CARBONERAS

Mirando al mar y al pie de Sierra Cabrera se encuentra el pueblo pesquero de Carboneras. En 1559, Felipe II hizo entrega de estas tierras al marqués de Carpio con el mandato de edificar el Castillo de San Andrés. Con él defendería esta costa ante la sublevación de los moriscos y además de eso, consiguió que la población se organizase en torno a este monumento. Ese enclave se funde en Carboneras con los vestigios del siglo XIX representado en edificios señoriales como la actual sede del ayuntamiento antes Casa de Los Fuentes.

Esta majestuosidad contrasta con la tranquilidad de las playas y aguas de El Lancón y Los Barquicos, ambas dotadas de Bandera Azul, y desde esta última podrá divisar la Isla de San Andrés, una pequeña isla rocosa de 1,5 hectáreas en forma de ballena, declarada Monumento Natural de Andalucía y Reserva Marina de Fondos.

Gran parte del término municipal de Carboneras, un 82% en concreto, se halla dentro de los límites territoriales del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. el visitante encontrará aquí un paisaje y variedad ecológica únicas en uno de los entornos naturales mejor conservados de la península.

Siguiendo el cauce del Río Alías y dentro del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar hallará una hilera de playas que aunque vírgenes en su mayoría cuentan con todo tipo de servicios. Una de ellas es la de El Algarrobico donde además del paisaje estará en una playa en la que se grabaron escenas de la película Lawrence de Arabia.

Se suman a la ruta la playa de las Marinicas, la de los Muertos que, en pleno Parque Natural, contiene rocas moldeadas por el viento y el mar y en la que puede practicar el naturismo. Cierra esta ruta de playas el conocido como faro de Mesa Roldán, una torre del XVIII.

No deja de sorprenderme que cualquier pequeña población vaya en busca del turista perdido y, cuando les vas a visitar te encuentras con horarios anti turísticos, o bien horarios que se incumplen plenamente como nos paso en Carboneras, el Castillo este día lo abrían una hora más tarde (11:00 hrs), que fue hora y cuarto, y la oficina de turismo que también tenia que abrir a las 10:00 y no había aviso alguno como en el castillo, pues no dieron señales de vida hasta pasadas las 11.

Normalmente el turista aprovecha el día a tope, hay mucho que ver, y pocos los días que nos podemos permitir de viaje y estas cosas hacen que pasemos de visitar alguna población que realmente tenga un gran interés turístico.