De entrada mencionar que la ciudad no ofrece demasiados lugares de interés, sin menospreciar la Ciudadela, el Teatro romano y la nueva Mezquita de Hussein, donde no nos permitieron el acceso.
La Ciudad antigua nos ofrece una serie de calles llenas de comercios locales, con un gran bullicio que, sólo se ve interrumpido por las llamadas a la oración, allí encontramos tiendas de productos dispares y lo mejor, los pequeños puestos donde nos sirven deliciosos zumos de frutas.
La parte moderna es una copia de los centros comerciales europeos, con repetición de nuestras mismas tiendas, pezcladas con alguna aportación local.
El interés de Jordania está fuera de la gran ciudad, que sólo nos sirve para llegar hasta el país.
HISTORIA Y CULTURA DE AMAN
Para hablar de la historia de Amán, debemos remontarnos hasta nueve milenios antes de la Edad de Piedra. Fue uno de los asentamientos neolíticos más grandes (6.500 aC) jamás descubiertos en Oriente Próximo. La colina de la Ciudadela alberga tumbas de la Edad del Bronce (del 3300 al 1200 aC).
A comienzos de la Edad del Hierro, Amán se había convertido en capital de los amonitas, mencionados en la Biblia, y recibía el nombre de Rabbath-Ammon. Fue aquí donde el Rey David de Israel mató a Urías, el Hitita. En aquella época, una muralla de torres rodeaba la ciudad (hoy en día todavía pueden verse las mejor preservadas), pero no sirvieron de mucho contra el ataque del Rey David. Sus fuerzas derrotaron a los amonitas y, aparte de un breve resurgimiento en los siglos IX y VIII aC, la zona fue dominada por asirios, babilonios y persas durante cientos de años. Hacia el siglo IV aC, la ciudad ya había tomado el nombre de "Filadelfia" en honor a su gobernante ptolemaico, Filadelfio.
El dominio seléucida y nabateo continuó hasta el año 63 aC, cuando la ciudad fue conquistada por el Imperio Romano y el general romano Pompeyo se anexionó Siria, y convirtió a Filadelfia en parte de la Decápolis, una alianza de diez ciudades-estado libres que profesaban lealtad incondicional a Roma. Los romanos reconstruyeron la ciudad con calles franqueadas por columnas, baños, un teatro e impresionantes edificios públicos. Filadelfia se encontró de pronto en el centro de la nueva provincia romana de Arabia y de las lucrativas rutas comerciales entre el Mediterráneo y el interior, que se extendían hasta la India y China, así como hacia el norte y el sur. Como consecuencia, la ciudad floreció.
Durante el periodo bizantino, cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano Oriental, la ciudad fue el lugar de residencia de un obispo cristiano y se construyeron dos iglesias. A principios del siglo VII, el Islam se extendía desde la península arábiga hacia el norte y, hacia el 635 dC, ya había llegado a este territorio. La ciudad retomó su nombre semítico original de Ammon o, como se conoce hoy en día, Amán
Debido a los diversos cambios políticos sufridos por la ciudad a lo largo de los siglos siguientes, las fortunas de Amán fueron en declive. Durante las Cruzadas y bajo el dominio de los mamelucos de Egipto, la importancia de Amán descendió y la ciudad de Karak, situada en el Sur, ocupó su puesto. Hacia el año 1321 dC, se escribió de Amán: "una ciudad muy antigua y arruinada antes de la llegada del Islam... existe una gran cantidad de ruinas que son atravesadas por el río al-Zarqa”.
Bajo el dominio del Imperio Otomano, Amán permaneció como una pequeña ciudad atrasada y As-Salt se convirtió en la localidad principal de la zona. En 1806, la ciudad estaba deshabitada; solo vivían en ella algunos beduinos.
La partida de los otomanos de la región coincidió con el éxodo de un gran número de circasianos y otras tribus musulmanas perseguidas desde el Cáucaso. Encontraron refugio en la zona y crearon un asentamiento en la ribera este del río Jordán. Aunque la mayoría eran agricultores, entre estos primeros colonos también había orfebres de oro y plata y artesanos. No tardaron mucho en construir caminos para unir estos asentamientos con Amán. Y el comercio, de nuevo, floreció.
