PALMA DE MALLORCA


Pintura al óleo de la artista mallorquina Cati Gelabert Niell
Alguien me comento en una ocasión que, las ciudades más hermosas del mundo tienen bahía, como Hong Kong, Rio de Janeiro, y por descontado Palma de Mallorca.

Cuando uno entra en la ciudad a bordo de un barco o un crucero, lo primero que admira es su bahía, y al fondo la Catedral y el Palacio de Marivent (Residencia de verano de los Reyes de España).

La Ciutat, adornada de yates, palmeras y la Catedral al fondo, brinda una visión mágica.

En Palma viven alrededor de 375.000 habitantes, prácticamente la mitad de los pobladores de la isla. La ciudad se extiende como una franja de 15 Km. paralela al mar.

Como en la mayoría de ciudades don un importante flujo turístico podemos encontrar una línea de “bus turístico”, en este caso Palma dispone de dos líneas, que, en mi caso es lo que recomiendo para tener una primera impresión de esta hermosa ciudad.

En mi etapa laboral Palma era una de la ciudades que más me gustaba visitar, por lo agradable que resulta pasear por sus calles, por la hospitalidad de sus gentes, y sin lugar a dudas por su magnifico clima mediterráneo.

Perderse por las calles de su casco antiguo, alrededor de la Catedral es una delicia, y donde encontraremos los más hermosos vestigios de su historia.

Baños Árabes
Uno de los pocos restos arqueológicos de la época de dominación musulmana en Balears. Destaca una sala central rodeada de columnas que se dedicaba a los baños de vapor.
La Llotja (o Lonja)
Edificio gótico de carácter civil (s.XV) obra del arquitecto y escultor Guillem Sagrera. Representa el esplendor económico de los comerciantes de la época. Hoy en día este espacio está destinado a centro de exposiciones artísticas.

Situada frente al mar y precedida por las palmeras del paseo de Sagrera, se alza la silueta de la Lonja de Palma, antigua sede del Col-legí de la Mercadería que fue la institución gremial de los mercaderes de Mallorca.

Las obras del edificio se iniciaron en 1421 bajo la dirección del arquitecto y escultor Guillem Sagrera (1370?-1456), natural de Felanitx, que abandonó el proyecto casi acabado en 1446 por discrepancias con los promotores. El acabado de los últimos detalles de la Lonja será en 1488.

Sagrera fue un maestro de gran influencia que participó en importantes obras (en algunas incluso de modo simultáneo) en los territorios de la corona de Aragón, que incluyen la catedral de Mallorca, la de Perpiñán y el Castelnuovo de Nápoles, entre otras.

Arquitectónicamente la Lonja es un gran espacio único rectangular articulado en tres naves sostenidas por seis esbeltas columnas helicoidales, con cubierta de bóveda de crucería. Las nervaduras de los arcos de las bóvedas se fusionan con la espiral de las columnas y en los laterales quedan embebidos en los muros. Cuatro torres ortogonales en los extremos, diez torres menores que actúan como contrafuertes, ocho ventanales y la decoración de gárgolas y estatuas caracterizan su aspecto exterior.

Esta obra maestra del gótico civil y la más importante del maestro Sagrera se utiliza hoy en día para eventos culturales y actos oficiales.
Palau de l'Almudaina - Museo del Patrimonio Nacional
Situado en un emplazamiento que ha sido ocupado por las diferentes culturas que han poblado las islas a lo largo de los siglos, bajo sus cimientos y en su estructura se encuentran huellas de todas las épocas.

Actualmente este palacio lo utiliza el rey de España para las recepciones oficiales cuando se encuentra en la isla.

La ciudad modernista
Un bello ejemplo de la arquitectura modernista que una vez restaurado es sede de la fundación cultural La Caixa y tiene la exhibición permanente de la colección del pintor Anglada Camarassa, es el Gran Hotel.

