KRUJA o KRUJË

 


Al norte de Tirana se halla la ciudad y condado homónimo de Krujë (también llamado Kruja). Convertido en un reclamo turístico por su aspecto medieval otomano, Krujë es uno de los lugares icónicos de Albania. El patrimonio arquitectónico con un aspecto medieval, los museos de la ciudad y su bazar, hacen de Kruja un punto necesario en el circuito por Albania.

Ciudad de Krujë

La carretera desde Tirana asciende en zig zag tomando altura hacia las montañas. Los bosques se hacen cada vez más densos, y entre la naturaleza reluce la bella ciudad de Krujë, con el castillo saludando como el monumento más destacado.

A Krujë se la conoce como la ciudad de Skanderbeg, el «héroe nacional» sobre el que el nacionalismo albanés del XIX construyó su identidad nacional. Gjergj Kastrioti, más conocido como Skanderbeg nació en Kruja y tras servir a los otomanos como astuto guerrero, se rebeló contra ellos, consiguiendo unir a otros líderes para encabezar la resistencia. Pero el castillo que empleo para comandar a sus huestes ya estaba presente al menos desde el siglo V o VI d.C.

Que ver en Krujë

El conjunto de Krujë sirve de representación de la cultura, historia y tradiciones albanesas. Además del castillo de Skanderberg y el museo de su figura, destaca el museo antropológico, así como el bazar y la casa tekke.

Castillo de Krujë

En lo alto de la colina el Castillo de Krujë está protegido por la defensa natural de las faldas de la montaña, y por el cinturón de murallas y nueve torres que cierran su perímetro. En la Edad Media Skanderbeg se sirvió de su ubicación y consistencia defensiva para dirigir las acciones bélicas encaminadas a luchar por el dominio de la actual Albania.

El Castillo de Kruja (en albanés, Kalaja e Krujës), es el símbolo de la resistencia albanesa contra los otomanos. Durante la revuelta albanesa de 1432-1436 Krujës fue asediada, pero el castillo resistió tres asaltos de los turcos con un ejército de y ni siquiera el propio Mehmed II «El Conquistador» logró quebrar la férrea defensa del castillo.

Años más tarde, fue aquí donde Skanderbeg ondeó la bandera albanesa por primera vez el 28 de noviembre de 1443 y donde él, junto con su ejército, resistió con éxito a las fuerzas otomanas durante más de 25 años. Fue la primera vez que Albania no estuvo regida por otros pueblos.

Hoy su interior es visitable, recorriendo el Teqe de Dollme de los Bektashi (una secta Sufi islámica), los restos de la mezquita Fatih Sultan Mehmet y su minarete, un museo de Skanderbeg, un baño turco y el museo etnográfico nacional. Las vistas de las montañas al atardecer son perfectas si optamos por quedarnos más de un día en Kruja.


Museo George Kastrioti Skanderbeg

En 1982 se abrieron las puertas del museo centrado en la figura de George Kastrioti. Fue diseñado por la hija del dictador Enver Hoxha y su marido, intentando combinar un estilo medieval. El recorrido por el museo nos muestra la historia clave de su figura en la resistencia contra el dominio otomano, incidiendo en sus orígenes como soldado a cargo de los sultanes, y su alzamiento contra sus antiguos señores. También aborda el apoyo que tuvo de los países católicos como el del rey de Aragón, Sicilia y Cerdeña Alfonso VI.

Su espacioso interior de siete niveles muestra réplicas de armaduras y pinturas que representan la lucha de Skanderbeg contra los otomanos. La mayoría de los paneles de información se muestran en albanés.

Museo etnográfico Nacional

Otro de los edificios importantes de Krujë es el museo etnográfico nacional. Esta casa tradicional otomana en el complejo del castillo debajo del Museo Skanderbeg alberga uno de los mejores museos etnográficos del país. Ubicado en una casa otomana original del siglo XIX que pertenecía a la acomodada familia Toptani, el museo muestra el estilo de vida de una familia pudiente, donde no faltaba mini hammam (baño turco), utensilios para producir cuero, y molino de agua. Las paredes están revestidas con frescos originales de 1764. En su jardín, por cierto, crece un olivo que la leyenda local cuenta fue plantado por el propio Skanderbeg.

Tekke

Justo en la parte inferior del complejo del castillo se encuentran los restos de un pequeño hammam (baño turco), así como un Tekke en funcionamiento. El tekke era un pequeño lugar de culto para los fieles que practican la rama Bektashi del Islam. Bellamente decorado ha sido mantenido desde 1789 por generaciones sucesivas de la familia Dollma.  En el verano, al menos, normalmente está abierto y se puede visitar el interior donde hay una capilla decorada con alfombras, bordados y fotografías.

Bazar

Las calles estrechas del centro urbano bajo el castillo albergan el histórico bazar otomano. Restaurado en 2015 es un buen lugar para hacer compra de productos tradicionales y souvenirs, desde manteles bellamente bordados, cafeteras y platos de cobre. Un buen lugar para comenzar a explorarlo es la calle (Rruga) de Pazari Vjeter, cerca del ayuntamiento. Las calles empedradas se cruzan asemejando un pequeño laberinto. Se respira algo del bazar del siglo XV, aunque los productos que se venden tienen en estos tiempos vocación turística.

Mezquita

En las calles del bazar destaca el minarete de la mezquita, conocida como Murad Bey Mosque. Durante los años de nación laica de Albania la mezquita cerró y su minarete fue destruido. En 1991 se rehabilitó y es Monumento Nacional de Krujë.

 

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