A diez kilómetros de Olot sentido Banyoles, muy cerca de la Fageda d’en Jordà y del Volcán Croscat con quienes forma un triángulo natural y cultural extraordinario, se abraza a sí misma una población amurallada llamada Santa Pau.
En la Alta Edad Media fue allí construido el espléndido castillo de los Barones de Santa Pau. En torno a esta fortaleza de plaza cuadrada, hoy abandonada, nació el pueblo medieval que podemos visitar hoy día. Es del siglo XIII y ha cambiado relativamente poco su fisonomía desde entonces. Al otro lado del castillo habría que buscar el otro corazón de Santa Pau, su plaza principal y triangular conocida como Firal dels bous, que hace referencia al mercado de ganado que se celebraba en la localidad (En castellano literalmente significa «feria de toros», que por supuesto también englobaría a las vacas).
Dos de los lados de la plaza están porticados, advirtiéndose tanto arcos de medio punto como de otros estilos postreros. La iglesia de Santa María, gótica y con un curioso campanario almenada, preside esta tranquila plaza.
Pero basta salir de ésta y pretender perderse, aunque el casco viejo de Santa Pau sea minúsculo, para disfrutar de uno de los parajes medievales mejor conservados de La Garrotxa junto a Besalú.
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