Aunque algún edificio anterior a 1901 puede considerarse encuadrado en ese estilo, como es el caso de Can Corbella de Palma, se puede decir que el modernismo llega a Illes Balears de la mano del turismo. El despertar de esta actividad supuso la construcción en Palma del Gran Hotel (1901-1903) diseñado por Lluís Domènech i Montaner, arquitecto natural de Catalunya dónde este movimiento arquitectónico ya se desarrollaba desde 1888. La mayoría de las obras modernistas se construyeron en los trece años siguientes, hasta 1914, cuando Antoni Gaudí, autor de la Sagrada Familia de Barcelona, abandona las obras de reforma de la catedral de Mallorca. Las intervenciones del genial arquitecto en el templo gótico contaron con la oposición de grupos influyentes de la época, por lo que finalmente Gaudí optó por no continuar con el encargo. A pesar de ello, la influencia del modernismo se dejará sentir todavía en algunas obras de arquitectos locales como Bennàzar y Aleñà.

Las principales muestras de este estilo las encontramos en Palma, Bunyola, Sóller y Lluc en la isla de Mallorca. En Menorca se concentran en la ciudad de Maó. Si bien en Ibiza se pueden encontrar detalles de este estilo en algunas fachadas, no existe una catalogación clara del modernismo en esta isla.

En Mallorca destacan el Gran Hotel, Cercle Mallorquí, Can Forteza Rey, reformas en la catedral y Almacenes El Águila, todos ellos en Palma.

Patios señoriales de Palma
Góticos, barrocos o renacentistas, los patios del centro histórico de Palma son uno de los elementos más característicos de la ciudad.

La visita de los patios nos conduce por las calles de mayor estirpe histórica de Palma, muchas de las cuales llevan el nombre de las importantes familias que allí vivieron o de los monumentos e iglesias que los adornan.

La historia de los patios de Palma se remonta al siglo XIII, con la llegada del gótico y culmina entre los siglos XVI y XVIII. En esta época las principales casas de la ciudad son reedificadas y, en algunos casos, reformadas, de acuerdo con el estilo renacentista y barroco.

Hoy en día se han convertido en edificios institucionales, museos y, en muchos casos, en viviendas independientes. La mayor parte de estas casonas y palacios suelen ser edificios con una estructura de tres plantas, grandes casonas que bien responden al dicho mallorquín sa casa fa es senyor (la casa hace al señor) en las que abundan las escalinatas, los grandes maceteros y los pozos, sin faltar las rejas a través de las cuales podemos disfrutar de los silenciosos y acogedores patios.
La Catedral (la Seu)
La majestuosa silueta de la Catedral de Mallorca no pasa desapercibida al visitante y es sin duda una de las imágenes características de la ciudad de Palma.

Edificada sobre el solar de una mezquita, su emplazamiento también se sitúa sobre los restos de la ciudad romana. Flanqueada por el Palacio de la Almudaina y el Palacio Episcopal, se asoma al Mediterráneo este edificio gótico del s. XIV al que se le devolvió su reflejo sobre las aguas con la construcción del Parc de la Mar. Aparte del museo podremos contemplar las intervenciones del insigne arquitecto modernista catalán Antoni Gaudí.

También se pueden visitar las aportaciones del artista Miquel Barceló en una de las capillas de la catedral de Mallorca que consisten en un gran mural de cerámica adosado a las paredes, los vitrales y el mobiliario. Esta propuesta vanguardista promovida por el anterior obispo Teodor Úbeda y apoyada por diversas instituciones agrupadas en la fundación Art a la Seu no ha estado exenta de polémica, semejante a la suscitada por las reformas y creaciones que hizo el arquitecto catalán Antoni Gaudí a principios del siglo XX. En todo caso es un aliciente más para visitar este magnífico templo, uno de los más brillantes edificios góticos europeos.

La obra de Miquel Barceló en la catedral de Mallorca
Desde el mes de febrero de 2007 se pueden visitar las aportaciones del artista Miquel Barceló en una de las capillas de la catedral de Mallorca que consisten en un gran mural de cerámica adosado a las paredes, los vitrales y el mobiliario.

