POKHARA - KATHMANDU

Desayuno en el hotel.
Salida a primera hora de la mañana hacia Kathmandú.

Una parte del grupo decidió realizar el viaje en uno de los vuelos regionales, mientras que el resto del grupo y las maletas (Que no cabían en el pequeño avión, siguieron por carretera.

*) La agujereada y parcheada cinta de asfalto de 200 kilómetros que une las dos ciudades más turísticas de Nepal es un atractivo en sí misma, aunque la mayoría de los viajeros la pasan sin bajarse del autobús. La carretera sigue en paralelo al río Trishuli y serpentea entre preciosos arrozales, pueblos genuinos que no viven del turismo, campos de labor colgados de laderas imposibles, puentes colgantes y muchos templos. Merece la pena ir sin prisas, parando a hablar con la gente, comer en algún restaurante local con precios locales (el otro día comimos tres personas por 1,5 euros) o cruzar los puentes colgantes para visitar las aldeas del otro lado del río.

Acomodación en el Hotel Hyatt Regency de Kathmandú

Almuerzo en el Hotel

Por la tarde algunos de nosotros, decidimos ir a visitar los Gardens Dreams, de los que nos habían hablado muy bien.
Los Gardens Dreams (Jardín de los sueños), es un jardín neoclásico, situado en el centro de la ciudad. El jardín era famoso como el jardín de las seis temporadas, fue creado por el mariscal de campo Kaiser Sumsher Rana (1892-1964) a principios de 1920. Cuando finalizaron las obras y la ornamentación, se consideró como uno de los jardines privados más sofisticados de la época . Sin embargo, se trataba de un jardín privado del Kaiser Sumsher, muy bien diseñados e inspirados en estilo eduardiano. Kishore Narshingh, un afamado arquitecto que diseñó y construyó Singha Durbar en 1907, diseñó y supervisó la construcción del Jardín de los Sueños.
Dentro de los muros del lugar, el Kaiser Sumsher creo un exquisito conjunto de pabellones y fuentes, todo ello amueblado con elementos de jardín inspirado por las tendencias europeas, como balcones, pérgolas, balustradas, macetas y pajareras. Realizó seis pabellones impresionantes, cada uno dedicado a una de las seis temporadas de Nepal. Estos pabellones siempre enmarcados en el conjunto arquitectónico del Jardín, que ofrecían un sabor cosmopolita a la disposición floral, a los arbustos y los árboles. Hoy solamente podemos admirar la mitad del jardín original.
Un lugar muy bien conservado, y sorprende encontrarse con el, en el centro de la ciudad de Kathamdu, es lugar de paseo de las jóvenes parejas de enamorados, que flirtean entre las bellas composiciones florales, deleitándose, como hicimos nosotros de la paz que en los jardines se respira.
Regresando al hotel entramos en una stupa, de las muchas que abundan en la ciudad, en la que coincidimos con uno de sus “feligreses” que, estuvo contándonos la historia del lugar, los ritos que se celebraban, las reuniones con personas que leían libros sagrados, realizaban labores y compartían sus creencias, un personaje que, creo nos impresionó a todos. 



Y para finalizar el día, como muchos hicieron durante nuestra estancia en Kathmandú, nos dirigimos a la Boudhnath Stupa cruzando los jardines y la huerta del hotel, para pasear entre los peregrinos que constantemente circundan la plaza donde se ubica la stupa, para terminar tomando un refresco en uno de los muchos bares y restaurantes que hay en ella.

Cena en el Hotel

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