FOUGÈRES


Lo primero que hicimos al llegar a Fougères fue buscar un lugar donde estacionar el coche. Este fue uno de los pocos lugares que visitamos donde no teníamos un aparcamiento planificado con anterioridad, pero es que no es para nada necesario. Encontramos muchas calles residenciales con zonas de aparcamiento vacías y cerca del centro del pueblo, por lo que dejamos el coche en una cualquiera. Concretamente en la Rue du Champ Rossignol.

Debo decir que, aunque está opción es muy viable si haces un viaje similar al nuestro, no estoy segura de si se pueden aparcar autocaravanas en calles residenciales. Es posible que si estas utilizando un vehículo grande debas buscar algún aparcamiento más específico.

Nuestra visita a Fougères fue muy breve ya que teníamos que visitar Vitré en la misma mañana y después volver a Rennes. Como ya he dicho, el clima no acompañó mucho, por lo que fue más una visita panorámica que una en profundidad.

Desde donde dejamos el coche, atravesamos una pequeña parte del pueblo en dirección al Jardín público de Fougères (sí, en Google Maps es el único nombre que aparece). El jardín en sí tiene su encanto, con diversas esculturas y varios caminos por los que recorrerlo. Allí también encontramos la Iglesia de Saint-Léonard, cuya fachada es preciosa.

Aunque sin duda el mayor motivo para acercarse hasta aquí son las vistas que se tienen de Fougères y sus alrededores. El propio jardín actúa como mirador desde el cual puedes contemplar el Château o Castillo de Fougères, su muralla y el casco antiguo. Y las vistas a las casas de piedra repartidas a lo largo del campo rodeadas de árboles también son dignas de admiración.

Desgraciadamente no tuvimos tiempo de acercarnos a visitar el castillo (al cual se puede entrar pagando 8,50€) o las calles del casco antiguo. Nuestra visita por esa pequeña zona del pueblo duró poco menos de 1 hora; pero si tienes un poco más de tiempo estoy segura de que merece la pena acercarse y ver el resto.

Si vas a añadir Fougères a tu itinerario de viaje, te diría que le dedicases un poco más de tiempo del que pudimos darle nosotras. No es un pueblo muy grande, pero si quieres disfrutarlo con calma y poder ver tanto el mirador que te he comentado como el casco antiguo, necesitarás un par de horas. Estoy segura de que visto más a fondo merece aun más la pena.

Por otro lado, tengo que advertirte de que hay unas cuantas cuestas (para variar). Por suerte Fougères en general está asfaltado o con aceras en buen estado. Incluso el jardín del mirador tiene buenos caminos por los que es fácil pasar incluso con un carrito o silla de ruedas.

 

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