KOTOR



Lo que más sorprende de Kotor, es la entrada a la ciudad desde el mar, en ocasiones es llamada «el fiordo más meridional de Europa», es en realidad el cañón sumergido del desaparecido río Bokelj, que antiguamente corría desde lo alto de las mesetas montañosas del monte Orjen., y constituye una importante atracción turística de Montenegro.

Para aquellos que llegan a este puerto,  y dependiendo de los horarios de escala, deben estar pendientes de la entrada o la salida ya que el espectáculo que se nos ofrece es único de la costa mediterránea, alternando las vistas del “fiordo” a las pequeñas ciudades costeras, y una imagen destaca, son las islas artificiales que albergan a las iglesias de Gospa od Skrpjela (Nuestra Señora de las Rocas) y de St. George.
La historia de estas islas se remonta al siglo XV cuando algunos pescadores encontraron un icono de Nuestra  Señora con él niño. Hicieron una promesa para honrarla, los pescadores empezaron a tirar una piedra cada vez que volvían de faenar, así que se fue formando una isla.  En el siglo XVI se construyó sobre el islote formado por las piedras una iglesia Ortodoxa, que posteriormente se convirtió en una iglesia católica, ello sucedió tras la ocupación veneciana.  

Hoy la tradición de tirar piedras continúa, cada 22 de julio los residentes locales navegan más allá de la isla y agregan piedras, incrementando de esta forma su tamaño.  
Kotor se ubica en el fondo de la bahía, esta tiene una forma muy cerrada, dado que es lo que aún  permanece de la parte del semi-derrumbado del cráter de un antiguo volcán. Esto explica el motivo por el cual casi toda la ciudad esté circundada por elevados acantilados. La ciudad está además rodeada por una impresionante muralla.

Históricamente fue refugio de barcos y flotas, la República de Venecia la fortificó para la protección de las tropas turcas. Fue base naval del Imperio Austrohúngaro hasta 1919 cuando se incorporó a Montenegro.

Se encuentra en la zona sureste de la bahía de Boka Kotorska a los pies del Monte Lovcen –declarado Parque Nacional y Reserva Natural-.

El casco antiguo de la ciudad tiene forma de triángulo y está encerrada con una muralla de más de 4 Km. de largo, que parcialmente puede transitarse. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1979 fue ampliamente restaurada, la ciudad se desarrolla de forma escalonada desde la costa adriática hasta los 260 m. donde se encuentra la Fortaleza de St. Iván. 
Un escarpado y sinuoso camino de 1426 escalones sube abruptamente hasta ofrecernos las mejores vistas de la Bahía de Boka Kotorska. Un paseo siguiendo el contorno de las murallas que circundan la ciudad, es la mejor manera de conocerla y de valorar su patrimonio y su belleza, con alguna reticencia por parte de algunos de sus habitantes, que cierran su paso, aunque de forma rudimentaria.

Mi recomendación es ascender el camino hasta llegar sobre  la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, aproximadamente a medio camino, desde allí la vista es espectacular, en caso de seguir la ascensión lo único que varía es el tamaño de la vista, ya que la muralla prosigue hacia el interior y no amplia la panorámica de la bahía.  Se tardan entre 15 y 25 minutos, según sea el paso de cada uno.
Kotor ha pasado de manos de turcos a, venecianos, eslavos, franceses, austro-húngaros y griegos lo que hace de esta cuidad un pequeño pero curioso trozo de la historia de Montenegro. Los frutos de este pasado, son los hermosos monumentos que hoy podemos ver en Kotor, entre los que destacan: la catedral y los edificios que rodean la Plaza de St. Tripun.


Kotor es una ciudad de espíritu joven que mezcla la tradición y la modernidad en su arquitectura y en su arte. Los museos de Kotor se encuentran repletos de valiosas piezas que reflejan la historia marítima de esta zona. Y es que esta ciudad es una perfecta mezcla de descanso y placer veraniego -gracias a sus preciosas playas- y cultura.
Además y con la intención de fortalecer y preservar las tradiciones de estas tierras, Kotor, organiza y sirve de sede a numerosos festivales y al festejo del carnaval, imagino de su pasado veneciano. Durante estos memorables eventos se pueden ver las murallas de la ciudad iluminadas y a menudo surcadas por fuegos artificiales.
La Bahía de Kotor incluye además de la ciudad de Kotor,  la bella ciudad de Perast y la de Dobrota. Esta última es una pequeña ciudad al este de la bahía, fundada en la edad media. Su principal atractivo son sus playas y sus aires meramente venecianos.

Perast, por su parte, es un hermoso pueblo barroco, con edificios de los siglos XVII al XVIII. La cualidad más importante de Perast es la tranquilidad que se respira por sus calles. También es un importante centro religioso, con la Catedral de St. Nicola construida durante la ocupación veneciana. Desde Perast salen barcas de remos que, que en pocos minutos, llegan a los islotes sobre los que se levantan las iglesias de Gospa od Skrpjela y de St. Jorge –cada una en una isla-. Es un verdadero espectáculo admirar la bahía desde cualquiera de estas pequeñas islas.

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