

No dejes de admirar los frescos del resto de la iglesia y su profundidad, muchos de ellos son también de Pordenone, contempla también el órgano de 1838.

Iglesia del Santo Sepulcro (San Sepolcro)

Obra del arquitecto Alessio Tramello entre 1513 y 1533. Fue un encargo de los monjes Olivetanos que cerca de aquí tenían una pequeña iglesia llamada del santo Sepulcro. La fachada actual sin embargo fue una obra posterior.

Durante la época napoleónica fue hospital militar y tras una cuidada restauración volvió al culto 1903. Junto a la iglesia se encuentra el antiguo convento de los Padres Olivetanos.

Iglesia de Santa Eufemia

El edificio original se construyó antes del año 1100, y sobre el fue desarrollándose el que podemos ver en la actualidad formada por varias estructuras superpuestas de diferentes épocas. Los cambios más importantes fueron en el siglo XVIII adaptándose al estilo barroco y añadiéndole varias capillas. La iglesia conserva un mosaico de San Jorge del siglo XII.

Iglesia de San Sisto

La iglesia de San Sisto fue fundada en 874 y por ella han pasado varias órdenes monacales. La que vemos en la actualidad es del siglo XVI y Alessio Tramello participó en la bóveda, el coro y las cúpulas.

Un portal da acceso a un gran claustro con columnas de granito, sobre sus arcos se pueden intuir las imágenes de 18 emperadores y abades en medallones pintados al fresco. Al fondo se encuentra la fachada de la iglesia, presidida con la imagen de San Sisto.

En el interior destaca la cúpula del crucero, pintada al fresco por Bernardino Zacchetti. 

También el monumento funerario a Margarita de Austria y la capilla de Santa Bárbara.


Palazzo Farnesse

El Palacio Farnesse, una de las obras maestras de la arquitectura renacentista del siglo XVI. 

La hija de Carlos V y esposa de Ottavio Farnese, la Duchessa Margherita de Austria, comenzó la construcción del Palacio Farnesse en 1558 con un proyecto de Francesco Paciotto.

Para ello se destruyó la Ciudadela que había en Piacenza en el siglo XIV, dejando de ella tan solo la puerta y dos torres. Las obras se suspendieron en 1602 con solo la mitad de la obra finalizada debido a la falta de fondos y además Carlos de Borbón rey de Nápoles, quien se los llevó a su ciudad en 1734 tras el final de los Farneses.

El edificio tiene tres plantas con dos entreplantas y un sótano. Está decorado con gran cantidad de ventanas y arcos ornamentales entre ellas.

Tras ser utilizado como cuartel por los austriacos, y por las tropas de Napoleón y como refugio en la segunda Guerra Mundial, fue restaurado a partir de 1965 y en su interior desde 1976 se encuentra el Museo Cívico (o museos cívicos).

El Museo cívico alberga la pinacoteca, la Armería, el Museo del Carruaje, el Museo Risorgimento y la sección Arqueológica en la que se guarda una verdadera joya: la Piacenza Liver, una pieza de bronce con forma de hígado encontrado en la provincia de y que data de finales del siglo II a. C.


Piazza dei Cavalli

El centro neurálgico e histórico de la ciudad. La plaza se llama así por las estatuas ecuestres de Ranuccio y Alessandro Farnese que la decoran. Estas estatuas de bronce sobre mármol blanco de Carrara, son dos obras maestras de la escultura barroca.

Palacio Gótico

La plaza está dominada por el Palazzo comunale, más conocido como Palazzo Gótico. Un bello edificio de estilo gótico lombardo que alberga el Ayuntamiento. Fue diseñado por cuatro arquitectos de Piacenza en el año 1281, Pietro da Cagnano, Negro de Negri, Gherardo Campanaro y Pietro da Borghetto.

A pesar de que la forma proyectada era cuadrada, solo se construyó uno de sus lados, así todo es un gran ejemplo de la arquitectura civil de la época.

Bajo el pórtico se hacían reuniones populares, tiene cinco arcos apuntados en la fachada principal y tres en cada lado cubiertos de piedra blanca. Contrasta con el nivel superior de terracota roja, donde se hacían las asambleas de la ciudad, tiene grandes ventanales de arcos redondos y elegantes decoraciones geométricas.

