Luxor (65.000 habitantes) es una de las ciudades invernales más bellas y tranquilas de Egipto, con su clima seco y cielos despejados. Luxor, la antigua Tebas, fue durante mucho tiempo la capital del reino faraónico. Su desarrollo empezó con la X dinastía, alcanzando su máximo apogeo durante el Imperio Nuevo (1.600-1.100 a.C.).
El visitante de Luxor centra su atención en dos grandes templos; el Gran Templo, o templo de Karnak, que se encuentra en el norte de la ciudad, mientras que el Templo de Luxor está situado en la ciudad.
Templo de Luxor
Este templo de Tebas, está consagrado a Amon-Ra y a su familia. El templo fue edificado básicamente en El reinado de Amenofis III de la XVIII dinastía, otros faraones posteriormente continuaron con las obras.
La visita del templo se inicia por un gran pilón delante del cual se alzan dos enormes estatuas de Ramsés II, su constructor, y un obelisco finamente labrado. La entrada del templo da acceso a un patio rodeado por claustros con columnas, entre las que se encuentran estaturas del rey, y una mezquita. La columnata está formada por 14 grandes columnas con capiteles en forma de papiros, detallados bajorrelieves de Tutankamon ilustran escenas de las festividades de Amon. El patio de Amenofis III, es la parte más antigua del edificio.
Templo de Karnak
Fue construido en el siglo XX a.C., comprende una zona de 100 hectáreas con varios monumentos y templos de gran interés. Al ser centro de la corona, y de la administración, las sucesivas dinastías añadieron nuevas construcciones hasta llegar a ser de una calidad y grandeza poco comunes. En sus claustros se celebraron oraciones y fiestas.
La entrada del templo está custodiada por una avenida con esfinges que unía Karnak con el Templo de Luxor.
La visita se inicia con el primer pilón (puerta monumental), el mayor del mundo, y cuya construcción –no terminada- se atribuye a los Tolomeos. El gran patio descubierto que sigue, alberga un pequeño templo de Ramsés III, para los barcos sagrados y un templo de Seti II. El segundo pilón está guardado por colosales estatuas de Ramsés. Punto culminante de la visita de Karnak es la gran sala hipóstila compuesta por 134 gigantescas columnas grabadas, de 23 metros de altura, obra construida en los tiempos de Amenofis III hasta Ramsés II. Del patio de los obeliscos se conservan dos, el de Tutmosis I y otro de su hija Hatsepsut, con un altura de 230 metros. Detrás, la sala de preciosos bajorrelieves, destacando “el jardín botánico”.
Un lago sagrado y numerosos vestigios alrededor del templo constituyen un auténtico museo al aire libre.
Una experiencia única constituye el espectáculo “Luz y Sonido” de Karnak, que evoca, en una brillante representación, la épica historia del templo.
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