Koprivshtitsa y el Renacimiento Búlgaro
El 20 de abril de 1876 miembros del Comité Central Revolucionario de Bulgaria atacaron y sitiaron la comisaría de Koprivshtitsa, en manos de los otomanos. Para situarnos, el Imperio otomano había controlado el país durante nada menos que cinco siglos. En ese momento comenzó el que se denominaría “levantamiento de abril”. En realidad, estaba previsto para un par de semanas después, pero el ataque a la comisaría no salió tan bien como planeaban y todo se precipitó.
Casa Todor Kableshkov Levantamiento
Solo por este dato histórico podría merecer la pena visitar el pueblo si eres un apasionado de la historia. Más aún si lo eres de la historia búlgara. Pero no sabemos cuántos apasionados de la historia búlgara habrá fuera de Bulgaria… A nosotros nos gusta la historia, pero la búlgara en concreto no justificaba el viaje. Lo que nos llevó hasta Koprivshtitsa fueron sus casas de arquitectura tradicional. Casas, algunas transformadas hoy en museos, que se construyeron durante el periodo conocido como Renacimiento Búlgaro. Ahora ya sí que el viaje desde Sofía –unos 110 km, está justificado. Es más, Koprivshtitsa fue declarada ciudad-museo en 1952 y reserva arquitectónica e histórica desde 1971.
La Casa Oslekova
Está construida en el período 1853-1856 por el comerciante de ganado Nencho Oslekov, que más tarde se dedicó a la producción y la venta de tejidos. Por otra parte, en sus talleres se fabrican los uniformes de los participantes en la Insurrección de abril de 1876. Por esa razón y su participación en los acontecimientos, como cómplice, después de la rebelión Nencho Oslekov es detenido y ahorcado. La casa es obra del Maestro Mincho, los frescos de Kosta Zograf, ambos de la ciudad de Sámokov. La casa es asimétrica debido a la poca superficie disponible para la construcción. Dispone de una parte central y un ala. La fachada del 2º piso es soportada por 3 columnas de cedros. Se accede por las escaleras exteriores de madera. La casa impresiona sobre todo con su construcción original y sus frescos murales. Sin duda, es una las casas más bonitas de Koprivchtitsa que desde 1956 fue declarada museo etnográfico. Restituida a sus propietarios en 2013, actualmente está cerrada al público.
Iglesia Santa Madre de Dios
Se construyó en 1817 en el lugar donde había una iglesia más antigua que fue incendiada por los otomanos kardzhalii (que eran, un grupo de desertores del ejército otomano que, se aprovechan de la decadencia del poder central y, se abastecían a través saqueos e invasiones sobre las poblaciones cristianas sometidas).
Las comunidades de los oficios de Koprivchtitsa obtienen la autorización del sultán para la construcción de la iglesia. Desde un punto de vista arquitectónico, es una basílica de tres edificios. El edificio es bajo, con poca iluminación natural y decorada en el exterior como las casas con el fin de no atraer las miradas durante la época del yugo otomano. El iconostasio tallado es obra de uno de los maestros más grandes de Bulgaria, Hadzhi Georgui de Vidin, representante de la Escuela de Triavna. La iglesia guarda también iconos de un gran valor artístico.
Disponía antes de dos dependencias, una del monasterio de Shilendar, y la otra del monasterio de Rila. Los religiosos de estos dos monasterios crearon las primeras escuelas en Koprivshtitsa.
El campanario de la iglesia se construye más tarde, en 1896 con las donaciones del conocido comerciante Hadzhi Nencho Palaveev, el búlgaro más rico de todas las épocas. Él financia la construcción de una gran parte de los edificios públicos en Koprivshtitsa y crea un fondo garantizado para asegurar el desarrollo de la ciudad. Desafortunadamente, el poder comunista utilizó el fondo hasta agotarlo completamente en 1980. Enterrado en el patio de la iglesia en 1936, Según la leyenda su alma dolida, deambulaba por las calles de Koprivshtitsa, descontenta por el derroche de su fortuna que él dejó a la ciudad.
La Casa Lutova
Es un ejemplo perfecto de la arquitectura Renacentista búlgara. Construida en 1854 por constructores artesanos de Plovdiv, esta casa impresiona con sus paredes decoradas y sus techos tallados. Vendida en 1906 al comerciante Petko Lutov, de ahí el nombre con el que conocemos la casa en la actualidad. En la exposición de la planta baja se pueden observar mantas de lana, utilizadas tanto para dormir, como para cubrir los suelos. Elaboradas muchas veces en la misma casa, pintadas de colores naturales, esas mantas son el complemento perfecto de este conjunto arquitectónico. El visitante puede también conocer e imaginarse el interior de las casas de Koprivchtitsa del XIX s.
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