LA CIUDADELA
La Ciudadela de Amán es un lugar histórico nacional situado en el centro de Amán, Jordania. Denominada en árabe Jabal al-Qal'a, (جبل القلعة), esta colina con forma de L es una de las siete jabals que componían originalmente Amán. Se han encontrado evidencias de ocupación desde el Neolítico, que la hacen uno de los lugares habitados continuamente más antiguos del mundo.1 Fue habitado por diferentes pueblos y culturas hasta el momento de los Omeyas, después de lo cual llegó un período de declive y durante gran parte del tiempo hasta 1878 la antigua ciudad se convirtió en una pila abandonada de ruinas que solo los agricultores beduinos y estacionales usaban esporádicamente.234
En la historia de la Ciudadela están presentes civilizaciones importantes que se extendían por continentes y prosperaban durante siglos, ya que cada imperio dejaba paso al siguiente. También fue testigo del nacimiento de las tres grandes religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e islam. La Mezquita Omeya está dentro de la ciudadela, lo que se atribuye a la continua habitación de la zona durante años por las tres religiones monoteístas.
La ciudadela ha estado habitada más de 7000 años. Supone un viaje en el tiempo, con un impresionante museo al aire libre para explorar. Dentro de la ciudadela está ubicado el Museo arqueológico de Jordania, que contiene una colección de estos objetos, junto con los de otros lugares históricos de Jordania.
Aunque las murallas rodean el centro del lugar, durante antiguos períodos de ocupación los asentamientos cubrieron superficies más grandes, fuera de la muralla. Las estructuras, tumbas, arcos, murallas y escaleras históricas no están rodeadas por estructuras modernas, y por tanto la ciudadela tiene un considerable potencial arqueológico, junto con los terrenos cercanos.Los arqueólogos han estado trabajando en el sitio desde la década de 1920, incluyendo proyectos italianos, británicos, franceses, españoles y jordanos, pero una gran parte de la Ciudadela permanece sin excavar.5
Cerca de aquí, se encuentran los restos de una pequeña basílica bizantina y a unos 100 metros al sur de la iglesia están los restos de lo que se considera fue el Templo de Hércules, también conocido como el Gran templo de Amán, construido durante el reinado del emperador Marco Aurelio.
La Mezquita del Rey Hussein, también llamada mezquita al-Husseini, es una mezquita de estilo otomano reconstruida en 1924 en el emplazamiento de una antigua mezquita. El zoco de oro más famoso de Amán no queda lejos.
La mezquita fue inaugurada en 2006 y se convirtió en la mezquita nacional. Es la mayor mezquita construida en el país y fue erguida para reflejar la arquitectura Umayyad predominante en muchos lugares históricos en Jordania.
Pero fue con la construcción del ferrocarril de Hejaz Hejaz cuando realmente la ciudad volvió a la vida. El ferrocarril, que unía Damasco con Medina, pasaba por Amán. En 1902, una vez más, Amán volvió a ser el centro de una bulliciosa ruta comercial y su población empezó a crecer. En 1905, la ciudad tenía una población de aproximadamente 3.000 personas.
El 15 de mayo de 1923, surgió el Emirato de Transjordania, con el emir Abdullah, un hachemita descendiente directo del profeta Mahoma (la paz sea con él), como su indiscutible líder. El 22 de marzo de 1946, Transjordania obtuvo su independencia. Dos meses más tarde, el título de emir de Abdullah se cambió a rey y se cambió el nombre al país, denominándolo Reino hachemita de Jordania, con Amán como su capital.
TEATRO ROMANO
El teatro Romano de Amán es un monumento construido en el siglo II.12 Con aforo para 6 mil personas, es uno de los sitios históricos más famosos de la capital jordana y data del periodo romano cuándo esa ciudad era conocida como Filadelfia.3 El teatro y el odeón cercano flanquean la Plaza Hachemita hacia el sur y el este, respectivamente, mientras que el ninfeo también de la época romana está a escasos pasos en dirección hacia el suroeste.
El teatro fue construido durante el reinado de Antonino Pío. Esta enorme estructura podía albergar a aproximadamente 6 000 personas sentadas. Fue construido en una ladera y orientado hacia el norte para cubrir del sol a los espectadores.
Fue dividido en tres secciones horizontales (diazomata). Los accesos laterales (paradoi) fueron hechos a nivel de piso, uno dirigido hacia la orquesta y otro hacia el escenario. Los espacios detrás de estas entradas ahora albergan el Museo Jordano de Tradiciones Populares y el Museo Jordano del Folklor.
El teatro es utilizado como local para actividades culturales como la Feria Internacional del Libro de Amán, la ceremonia de entrega de premios del Maratón de Amán, y conciertos musicales como el Festival de Música Al-Balad.
CULTURA
Con el paso de las décadas, la ciudad se ha ampliado y se ha convertido en una metrópoli moderna, comercial y con mucha vida, de aproximadamente dos millones de habitantes. Podemos encontrar excelentes hoteles y alojamientos, restaurantes exquisitos, cafeterías, centros comerciales, oficinas y lujosas mansiones que han sustituido a las antiguas viviendas. Sin embargo, aún se pueden contemplar muchos de los restos de la antigua ciudad.
