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LAGO DE GARDA

 

Dezenzano del Garda

Desenzano del Garda es una encantadora ciudad a orillas del mayor lago de Italia, el lago Garda, un aclamado destino turístico del norte del país. La localidad, de cerca de 27.000 habitantes, ofrece al viajero un rico patrimonio histórico con importantes restos arqueológicos de la Edad de Bronce y del Imperio romano. Sus calles, en las que encontramos fabulosos edificios medievales y renacentistas, desembocan en el puerto, que sigue siendo, como en la antigüedad, el corazón de la ciudad.

Catedral de Santa María Magdalena

Dedicada a Santa María Magdalena, la catedral de Desenzano del Garda se encuentra a pocos minutos del Puerto Viejo. El arquitecto Giulio Todeschini de Brescia (1524-1603) se encargó de su diseño; la construcción se prolongó desde 1586 hasta 1611, año en el que fue consagrada por el obispo de Verona, la diócesis a la que pertenece la ciudad. El edificio consta de tres naves, siguiendo un esquema clásico. Una hilera de columnas de mármol rodea la nave central, sobre la que se alza una sencilla pero solemne bóveda de cañón, visible desde varios kilómetros de distancia. La fachada tiene elementos decorativos barrocos. El interior posee un estilo típico de finales del renacimiento. Allí encontramos fantásticas pinturas dedicadas a María Magdalena. Muchas de las obras son de Andrea Celesti (1637-1712), Gian Battista Tiepolo (1669-1770), Zenon Veronese (1484-1553), Palma il Giovane (1544-1628), Andrea Bertanza y Pietro Calcinardi. Entre los elementos de la basílica destaca el altar realizado en mármol y cuya autoría se atribuye al estudio de Santo Calegari. En la capilla dedicada al Santísimo Sacramento cuelga el fabuloso cuadro “La última cena” de Gian Battista Tiepolo.

Castillo

Para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad y del lago adyacente hay que subir hasta la terraza del castillo. Fue construido en la cima de una colina, desde la que se divisa el puerto y gran parte del territorio circundante, en plena Edad Media, hacia el año 1000, sobre unas antiguas ruinas romanas y ampliado cinco siglos después. A pesar de su aspecto defensivo, el recinto, de una increíble belleza, nunca ha sido empleado como una fortaleza militar, sino más bien como refugio a la población de la localidad. El castillo se levanta sobre un plano rectangular; sin duda, el elemento más representativo es la imponente torre ubicada en la entrada situada más al norte para proteger el puente levadizo que todavía hoy en día conserva varias de sus antiguas cadenas. Desde 2007, el castillo está abierto al público; se puede visitar una gran parte de la edificación y ascender hasta el puesto de vigilancia, desde donde las vistas sobre el lago Garda cortan la respiración. Igualmente, se puede recorrer el camino bajo las murallas y descender hasta el lugar en el que se albergan los cañones. Desde su reconstrucción, el castillo sirve igualmente para celebrar conciertos y otros eventos artísticos.

El puerto viejo

Desenzano del Garda posee uno de los puertos más grandes del lago que se extiende a sus pies. En la antigüedad fue el centro de la actividad económica de la ciudad gracias al comercio de cereales y grano; de hecho, llegó a ser el puerto de maíz más importante de la región de Lombardía. En la actualidad sigue siendo uno de sus principales puntos neurálgicos. El puerto, que está flanqueado por edificios del arquitecto Giulio Todeschini, se construyó en la época de la República de Venecia y todavía hoy mantiene su carácter. Su amplitud y su diseño fortificado le permitieron acoger a los barcos mercantes que llegaban cargados de aceite de oliva, vino, cítricos, textiles y herramientas de hierro. Después volvían a sus lugares de origen con las bodegas repletas de grano. Con el desarrollo del transporte por carretera y ferroviario, el puerto de Desenzano del Garda fue perdiendo paulatinamente su importancia; aunque no su atractivo ni su belleza. Tras su renovación, en la actualidad acoge a numerosas embarcaciones de recreo y a los miles de turistas que cada año llegan hasta la localidad. Desde aquí es fácil tomar un barco para navegar por las aguas del lago Garda o desplazarse hasta otras localidades rivereñas.