En la zona superior, llaman la atención las almenas en forma de de cola de golondrina, símbolo de los gibelinos. Y también las torres, en una de ellas está el campanario. En una pequeña hornacina podemos ver una figura de mármol blanco que representa a la Virgen con el niño, el original se conserva en los Museo Cívico de Piacenza.

Palacio del Gobernador

Frente al Palacio Gótico también en la Piazza dei cavalli, se encuentra el palacio del Gobernador (Governatore). Un magnífico edificio neoclásico que alberga en la actualidad la Cámara de Comercio. En uno de los lados de la fachada principal, hay un curioso reloj solar y un calendario perpetuo.

Iglesia de San Francesco

Otra pequeña plaza se abre junto a la Piazza dei Cavalli, paralela a la Via XX Settembre, se encuentra la Iglesia de San Francesco. Fue construida entre 1278 y 1363 en estilo gótico lombardo. La portada blanca es del siglo XV y destaca en la fachada de terracota en la que podemos admirar un bello rosetón bajo tres agujas. En el interior se conservan los enterramientos de personajes ilustres y pinturas de los siglos XIV y XV.

Calles comerciales de Piacenza

Pero no todo van a ser monumentos, también hay que dejar tiempo para ver el ambiente de la ciudad. Y en Piacenza, al igual que en el resto de Italia, se hace la vida en la calle.

Muchos son los establecimientos que puedes encontrarte por sus calles; desde los mercados locales, tiendas tradicionales o de productos típicos, pasando por las mejores boutiques de moda.

Las principales calles comerciales son la Via XX Settembre, la Corso Vittorio Emanuele II, la Via Cavour o la Via dei Calzolai


Catedral de Piacenza

Se comenzó a construir en 1122 sobre una anterior, terminándose en 1233. Su fachada de tres calles, está dividida por dos contrafuertes y se aprecia la diferencia del mármol rosa de la parte inferior y la piedra arenisca de la superior.

Cuenta con  tres entradas delimitadas por arcadas con dos columnas. En la central podemos ver el protiro (o pórtico avanzado), cuyas columnas descansan sobre leones estilóforos (stilos es la base de una columna).

Los leones estilóforos de la catedral, son dos obras maestras del arte románico producto de la escuela de Piacenza.

Destaca también en la fachada la alta torre y la cúpula del siglo XIV. Y en el interior los frescos barrocos de Carracci y Procaccini en el presbiterio y de Guercino y Morazzone en la cúpula. En la cripta se conservan los restos de S. Giustina.

El campanario tiene una estructura cuadrada de terracota y mide 67. En la punta de la aguja se colocó en 1341 un ángel de cobre dorado a modo de veleta que constituye uno de los símbolos de Piacenza.


Basilica de Sant'Antonino

Muy cerca se encuentra la Basílica de Sant'Antonino de estilo románico, construida en honor al  patrón de Piacenza y cuyas reliquias se conservan en una urna, bajo el altar mayor. Destaca su gran torre octogonal y un hermoso claustro.

En el interior de la iglesia podemos admirar los frescos de Gavasetti y Robert de Longe, aunque muchas de ellas se encuentran en el Museo Cívico. También llama la atención el órgano de tubos.

Teatro municipal

Frente a la Basílica de Sant'Antonino está el Teatro Municipal, con una bonita fachada diseñada en 1830 por el dibujante, escenógrafo y arquitecto Alessandro Sanquirico, que luego haría el Teatro de la Scala de Milán.

El interior es muy bonito y tiene un cortinón de terciopelo rojo de mediados del siglo XIX, que se abre y cierra a mano.

Iglesia San Savino

Un poquito alejado del centro se encuentra la iglesia de San Savino, consagrada en 1107 y dedicada al segundo obispo de Piacenza. De esta época se conserva la cripta en la que se pueden ver dos mosaicos, uno que representa los meses y los signos del zodiaco y el otro situado en el presbiterio. Una gran reforma en el siglo XVI dio el aspecto actual de la iglesia.






 



PARMA

Es la capital de la cultura italiana 2020, una ciudad rica en historia, cuna del arte medieval y proclamada por la UNESCO ciudad creativa en gastronomía.