Además de su gran número de sitios arqueológicos, Amán tiene muchos museos, galerías de arte y centros culturales, así como teatros y cines.
La Ciudad antigua nos ofrece una serie de calles llenas de comercios locales, con un gran bullicio que, sólo se ve interrumpido por las llamadas a la oración, allí encontramos tiendas de productos dispares y lo mejor, los pequeños puestos donde nos sirven deliciosos zumos de frutas.
La parte moderna es una copia de los centros comerciales europeos, con repetición de nuestras mismas tiendas, pezcladas con alguna aportación local.
El interés de Jordania está fuera de la gran ciudad, que sólo nos sirve para llegar hasta el país.
HISTORIA Y CULTURA DE AMAN
Para hablar de la historia de Amán, debemos remontarnos hasta nueve milenios antes de la Edad de Piedra. Fue uno de los asentamientos neolíticos más grandes (6.500 aC) jamás descubiertos en Oriente Próximo. La colina de la Ciudadela alberga tumbas de la Edad del Bronce (del 3300 al 1200 aC).
A comienzos de la Edad del Hierro, Amán se había convertido en capital de los amonitas, mencionados en la Biblia, y recibía el nombre de Rabbath-Ammon. Fue aquí donde el Rey David de Israel mató a Urías, el Hitita. En aquella época, una muralla de torres rodeaba la ciudad (hoy en día todavía pueden verse las mejor preservadas), pero no sirvieron de mucho contra el ataque del Rey David. Sus fuerzas derrotaron a los amonitas y, aparte de un breve resurgimiento en los siglos IX y VIII aC, la zona fue dominada por asirios, babilonios y persas durante cientos de años. Hacia el siglo IV aC, la ciudad ya había tomado el nombre de "Filadelfia" en honor a su gobernante ptolemaico, Filadelfio.
El dominio seléucida y nabateo continuó hasta el año 63 aC, cuando la ciudad fue conquistada por el Imperio Romano y el general romano Pompeyo se anexionó Siria, y convirtió a Filadelfia en parte de la Decápolis, una alianza de diez ciudades-estado libres que profesaban lealtad incondicional a Roma. Los romanos reconstruyeron la ciudad con calles franqueadas por columnas, baños, un teatro e impresionantes edificios públicos. Filadelfia se encontró de pronto en el centro de la nueva provincia romana de Arabia y de las lucrativas rutas comerciales entre el Mediterráneo y el interior, que se extendían hasta la India y China, así como hacia el norte y el sur. Como consecuencia, la ciudad floreció.
Durante el periodo bizantino, cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano Oriental, la ciudad fue el lugar de residencia de un obispo cristiano y se construyeron dos iglesias. A principios del siglo VII, el Islam se extendía desde la península arábiga hacia el norte y, hacia el 635 dC, ya había llegado a este territorio. La ciudad retomó su nombre semítico original de Ammon o, como se conoce hoy en día, Amán
Debido a los diversos cambios políticos sufridos por la ciudad a lo largo de los siglos siguientes, las fortunas de Amán fueron en declive. Durante las Cruzadas y bajo el dominio de los mamelucos de Egipto, la importancia de Amán descendió y la ciudad de Karak, situada en el Sur, ocupó su puesto. Hacia el año 1321 dC, se escribió de Amán: "una ciudad muy antigua y arruinada antes de la llegada del Islam... existe una gran cantidad de ruinas que son atravesadas por el río al-Zarqa”.
Bajo el dominio del Imperio Otomano, Amán permaneció como una pequeña ciudad atrasada y As-Salt se convirtió en la localidad principal de la zona. En 1806, la ciudad estaba deshabitada; solo vivían en ella algunos beduinos.
La partida de los otomanos de la región coincidió con el éxodo de un gran número de circasianos y otras tribus musulmanas perseguidas desde el Cáucaso. Encontraron refugio en la zona y crearon un asentamiento en la ribera este del río Jordán. Aunque la mayoría eran agricultores, entre estos primeros colonos también había orfebres de oro y plata y artesanos. No tardaron mucho en construir caminos para unir estos asentamientos con Amán. Y el comercio, de nuevo, floreció.
LA CIUDADELA
La Ciudadela de Amán es un lugar histórico nacional situado en el centro de Amán, Jordania. Denominada en árabe Jabal al-Qal'a, (جبل القلعة), esta colina con forma de L es una de las siete jabals que componían originalmente Amán. Se han encontrado evidencias de ocupación desde el Neolítico, que la hacen uno de los lugares habitados continuamente más antiguos del mundo.1 Fue habitado por diferentes pueblos y culturas hasta el momento de los Omeyas, después de lo cual llegó un período de declive y durante gran parte del tiempo hasta 1878 la antigua ciudad se convirtió en una pila abandonada de ruinas que solo los agricultores beduinos y estacionales usaban esporádicamente.234
En la historia de la Ciudadela están presentes civilizaciones importantes que se extendían por continentes y prosperaban durante siglos, ya que cada imperio dejaba paso al siguiente. También fue testigo del nacimiento de las tres grandes religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e islam. La Mezquita Omeya está dentro de la ciudadela, lo que se atribuye a la continua habitación de la zona durante años por las tres religiones monoteístas.