Villa romana

En pleno centro de la ciudad, a muy pocos pasos de la catedral, se encuentra la villa romana, considerada el mejor ejemplo conservado en el norte de Italia de la última época de esta civilización de la antigüedad. Fue descubierta en 1921 y se extiende a lo largo de una hectárea. La primera piedra se colocó en el siglo I a.C y se completó a principios del siglo IV. Durante la visita se pueden recorrer las habitaciones del dueño de la villa, Decentius –se piensa que el nombre es el origen de la denominación de la ciudad-, y sus invitados. Todas las estancias conservan gran parte de los suelos originales, magníficos mosaicos realizados con piedra y pasta de vidrio de vivos colores. El diseño sigue patrones geométricos de gran complejidad junto con escenas figurativas, como la cosecha de la uva, muy características de este periodo. Las habitaciones desembocan en un pequeño jardín privado. En la entrada del recinto se ubica el “Antiquarium”, un pequeño museo en el que se pueden ver distintos objetos como esculturas, joyas, lámparas y otros utensilios. 

Museo arqueológico Giovanni Rambotti

Abierto en 1990, el museo arqueológico Giovanni Rambotti guarda valiosos tesoros de la antigüedad. En su interior se conserva el arado más antiguo del mundo; según los  científicos, esta herramienta para cultivar la tierra, que fue descubierta en el año 1978 enterrada en una capa de turba, data de la Edad de Bronce, hacia el año 2000 a.C. Está realizado con una única pieza de madera de roble que se conserva en unas condiciones prácticamente perfectas y compuesto de tres partes: el arado propiamente dicho, la parte de sujeción al yugo y el eje para controlar la dirección y la profundidad de los surcos. Este tipo de arado es el más común de la Europa prehistórica; arados similares, aunque no tan antiguos, se han encontrado en Dinamarca, el norte de Alemania y Ucrania. El arado del museo arqueológico Giovanni Rambotti es una pieza realizada con esmero y muy valorada por los visitantes, pero el recinto alberga más objetos destacados que reflejan cómo era la vida en esta región italiana durante la prehistoria y que, sin duda, bien merecen una visita. 

Paseo en barco por el lago Garda

Navegar por el lago más grande de Italia es una experiencia única e inolvidable. Existen varias posibilidades de recorrerlo y, por qué no, de llegar hasta alguna de las localidades que también se encuentran en su costa, como Manerba o Toscolano Maderno. Es posible, incluso, subirse a bordo de dos antiguos barcos de vapor de principios del siglo XX, que mantienen su aspecto original aunque, eso sí, su interior fue reformado en la década de los años sesenta.

Sirmione

Sirmione fue para nosotros una sorpresa, nos habían recomendado no perdernos el Desenzano del Garda, ya que era uno de las más hermosas ciudades del lago, pero sin menospreciarlo, Sirmione nos fascino. Entre toda esta estampa de pueblecitos con encanto, Sirmione se ha convertido en las últimas décadas en la joya del lago y, por consecuenci,a en una de las paradas obligatorias que se tienen que hacer sí o sí. Por su gran oferta de ocio, descanso y turismo; o bien por la belleza que irradia este maravilloso lugar...

Los alrededores del casco histórico de Sirmione son de lo más recomendables por la presencia de la superficie acuática que los rodea, entrar por la fortaleza del castillo –conocida como Rocca Scaligera (una de las fortificaciones mejor conservadas de toda Italia) – que da paso al centro de este pueblo italiano es toda una maravilla. Acompañado de un dársena que invita a la mejor de las fotografías, es justo en este lugar donde comienza la península de aproximadamente dos kilómetros y medio de distancia que se adentra en el lago, creando una unión perfecta entre la tierra firme y las aguas de Garda.

El castillo de Sirmione es popularmente conocido como Rocca scaligera. Fue construido por Mastino della Scala en 1.259, y es uno de los castillos mejor conservados de toda Italia. Se encuentra al final de la península en que se encuentra Sirmione, rodeado de agua, en un lugar estratégico para defender la ciudad y a la vez controlar el lago.

La fortaleza se construyó para proteger a la familia della Scala y también como defensa de Verona, evitando un posible ataque proveniente desde el lago. Después de que la familia abandonara el castillo, entró a formar parte de la República de Venecia, hasta 1797 en que paso a formar parte del imperio de los Habsburgo. Finalmente, en 1860, el castillo pasó a manos del gobierno italiano que se encargó de su restauración.

Para acceder al castillo hay que cruzar un puente con arcos construido en el siglo XIII. Una vez en el interior del recinto, se puede pasear por la muralla y subir los 146 escalones que llevan a lo alto de la torre del este, a 30 metros de altura, desde la que se obtienen unas vistas maravillosas de la ciudad y del lago.