Qué ver en Parma, cuna del arte medieval

Catedral de Santa María Assunta de Parma

Una obra maestra del arte medieval italiano, considerada una de las obras arquitectónicas del románico lombardo más bellas de Italia.

La construcción se inició en 1059 y fue consagrada en 1116. Fue muy dañada en un terremoto y de la original tan solo quedan restos en el presbiterio, el coro, el transepto y los ábsides. La fachada fue acabada en 1178, tiene tres plantas con logias y tres puertas esculpidas por Luchino Bianchino en 1494. Entre la central y la derecha, se encuentra la tumba del matemático Biagio Pelacani, que murió en 1416.

El campanario gótico se añadió más tarde, en 1294, y aunque se proyectó otro a otro lado, nunca se ejecutó.


En el interior de planta de cruz latina, con nave central y dos laterales, podemos ver la elevación del presbiterio y el transepto ya que debajo está la cripta que guarda fragmentos de antiguos mosaicos de un antiguo templo de entre los siglos III y IV. En las capillas de los lados hay sepulcros de las familias nobles de Parma

Llaman poderosamente la atención los frescos de la nave, del ábside y de las capillas. Y destaca El Descendimiento de la cruz (Deposizione dalla croce), una escultura de mármol de Benedetto Antelami, del año 1178 situada en el transepto derecho. y los frescos de Correggio con el tema  de la Asunción de la Virgen.

En el siglo XIX, la Catedral de Parma obtuvo el reconocimiento pontificio de Basílica menor.


Baptisterio de San Giovanni

A su lado se encuentra el Baptisterio de San Giovanni con su característica planta octogonal, una obra maestra imperdible.

Fue construido por Benedetto Antelami en el año 1100 en el lugar donde había un arroyo que proporcionó agua que a la gran pila bautismal del interior. El edificio es de estilo románico de transición al gótico y su exterior de mármol rosa de Verona, está decorado con arcos, columnas y un friso decorado con figuras de animales reales y fantásticos (zoóforo).

En el interior, alrededor de la pila bautismal, podemos ver bellos frescos con diferentes escenas de entre el siglo XIII y el XIV. No dejes de observar con detenimiento la cúpula.

Palazzo Vescovile

El otro protagonista de la plaza del Duomo de Parma es el Palazzo Vescoville o Palacio Episcopal, sede del Obispo de Parma y Museo Diocesano. Fue construido entre 1045 y 1055 y completado en su forma actual a finales del siglo XII. La fachada es del año 1234.


La Piazza del Duomo

Estos tres edificios que acabamos de ver se encuentran en la bellísima Piazza del Duomo de Parma, la más bella de la ciudad. El conjunto formado por la Catedral, el Baptisterio y el Palacio del Obispo es armonioso y todo un símbolo.


Monastero e chiesa di San Giovanni Evangelista

Merece la pena que te acerques a un monasterio que se encuentra justo detrás de la Catedral, es el de San Juan Evangelista, formado por la iglesia, el convento y la Antigua farmacia de San Giovanni.

Fue construido en el siglo X y reconstruido por después de un incendio de 1477. La iglesia es de estilo barroco tiene una bonita fachada y un alto campanario de 75 metros.

Llama la atención por los frescos, muchos de ellos pintados por Correggio, la perspectiva de la cúpula en la que podemos ver a los apóstoles sentados en las nubes alrededor de Cristo es francamente extraordinaria.


Piazza Garibaldi

Otra de las plazas más importantes y animadas de la ciudad de Parma es la Piazza Garibaldi, situada en el lugar del antiguo foro romano.

Palazzo del Governatore

Está rodeada de bellos palacios. Uno de ellos es el Palazzo del Governatore decorado con un reloj mecánico y bajo él un un reloj solar con analema muy detallado. Frente a ellos, una figura del revolucionario Garibaldi.


Palazzo del Podestà y Palazzo del Comune

El Palacio del Podestà fue construido entre 1240 para servir como residencia de los magistrados en la ciudad, aunque con el tiempo perdió sus funciones originales.

El Palazzo del Comune fue construido en 1282, adosado al lado del Palazzo de Podestà, y conectados a través de una escalera. Es el ayuntamiento de Parma y en sus bajos se encuentra la Oficina de Turismo. La estatua que ves en su fachada es el monumento a Correggio.


