La localidad de Pucará está situada a 70 kilómetros al norte de Juliaca, al borde de la carretera que conduce al Cuzco, a 3910 msnm, en el sur del Perú.
Famosos por ser el sitio en el cual se fabrican los “toritos de Pucará”, que se cuelgan tradicionalmente en la entrada de las casas no solo con fines decorativos sino también para alejar las malas vibraciones, su nombre proviene del aymará que significa fortaleza y posee raíces preincaicas.
Una cultura que adoraba al cóndor, el sapo y el puma, aún pueden verse a las afueras del centro urbano, los vestigios de la civilización pucará- poseedora de enormes conocimientos de ingeniería hidráulica y arquitectónica- a través de sus monolitos, viviendas, construcciones subterráneas y centro ceremoniales.
Es imperdible la visita al Museo Lítico, donde se pueden apreciar esculturas zoomorfas, y gran cantidad de piezas de incalculable valor arqueológico. A tan solo 1 km. de Pucará también puede visitarse Kalasaya, que cuenta con dos áreas bien diferenciadas: una ceremonial que cuenta con 9 pirámides; y el área urbana. Este complejo que cubre una superficie de 500 hectáreas, data del año 200 a. C. y fue restaurado en el año 1986.
LA RAYA
La raya es la frontera entre las regiones de Cusco y Puno, es un espacio natural típico de la zona Puna, la flora circundante está compuesta de Ichu y su fauna compuesta por Alpacas, llamas y Vicuñas.
La raya es el punto más alto en la ruta Puno a Cusco que está a 4338 msnm lugar frio y remoto, es este lugar observaremos los nevados de la cordillera de los andes, aquí nacen los ríos que van al Cusco dando origen al rio amazonas y los que van a Puno serán tributarios del lago Titicaca.
ANDAHUAYLILLAS
Es un pequeño poblado erigido a más de 3000 metros de altura sobre el nivel del mar, en medio de altas montañas y que tiene como cabecera al distrito que lleva el mismo nombre, ubicado a 35 kilómetros al sureste de Cusco. Antiguamente este poblado se llamaba Antawaylla, cuyo significado era “pradera cobriza” y sus tierras eran consideradas muy fértiles.
Una de las principales características de esta localidad, es una pequeña iglesia construida en el año 1580, considerada la Capilla Sixtina del Perú, que se presenta extremadamente sencilla en su parte exterior, en contraste con sus interiores de estilo barroco colonial, con techos policromados, altares dorados y enormes murales. Andahuaylillas ofrece dos enormes atractivos turísticos:
La “Capilla Sixtina” de América
La iglesia San Pedro de Andahuaylillas (consierada la Capilla Sixtina de América) es la mayor atracción y es una obra de los Jesuítas que data de los siglos XVI y XVII. Construida con paredes anchas y ladrillos de barro cuenta con una bellísima fachada ornamentada con murales y dos columnas de piedra en tanto que su interior se encuentra decorado de una manera increíble, con importantes obras entre las que sobresale el cuadro de la “Virgen de la Asunción”. El recorrido permite apreciar una valiosa colección de lienzos pertenecientes a la Escuela Cusqueña y que representa la vida de San Pedro.
Aún se conservan algunos restos de la construcción inca en el interior de su recinto y en el patio del frente se pueden observar tres enormes cruces que representan la Trinidad, símbolo Santo de Catolicismo. Las paredes de la Iglesia se encuentran cubiertas por gran cantidad de frescos y el techo presenta una ornamentación de flores con hojuelas de oro. El Altar es alto y de estilo barroco, confeccionado en madrea de cedro y ostenta en el centro una efigie de la “Virgen del Rosario”.
Muy cerca del Altar se ubica la sacristía, donde se guarda la ropa de los sacerdotes íntegramente bordada con hilos de oro y plata además de valiosos objetos y joyas y oro que fueron sustraídos durante un robo en el año 1992.
La Plaza de Armas de Andahuaylillas
Es una de las plazas más bellas de toda la zona y se encuentra rodeada de grandes árboles de coral o pisonay y árboles de palma. El lugar se encuentra en cercanías de Huaro, una localidad en la cual residían antiguamente los brujos en tempos de los Incas. Allí se puede recorrer un magnífico Templo Colonial, que cuenta con varios murales, obra de Tadeo Escalante (1803).
La Plaza de Armas continúa siendo el corazón de la ciudad y originariamente recibía el nombre de “Aucaypata” (Plaza de Guerra), ostentando el doble del tamaño actual. Es un sitio para relajarse y disfrutar, viendo a la gente del lugar mezclándose con los turistas del mundo entero mientras se toma un café en el balcón de madera de alguno de los muchos bares del lugar.
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