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El extremo sur del continente americano separa, como una inmensa cuña, a los océanos Atlántico y Pacífico; al cabo de esa cuña, apuntando al Polo Sur se halla el Territorio Nacional de Tierrra de Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, cuya área supera el millón de kilómetros cuadrados.
La Antártida es demasiado distinta a todo lo conocido para ser comprendida en apenas doscientos años de exploración y de actividad científica. Aquí, todo es superlativo. La Antártida es el lugar más frío del mundo, el desierto más seco, la meseta más alta, el hielo más extenso y el continente más aislado. Los humanos nunca pisaron sus costas hasta 1.819, nunca colonizaron sus playas y nunca domesticaron su paisaje. No existe un lugar más salvaje que la Antártida. Ni tampoco un lugar más puro.
En los archipiélagos; Palmar, Merchior, Biscoe, se abre el fascinante recorrido de estrechos y canales bordeados de altas costas, y en la península de Trinidad comienzan las maravillas del Antártico, con los resplandecientes picachos negros que contrastan con los cambiantes tonos de imponentes glaciares que se fraccionan, al llegar al mar, en enormes témpanos. Ese mundo increíble, esta poblado de pájaros bobos, elefantes marinos, cormoranes, focas peleteras, y por la gigantesca ballena que llega a medir 33 metros de longitud, y a pesar 160 toneladas. Ese mundo pehístorico es atractivo suficiente, pero crece en el sabor a aventura, la posibilidad de conocer lo que muy pocos han visto, hasta convertirse en irresistible desafío para viajeros experimentados que desean huir de la rutina e internarse en un mundo indescriptible e inimaginable.
Perfil del lago Vostok (clicar para ver en mayor tamaño) |
Hay varias compañías de cruceros que realizan itinerarios por la Antártida, pero mi recomendación es que se realice en barcos pequeños, adecuados a las aguas infestadas de icebergs, con ellos vivirá de pleno la naturaleza, al poder desembarcar fácilmente y recorrer las bases y estaciones en zodiacs, mientras que los barcos grandes, con cientos de pasajeros, hacen que en lugar de un viaje a la prehistoria, sea un paseo por la 5ª avenida de NYC.
Normalmente los barcos pequeños, de expedición, son mas caros, pero van con equipados con personal especializado, profesores, geógrafos, historiadores, que son los que nos harán descubrir la existencia de este exótico continente.
La mayoría de ellos disponen de un mínimo de comodidades; Usuhaia, Placius, Quest, entre otros, exceptuando algunos como el MS Fram de la compañía Hurtigruten o el lujoso Prince Albert II de Silversea.
Actualmente las organizaciones mundiales están tratando de limitar los viajes por la Antártida, ya que afectan a ecosistema, y se estima que se limitará a embarcaciones con un limitado número de pasajeros.
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