PISA

Creía que conocía Pisa ya que había estado en esta ciudad en varias ocasiones, siempre camino de Florencia, pero en mi penúltimo viaje descubrí que Pisa es una joya de la Toscana y además de una de las ciudades italianas más famosas en el extranjero, sobre todo por su famosa Torre Inclinada, sin embargo, esta ciudad ofrece mucho más al viajero que  un destino turístico clásico, para aquellos que quieran disfrutar de su historia perdiéndose entre sus callejuelas.

Como decía un buen amigo, la suerte que tiene Pisa es que los turistas se quedan en la Piazza dei Miracoli.

A Pisa se puede llegar en avión (el aeropuerto de Pisa es el más grande de la Toscana) o en tren. La estación ferroviaria se encuentra en un lugar bastante céntrico y muy adecuado para empezar el paseo por la ciudad.

Tomando la estación de tren como punto de partida de nuestro recorrido, la dejamos a la espalda y seguimos por Viale Gramci hasta legar a Corso Italia, la calle comercial por excelencia,  aquí se puede ir de compras por las numerosas tiendas de moda italiana o sentarse a disfrutar de un buen café mientras se observan las idas y venidas de una de las calles más concurridas del centro de Pisa.

El itinerario prosigue por Corso Italia hasta llegar al Ponte di Mezzo en el río Arno, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, en el que se celebra anualmente la Batalla del Puente, un torneo popular que disputan los dos barrios de la cuidad separados por el rio.  Se cuenta que el inicio de la competición se remonta al año 1200 y consiste en que cada equipo empuja un carro lo largo de un rail montado sobre el puente.

Tras cruzar el puente se sigue por Borgo Stretto, otra calle conocida por su amplia variedad de tiendas de alta costura y elegantes bares: que como se puede adivinar por su nombre, es una callejuela medieval  porticada y estrecha, perfecta para pasear entre los escaparates. Al final de Borgo Stretto se gira a la izquierda en Via Dini, para llegar a la hermosa Piazza dei Cavalieri.

Esta plaza era el centro antiguo de la ciudad, y ahora acoge edificios centenarios de gran valor histórico: además del Palacio de los Caballeros, sede de la Scuola Normale Superiore (una de las universidades más prestigiosas de Italia) en la plaza se encuentra también el Palazzo dell’Orologio vinculado a una curiosa leyenda.  El Palazzo  fue construido sobre los restos de la "Torre de la Fame", (torre del hambre) famosa por haber sido ser el lugar de reclusión del Conde Ugolino della Gherardesca.  Como narra la "Divina Comedia", el conde Ugolino fue encarcelado en la Torre en la que se le dejó morir de hambre junto a sus hijos y nietos, y casi al final de su agonía, los niños le rogaron que comiera de su propia carne y el conde, ya preso de la locura, se alimentó de sus descendientes.

Pasando  bajo el arco del Palazzo dell’Orologio, giramos a la derecha en Via Santa Maria, sede de varias universidades, hasta llegar a la celebérrima Piazza dei Miracoli.





Piazza dei Miracoli




 El complejo monumental incluye el Duomo (cuya puerta principal entre sus numerosos elementos decorativos incluye un lagarto que se considera por parte de todos los “pisanos” el amuleto de la ciudad que da buena suerte a todos aquellos que lo tocan), el impresionante baptisterio, el  cementerio monumental  y la famosa Torre de Pisa, que debe su notoria inclinación a un hundimiento del terreno acaecido durante el inicio de su construcción.



Santa Maria della Spina

Concluido el recorrido por la plaza, se puede recorrer de nuevo Via Santa Maria retrocediendo en dirección al Arno, y desde el otro lado del río se puede admirar el singular perfil de la iglesia de Santa Maria della Spina, el origen del  nombre se debe al hecho de que la iglesia en la antigüedad conservaba una espina que se creía pertenecía a la corona de Cristo.

Caminamos de nuevo a lo largo de la orilla del Arno en dirección al Ponte di Mezzo, pero justo antes de llegar al puente giramos a la izquierda en Via San Frediano, para luego pasar por delante de la Facultad de Derecho y llegar a la Piazza Dante, uno de los puntos de reunión favoritos de los estudiantes universitarios por sus bares y bancos a la sombra.  Desde este lugar lo ideal es perderse por las estrechas calles de la ciudad medieval,  con un sinfín de restaurantes y de típicas tiendas de “gastronomía” toscana,  sin dejar de visitar la Plaza delle Vettovaglie, que de día acoge un popular mercado de fruta y verdura para convertirse seguidamente en un lugar de visita obligada de la noche “pisana”.

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