¿Y una vez cruzado el puente qué toca visitar? Nada más entrar a la izquierda se localiza el Palazzo Maria Callas junto al pequeño puerto desde donde salen con bastante frecuencia las embarcaciones turísticas y privadas con las que descubrir el resto de Lago di Garda. La antigua Chiesa di Santa Maria della Neve o la Chiesa di San Pietro in Mavino con su Campana dei Caduti son dos de los templos religiosos que bien merecen un alto en el camino.

Si se sigue callejenado hacia el interior por las estrechas vías repletas de adoquines se llega hasta el Parco Don Lino Zorzi, donde a pocos pasos del mismo se encuentra la siguiente parada. Aquaria Thermal Spa en uno de los principales lugares con aguas termales naturales de la zona y hasta allí se acercan miles de turistas cada año que buscan una experiencia de máximo bienestar, relajación y descanso. Todo ello acompañado de las vistas del Garda de fondo.

La recomendación más acertada que te pueden dar, es que vayas al atardecer. Justo en el momento en el que el sol se pone sobre el lago, en la más absoluta calma y con las aguas termales haciendo su trabajo, encontrarás la verdadera razón de tus merecidas vacaciones.

En dirección norte, por la Via Caio Valero Catullo, aparece de pronto a la derecha el famoso hotel Villa Cortine (del que hablaremos unas líneas más adelante) ; y a nuestra izquierda una placa instalada en lo alto de la pared indica que te encuentras ante la Villa de María Callas, la famosa soprano convertida en un gran mito de la música.


Sirmione era el lugar en el que la artista apodada como 'La Divina' se retiraba a descansar cuando todavía compartía matrimonio con el empresario Giovanni Meneghini, antes de que en 1959 fuera sorprendida con Aristóteles Onassis, fecha en que su situación sentimental se rompió. Durante la década de los 50, María Callas, que vivía por aquel entonces su mejor etapa profesional, encontraba en este lugar el retiro perfecto para descansar y disfrutar de unas merecidos días de paz y tranquilidad en la cononocida como 'perla del Garda'.


Continuando por la serpenteante Via Caio Valero Catullo, las Grutas de Catulo (Grotte di Catullo en italiano) y la Jamaica Beach son los dos puntos ubicados al otro extremo de la península que debes visitar. Las primeras son un conjunto de ruinas romanas, construidas entre finales del siglo I a. C. y principios del siglo I d. C, que conforman en la actualidad uno de los restos arqueológicos de villas más grandes del norte de Italia.

Si has visto la película Call Me By Your Name, te resultará familiar esta escena porque es justo el mismo lugar que visitan Oliver, Elio y su padre el día que hacen la excursión al Lago di Garda. ¿Y dónde van después a darse un buen chapuzón? Efectivamente a la Spiaggia Giamaica (aka Jamaica Beach) . Esta playa está ubicada en la parte más septentrional de Sirmione y es el rincón perfecto donde bañarse, relajarse, tomar una refrescante cerveza, olvidarte del resto y admirar la inmesidad de las aguas del lago que se encuentran ante ti.

Y no te olvides de quedarte hasta el atardecer. Ver ponerse el sol desde aquí, no tiene precio. Sube desde la playa al chiringuito Jaimaca Bar, escoge entre la variedad de cervezas y cócteles, y déjate llevar por la música chill out de fondo y el ambiente idóneo para la ocasión.

Imposible no caer rendido ante los pies del famoso hotel Villa Cortine Palace, ubicado justo enfrente de la ya mencionada casa de Maria Callas. Para aquellos que cuenten con una economía algo más ajustada, este hotel será un pequeño caramelo que jamás podrán degustar pero sí admirar, pues sus puertas no paran de abrirse y cerrarse como si se estuviera ante el más efímero de los deseos.

En cambio, los que tengan la oportunidad de pasar una o varias noches en la conocida como 'villa de las colinas' deben hacerlo sin pensárselo demasiado, ya que este palacio de 5 estrellas lleva elevando este pueblo a su máximo esplendor desde 1953, año en el que fue inaugurado.

Si, por el contrario, tu bolsillo es más reducido debes saber que existen alojamientos de lo más placenteros y hedonistas repartidos por la zona. Tan solo tendrás que alejarte un poco del centro histórico de Sirmione para hacerte con las opciones más económicas, pero no por ello de menor calidad.