El Masai Mara es famoso por su población de leones y por ser el hogar de especies amenazadas tales como el rinoceronte negro, el hipopótamo que se encuentra en los ríos Mara y Talek, y el guepardo, habiéndose reducido notablemente el número de ejemplares de este último. Otro carnívoro que puede ser encontrado en gran número es la hiena manchada.
Sin embargo, el verdadero poblador de este parque es el ñu, como ocurre en el Serengueti, ya que su número es estimado en millones. Todos los años, en el mes de julio, estos animales, igual que las cebras, migran desde las planicies del Serengueti en busca de pastos más frescos y regresan en octubre. Especies de ungulados viven en este parque como la gacela de Thomson y la gacela de Grant o el impala, y se encuentran igualmente manadas de jirafas.
El Masai Mara es también el hogar de más de 450 especies de aves.
Está administrado por el gobierno de Kenia, y tiene unidades contra la caza furtiva, situadas fuera de las zonas frecuentadas por los turistas.
Masai Mara es "El" parque de los parques en Kenya. Sus suaves colinas tapizadas por praderas, las Aguas chocolateadas del río Mara en las que retozan los hipopótamos, así como la rica diversidad de vida salvaje, colman las expectativas de cualquier visitante en busca del paisaje africano que evocan películas como "Memorias de Africa" o "Mogambo".
Salvo gustos particulares o requerimientos especiales, este es el parque que encabeza la lista de los must en el país: ningún viaje a Kenya estaría completo sin una visita a Masai Mara. Es cierto que no es el mejor parque para observar aves, y es cierto que algunas de las especies no se encuentran fácilmente. Sin embargo, los leopardos y rinocerontes abundan, y con sus más de 450 especies de aves, la reserva no tiene nada que envidiar a Samburu o a los grandes santuarios de la avifauna kenyata. Pero en un área de extensión similar a la isla de Gran Canaria y con una geografía diversa y compleja, perderse es infinitamente más fácil que encontrar un leopardo o avistar una especie concreta de pájaro en sus múltiples bosques.
La reserva, inaugurada en 1961, se localiza al oeste del Rift Valley y es la continuación natural de las llanuras del Serengeti, en Tanzania. El río Mara, la columna vertebral de la reserva, lo atraviesa de norte a sur para continuar su camino hacia el oeste hasta el lago Victoria, a través del parque tanzano. Este cauce es la barrera natural que deben atravesar cada año los grandes rebaños migratorios de ñúes y cebras que se desplazan entre ambos parques. Como se explica más abajo, más de un millón de ñúes y 200.000 cebras se desplazan en busca de los mejores pastos, encontrando en su camino el río atestado de cocodrilos. Cuando los rebaños vadean la corriente, muchos animales mueren aplastados o ahogados y dejan sus huesos en las orillas del Mara. Desde julio hasta octubre Masai Mara está en pleno apogeo, con los visitantes estacionales poblando sus interminables praderas.
La ubicación de Masai Mara y su altitud, por encima de los 1.500 m, determinan un clima suave y más húmedo que en otras regiones del país. El paisaje de praderas herbáceas y la riqueza de nutrientes para los grandes rebaños se mantienen gracias a sus abundantes lluvias, que aquí duran desde noviembre hasta junio, fusionándose las dos estaciones de lluvias largas y cortas tan características en otros lugares de Kenya. Las tormentas nocturnas son frecuentes. En las colinas y las planicies, las praderas alternan con bosques de acacias y matorral. Las orillas del Mara y de las múltiples corrientes tributarias están flanqueadas por densos bosques ribereños.
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