Iglesia de San Pedro

También en la plaza podemos ver la Iglesia de San Pedro con una fachada de 1762 y frescos de Giovanni Antonio Vezzani, en el interior.

Tanto en la plaza, como en los alrededores, hay un montón de bares y restaurantes para disfrutar como un local de la vida parmesana.


Palazzo della Pilotta 

En nuestro itinerario por Parma, no podemos olvidar la visita al un complejo arquitectónico del Palazzo della Pilotta, uno de los monumentos más importantes de Parma que se encuentra situado a la orilla del río Parma.

El nombre de Pilotta (pelota) viene del juego vasco de pelota, que, en el siglo XVI, los soldados españoles lo practicaban en el patio al que se llamó de la pelota.

La construcción del Palazzo della Pilotta fue iniciada en 1583 por Ottavio Farnese para ampliar el Palazzo Ducale, que luego veremos.

A lo largo de las décadas, se le fueron añadiendo espacios para albergar la rica colección de libros y obras de arte de los Farnese. Una escalera monumental distribuye los espacios y nos conducen a los diferentes museos y estancias que vamos a ir viendo.


La Galería Nacional

A principios del siglo XVIII, la colección de obras de arte, pinturas y monedas de la familia Farnese traídos de Roma se exhibió en una gran sala del palacio.

La duquesa Maria Luisa de Austria  en el siglo XIX, encargó el arreglo de exhibición para dar más importancia a las obras naciendo la primera galería ducal de la ciudad. En el siglo XX, los antiguos graneros de adecuaron para acoger a la maravillosa colección.

Hay maravillosas obras de grandes artistas como por ejemplo Correggio, Parmigianino, Leonardo, El Greco, Van Dyck, Bronzino, Tintoretto, Canaletto o Tiepolo.


La Biblioteca palatina y Museo Bodoniano

La Biblioteca Palatina se fundó en 1761, cuando Don Filippo di Borbone, dota a su ducado con una biblioteca para el uso de la población.

En el tercer piso de la Biblioteca palatina, se encuentra el Museo Bodoniano. Se inauguró en 1963 en el 150 aniversario de la muerte de Giambattista Bodoni: un impresor piamontés que convirtió a Parma en la capital mundial de la impresión en el siglo XVIII.

En el museo puedes ver muebles tipográficos y objetos de interés de Bodoni que ilustran su gran trabajo.

Teatro Farnese

Una de las cosas que más nos impresionó fue el Teatro Farnese, situado en el primer piso del Palacio de la Pilotta ocupando lo que fue la sala de armas hasta 1617.

Lo mandó construir Ranuccio I, duque de Parma y Piacenza, con motivo del viaje a Parma de Cosimo II. Aunque este viaje fue suspendido y no se inauguró en esa ocasión, lo hizo en 1628, cuando Margherita de Medici se casó con el Duque Odoardo Farnese.

Por desgracia en 1944 un bombardeo destroza parte del teatro debido sobre todo a la fragilidad del material empleado. El diseño original se conservaba y en 1956 pudo reconstruirse prácticamente igual, pero sin las ricas decoraciones.

Hay que destacar que el teatro Farnesse solo abrió 9 veces de forma privada y nunca a los habitantes de la ciudad.

El teatro permite acomodar a casi tres mil espectadores y cuenta con un sistema de tramoya instalado por debajo del escenario que hizo posible las primeras escenas móviles además escondidas a la vista del espectador.

Esta maravillosa construcción mezcla el estilo renacentista con el barroco incipiente, y en ella llaman la atención los dos arcos triunfales situados a ambos lados del escenario con las estatuas ecuestres en yeso de dos de los hijos del duque, Alessandro y Ottavio Farnese.

Museo Arqueológico

También el Palacio de la Pelota tenemos el Museo Arqueológico Nacional de Parma, se estableció en 1760, por lo que es uno de los museos más antiguos de Italia. Sirvió en un principio para guardar material de las excavaciones de la ciudad romana de Veleia, y se fueron añadiendo materiales egipcios, etruscos y romanos. Y también cuenta con gran cantidad de hallazgos de toda el área de Parma.

Rodeando el Palazzo della Pilota hay tres interesantes templos: San Vitale, Sant Lucia y Basilica di Santa Maria della Steccata.