Esta propuesta vanguardista promovida por el anterior obispo Teodor Úbeda y apoyada por diversas instituciones agrupadas en la fundación Art a la Seu no ha estado exenta de polémica, semejante a la suscitada por las reformas y creaciones que hizo el arquitecto catalán Antoni Gaudí a principios del siglo XX. En todo caso es un aliciente más para visitar este magnífico templo, uno de los más brillantes edificios góticos europeos.

La catedral de Mallorca tiene unos atractivos difíciles de igualar. Está situada frente al mar junto al palacio real de la Almudaina flanqueada por las antiguas murallas renacentistas. Hace unos años se le devolvió su antiguo reflejo sobre el Mediterráneo construyendo un lago en el solar que una vez ocupó el mar. Si admirable es su localización no lo es menos su arquitectura que en el interior delimita un gran espacio con esbeltas columnas de 21,47 m que la convierten en la segunda en altura de las catedrales góticas europeas. Otro elemento destacable es el rosetón sobre el altar mayor de 11,5 metros de diámetro, 97 m2 de superficie y 1.236 vidrios de colores que junto con los vitrales le dan una claridad difícil de igualar y que la han hecho merecedora del calificativo de catedral de la luz. Pero aún nos reserva más sorpresas. Aparte del museo podremos contemplar las intervenciones del insigne arquitecto modernista catalán Antoni Gaudí.

Teatre Principal
El teatro data del siglo XIX y que, tras una reforma de 6 años, presenta una nueva imagen: se ha reforzado la estructura del edificio, se ha renovado toda la infraestructura de servicios, accesos… y se ha dotado al Teatre Principal de la más avanzada tecnología en materia de artes escénicas. El escenario, por ejemplo, ha crecido de 14 a 23 metros lo que permitirá hacer prácticamente cualquier tipo de espectáculo.

Además, al tratarse de un edificio histórico, se ha intentado recuperar el Teatre Principal tal como era cuando se abrió en 1932. La sala grande ha vuelto a su estructura original, se ha eliminado el anfiteatro, se ha vuelto al sistema de lonjas, se ha recuperado la nombrada sala de tertulias y se han restaurado las pinturas del techo, obra de Felix Café.
Castell de Bellver
Uno de los edificios emblemáticos de la ciudad y la isla que aparece en el horizonte sobre una colina rodeado por un bosque que lleva su mismo nombre.

Castillo de estilo gótico, único de planta circular en España (s. XIV). Situado sobre una colina a las afueras de la ciudad de Palma, esta fortificación goza de unas increíbles vistas sobre la bahía. En la planta baja se encuentra el Museo de Historia de la ciudad en el cual se explica de forma didáctica la evolución de la urbe. Se completa la muestra con la colección de estatuas del Cardenal Despuig.

Castillo de Sant Carles
Fortificación defensiva del muelle de Portopí, construida en el s.XVII y Museo Militar donde se exponen piezas bélicas y militares características de la edad media hasta el s.XX.

Dic de l'Oest (Portopí)  (Dique del Oeste del puerto de Porto Pí)  muy cerca de donde atracan los barcos y cruceros.

Panorámica excelente sobre la bahía y la ciudad de Palma. 

En caso de no llegar a la ciudad en un crucero, o bien embarcar o desembarcar aquí, la Isla ofrece muchísimas opciones más para visitarla.
Tomando el tren que nos llevará al Puerto de Soller, un espléndido recorrido por la Serra de Tramontana.
Visitar las Cuevas del Drac o del Hams.

La Cartuja de Valldemosa.

Los paisajes de Artá.

Pollensa, Formentor, Manacor.........

Y disfrutar de sus infinitas playas, con alojamientos para todos los gustos y presupuestos, y por descontado de disfrutar de una amplia y excelente gastronomía, que no termina en sus populares ensaimadas, ni en su reconocida sobrasada.


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