La ciudadela ha estado habitada más de 7000 años. Supone un viaje en el tiempo, con un impresionante museo al aire libre para explorar. Dentro de la ciudadela está ubicado el Museo arqueológico de Jordania, que contiene una colección de estos objetos, junto con los de otros lugares históricos de Jordania.
Aunque las murallas rodean el centro del lugar, durante antiguos períodos de ocupación los asentamientos cubrieron superficies más grandes, fuera de la muralla. Las estructuras, tumbas, arcos, murallas y escaleras históricas no están rodeadas por estructuras modernas, y por tanto la ciudadela tiene un considerable potencial arqueológico, junto con los terrenos cercanos.Los arqueólogos han estado trabajando en el sitio desde la década de 1920, incluyendo proyectos italianos, británicos, franceses, españoles y jordanos, pero una gran parte de la Ciudadela permanece sin excavar.5
Cerca de aquí, se encuentran los restos de una pequeña basílica bizantina y a unos 100 metros al sur de la iglesia están los restos de lo que se considera fue el Templo de Hércules, también conocido como el Gran templo de Amán, construido durante el reinado del emperador Marco Aurelio.
La Mezquita del Rey Hussein, también llamada mezquita al-Husseini, es una mezquita de estilo otomano reconstruida en 1924 en el emplazamiento de una antigua mezquita. El zoco de oro más famoso de Amán no queda lejos.
La mezquita fue inaugurada en 2006 y se convirtió en la mezquita nacional. Es la mayor mezquita construida en el país y fue erguida para reflejar la arquitectura Umayyad predominante en muchos lugares históricos en Jordania.
Pero fue con la construcción del ferrocarril de Hejaz Hejaz cuando realmente la ciudad volvió a la vida. El ferrocarril, que unía Damasco con Medina, pasaba por Amán. En 1902, una vez más, Amán volvió a ser el centro de una bulliciosa ruta comercial y su población empezó a crecer. En 1905, la ciudad tenía una población de aproximadamente 3.000 personas.
El 15 de mayo de 1923, surgió el Emirato de Transjordania, con el emir Abdullah, un hachemita descendiente directo del profeta Mahoma (la paz sea con él), como su indiscutible líder. El 22 de marzo de 1946, Transjordania obtuvo su independencia. Dos meses más tarde, el título de emir de Abdullah se cambió a rey y se cambió el nombre al país, denominándolo Reino hachemita de Jordania, con Amán como su capital.
TEATRO ROMANO
El teatro Romano de Amán es un monumento construido en el siglo II.12 Con aforo para 6 mil personas, es uno de los sitios históricos más famosos de la capital jordana y data del periodo romano cuándo esa ciudad era conocida como Filadelfia.3 El teatro y el odeón cercano flanquean la Plaza Hachemita hacia el sur y el este, respectivamente, mientras que el ninfeo también de la época romana está a escasos pasos en dirección hacia el suroeste.
El teatro fue construido durante el reinado de Antonino Pío. Esta enorme estructura podía albergar a aproximadamente 6 000 personas sentadas. Fue construido en una ladera y orientado hacia el norte para cubrir del sol a los espectadores.
Fue dividido en tres secciones horizontales (diazomata). Los accesos laterales (paradoi) fueron hechos a nivel de piso, uno dirigido hacia la orquesta y otro hacia el escenario. Los espacios detrás de estas entradas ahora albergan el Museo Jordano de Tradiciones Populares y el Museo Jordano del Folklor.
El teatro es utilizado como local para actividades culturales como la Feria Internacional del Libro de Amán, la ceremonia de entrega de premios del Maratón de Amán, y conciertos musicales como el Festival de Música Al-Balad.
CULTURA
Con el paso de las décadas, la ciudad se ha ampliado y se ha convertido en una metrópoli moderna, comercial y con mucha vida, de aproximadamente dos millones de habitantes. Podemos encontrar excelentes hoteles y alojamientos, restaurantes exquisitos, cafeterías, centros comerciales, oficinas y lujosas mansiones que han sustituido a las antiguas viviendas. Sin embargo, aún se pueden contemplar muchos de los restos de la antigua ciudad.
Además de su gran número de sitios arqueológicos, Amán tiene muchos museos, galerías de arte y centros culturales, así como teatros y cines.
No hay comentarios:
Publicar un comentario