Iglesia de San Vitale e Iglesia de Santa Lucía

La Iglesia de San Vitale se inició en 1651, su fachada es de mampostería y yeso amarillento y dos alturas con hornacinas de los santos titulares. En el interior destaca su cúpula con una linterna octogonal y un grupo escultórico de mármol con la Santísima Virgen de Constantinopla. El altar mayor de mármol policromado, y el fresco de Giuseppe Peroni de La apoteosis de San Vitale en la bóveda del presbiterio.

Hay documentos que hablan de la Iglesia de Santa Lucía ya en el año 1223. Tiene una bonita fachada con esculturas de Giacomo Barbieri de San Biagio y Santa Lucía. Pero lo que realmente llama la atención es el retablo del altar mayor de 1730, que representa la última comunión de Santa Lucía de Sebastiano Ricci y los maravillosos frescos de la cúpula obra de Filippo Maria Galletti .

Basilica di Santa Maria della Steccata

La Basílica Magistral de Santa Maria della Steccata es un santuario mariano construido en entre 1521 y 1539. Es una pieza maestra del renacimiento y uno de los santuarios marianos más visitados por los peregrinos cristianos en Italia.

Tiene un hermoso diseño de cruz griega y en el cruce de los cuatro brazos de la iglesia se apoya una majestuosa cúpula. En el exterior el juego de volúmenes nos parece super bonito.

La obra maestra de la basílica es la parte inferior de la cúpula del presbiterio en la que podemos ver los frescos de Parmigianino, las vírgenes sabias y las vírgenes insensatas, del Evangelio de Mateo. También hay frescos de Bernardino Gatti, Ene Soens y Giambettino Cignaroli. Y destacan las tumbas del Conde Neipperg esposo de María Luisa de Austria, y las de los duques de Farnese. Fue elevado en 2008 al rango de basílica menor.

Teatro Regio

De allí nos vamos a otra de las visitas obligadas de Parma que ha sido considerada como Ciudad de la música: el teatro Regio.

Este templo musical debe su estilo a la condesa María Luisa de Habsburgo, esposa de Napoléon I Bonaparte, que en 1820 comenzó su construcción siguiendo muy de cerca la decoración. Es considerado como uno de los más prestigiosos de Italia.

El Teatro Regio se puede visitar con un tour guiado que explica la historia en un viaje de 30 minutos a través del vestíbulo, platea y la sala Ridotto.


Cámara de San Paolo

Y otra de las visitas obligadas es el Monasterio de San Paolo que contiene una obra maestra del Renacimiento italiano: la Cámara de San Paolo, o Camera della Badessa. Esta abadesa fue Giovanna da Piacenza, una mujer rica, amante de la cultura, que invitó a artistas y hombres de cultos a Parma.

Esta sala, cuenta con una bóveda con dieciséis segmentos góticos, a modo de paraguas. Esta decorado en 1519 con frescos de Correggio influenciado por Rafael y Leonardo. En el centro de la cúpula están los escudos de armas de la abadesa y el resto está decorado con ovalos con querubines, y temas de caza. Aunque parezca una alegoría a la caza, representa la feroz batalla de la abadesa contra las autoridades civiles y religiosas.

Además de este podemos ver más estancias interesantes como el decorado en 1514 por Alessandro Araldi, o la pequeña capilla situada en la Célula de Santa Catalina.


Il Castelo dei Burattini Giordano Ferrari

Junto al Monasterio se encuentra el Castillo de marionetas o Museo Giordano Ferrari. Toma el nombre del maestro de marionetas más famoso de Parma y contiene una de las colecciones de marionetas más importantes de Italia, compuesta por la recopilación de la familia Ferrari y otras colecciones de títeres, casi todas talladas en madera. La entrada al museo es gratuita.

Río Parma y sus puentes

A un lado del Palacio de la Pelota pasa el río Parma, la ciudad está atravesada y dividida en dos partes por este afluente del Po.

Por esta zona está el Puente Guiseppe Verdi, que atravesamos para llegar a la Torre Viscontea, torre medieval, construida por Bernabò Visconti en el siglo XIV para proteger el puente.


