Emplazada sobre la colina de los Montes Universales, encontramos el pueblo de Albarracín rodeado por un lado por el río Guadalaviar y por el otro por su recinto amurallado que termina en el castillo.
Poco se puede decir de este pueblo tan pintoresco para expresar toda su belleza. Por un lado las casas colgadas hacia el río, sus calles empinadas y estrechas y su arquitectura popular con su tono rojizo característico.
Hay que iniciar el recorrido desde la oficina de turismo (existe otra oficina al lado de la catedral) a la entrada del pueblo. Desde aquí se puede coger la senda por el paseo fluvial que recorre el meandro del río Guadalaviar, a lo largo del recorrido por zonas verdes se encuentran dos lugares curiosos, un puente colgante, y una pequeña noria que subía el agua a una acequia.
Posteriormente se inicia la visita al pueblo, teniendo en cuenta que todo el pueblo tiene el suelo empedrado y con muchas cuestas.
Todo el pueblo en si es un monumento, por lo que hay que disfrutar de la arquitectura de sus diferentes calles. La primera parada obligada es la plaza Mayor, de igual aspecto a otras plazas mayores castellanas, tiene una peculiaridad muy interesante, sus balcones con unas magníficas vistas panorámicas.
Seguimos por la calle de la derecha en dirección a la casa de la Julianeta, una de las casas más representativas de la arquitectura de la zona. Desde aquí se encuentra el camino que asciende hasta la muralla. El recorrido por la muralla se realiza por una pista, por uno de sus lados. Finalizado el camino podemos atravesar una de las ventanas de la muralla para disfrutar de un mirador desde dónde ver toda la Sierra de Albarracín.
Actualmente está con obras de rehabilitación, existen visitas guiadas organizadas por la oficina de turismo que está al lado.
Muy cerca de la catedral encontramos el castillo del Albarracín, de cuyo interior se conserva más bien poco.
Ya llegando al final del pueblo, nos topamos con la Torre blanca, una de las torres defensivas de Albarracín. En su interior alberga un centro de exposiciones, al que se puede acceder por unas escaleras exteriores con vistas al cementerio, con reserva para las personas con vértigo.
En la plaza Mayor y las calles que salen desde aquí están llenas de bares, principalmente se lleva el tapeo, y por suerte los precios no son caros. Nuestra recomendación:
El Buen Yantar (Calle del Chorro, 1): restaurante con platos originales y una buena relación calidad-precio.
Bar Casino (Calle Azagra, 16): ideal para ir a tomar unas buenas raciones, la mejor hamburguesa de ciervo con queso de Albarracín.
Antes de llegar a Albarracín, encontramos, Gea de Albarracín, donde se encuentra uno de los acueductos más largos y mejor conservados de España, nada a ver con Segovia, ya que este es un acueducto que básicamente está tallado en la roca, como un túnel.
El acueducto romano de Albarracín-Cella probablemente sea la mayor obra de ingeniería romana conservada en la actualidad en Aragón y una de las obras hidráulicas más importantes en la península Ibérica. Al mismo tiempo para nosotros es una obra un tanto insólita y misteriosa por cuanto no sabemos exactamente el uso que dicho acueducto tenía, pues poseía un elevado caudal de agua: parece que en un principio no abastecía a ningún gran núcleo habitado, sólo a un ciudad romana de pequeño tamaño que debía encontrarse bajo la actual Cella, si bien no hay restos arqueológicos que evidencien otras ciudades romanas en la zona ni núcleos habitados de importancia, por lo que se ha pensado que su uso, además de urbano, fuera eminentemente industrial o agrícola, aunque tampoco sabemos para qué actividad fue utilizado; se plantea la posibilidad de que sirviera para batanes, fraguas o molinos que estarían en la zona de Cella.
Albarracín ofrece la posibilidad de realizar visitas guiadas, hay dos empresas en la población, en nuestro caso escogimos El Andador, que ofrecen un horario a las 10:30; 11:00; 12:00, 12:45; 16:30 y 17:30 con una duración aproximada de 1:30 hrs finalizando con una mini degustación de productos de la zona. El precio es de 3,50€ por persona.
Si quieres ahorrar = 50 céntimos, al aparcar tu coche, en el mesón del Gallo, justo antes de entrar bajo el puente recoge un folleto y tendrás el descuento.
Para los que prosiguen por la carretera que nos lleva de Albarracín a Cuenca mencionar que es una comarcal que está en buenas condiciones, con alguna que otra curva.
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