Parque Ducal

Llegamos así al Parque Ducal, gran área verde pulmón para ciudadanos y turistas por el que es un placer pasear. En él se encuentra el Palazzo Ducale del Giardino un palacio histórico que en la actualidad alberga oficinas públicas y que fue la residencia de la esposa de Napoleón, María Luisa.

Hay tres edificios interesantes a este lado del río: El Oratorio de San Hilario, Chiesa parrocchiale della Santissima Annunziata y la casa donde nació Arturo Toscanini.

Oratorio de San Hilario

El oratorio de San Hilario es un templo dedicado al patrón de la ciudad, construido en 1663, sus pasillos están divididos con columnas estriadas y bellísimos capiteles de estuco de Domenico Reti.

Del mismo autor podemos ver el sepulcro del fundador Rodolfo Tanzi, con estatuas de estuco. Los frescos recubren cada centímetro con frutas, flores, santos y ángeles, son de Giovanni Maria Conti de la Cámara.


Chiesa della Santissima Annunziata

La Iglesia de la Santissima Annunziata, fue construida en 1566 junto con el convento contiguo de los Frailes Menores.

Este templo consta de una zona central elíptica con diez ábsides radiales. La entrada es un arco monumental con un tímpano decorado con un gran relieve de estuco, de la anunciación de la Virgen, de 1681.

También en esta zona está la casa donde nació y vivió una temporada Arturo Toscanini, considerado el más grande director de orquesta de su época. En la actualidad hay un museo sobre su vida.

Otros edificios históricos interesantes de Parma

Si dispones de más tiempo, puedes añadir a tuvisita los edificios que vienen a continuación, que también son interesantes.

Iglesia San Francesco del Prato

La Iglesia San Francesco del Prato, fue la primera sede de los franciscanos en Parma. Se construyó en el siglo XIII gracias a las donaciones de mano de obra y de materiales de la población. Fue una de las iglesias más importantes de la ciudad, tanto que, en ella, importantes familias nobles fueron enterradas, la familia Arcimboldi, los Rossi o los Sanvitale entre otros.Es de destacar una de sus capillas en la que se encuentra el Oratorio della Concezione del siglo XVI, con valiosos frescos. Y el campanario, que sirvió de prisión.


Casa de la Música y Casa del Sonido

Como ya te he comentado Parma es la Ciudad de la música y por ello, tiene la Casa de la Música y la Casa del Sonido.

Visitar la Casa de la Música permite hacer un recorrido fundamentalmente por la Opera, un encuentro con el Maestro Arturo Toscanini y Giussepe Verdi solo por poner algunos nombres. Hermosas fotos, muchas de ellas se pueden encontrar solo allí. Vídeos de conciertos.

Comer en Parma

No podemos olvidarnos su arte culinario, los productos más famosos son el jamón de Parma y por supuesto el queso Parmigiano Reggiano. Hay montones de lugares donde comer y degustar la magnífica cocina italiana.

Aquí tenemos que hacer una adición que no es normal en mis post, el lugar donde nos alojamos.


Palazzo Gozzi B&B Via Antonio Cocconcelli 1, Parma 43125 Telf: +39 392 120 4411. 

No es un Bed and Breakfast, pero si lo, donde no es es en el nombre del alojamiento Bed and Beauty, ya que está ubicado sobre una peluquería unisex, y de primer momento, la entrada nos pareció entrar en una antigua casa de un barrio popular, pero, una vez dentro nos encontramos con una habitaciones magníficas, modernas, muy bien decoradas y con todo aquello que uno puede pedir en un alojamiento, muy, pero muy recomendable.

A esto último hay que añadir que Paolo, el copropietario nos estaba esperando a la llegada, nos ayudo con el equipaje, nos informó de todo lo que precisamos, indicándonos que debido al Covid, no nos podían servir el desayuno en el albergo, pero nos entrego unos vales, para que lo hiciéramos en una cafetería situada a pocos metros del hotel.

Por la tarde al regresar, para cambiarnos para ir a cenar, nos encontramos un aperitivo de bienvenida, todo perfecto.

Incluso a la salida y a modo de disculpas o agradecimiento para atrevernos a ir en época de confinamiento, nos hizo unos obsequios que conservaremos con mucho cariño, por el trato recibido, amén de la calidad de nuestro "misterioso" alojamiento, un palazzo "encantado".