Hermosa ciudad, aunque la información es bastante caótica, en la oficina de turismo nos dieron la información, que posteriormente el horario de la Catedral no era correcto, la puerta principal está bloqueada por el montaje de las procesiones y ademas abrirán una hora más tarde, porqué han tenido una boda, algo que en la oficina de turismo no nos informo y cuando fuimos para saber a que hora abrirían, tampoco lo sabían.
Este es uno de los problemas que antes no comentaba, pero que ahora creo que hay que hacerlo, estas poblaciones quieren turistas, y posteriormente no saben gestionarlo.
Murcia, capital de la Región de Murcia, asentada en el Valle del Río Segura y flanqueada al sur por las sierras de Carrascoy y Cresta del Gallo, ofrece a lo largo de todo el año una amplia oferta cultural y de actividades lúdicas, acompañadas siempre de una primavera continua.
Este es uno de los problemas que antes no comentaba, pero que ahora creo que hay que hacerlo, estas poblaciones quieren turistas, y posteriormente no saben gestionarlo.
Murcia, capital de la Región de Murcia, asentada en el Valle del Río Segura y flanqueada al sur por las sierras de Carrascoy y Cresta del Gallo, ofrece a lo largo de todo el año una amplia oferta cultural y de actividades lúdicas, acompañadas siempre de una primavera continua.
Sin duda el monumento mas emblemático de la ciudad es la Catedral (siglos XIV-XIX), de la que destacan su fachada barroca, donde escultura y arquitectura se unen para alumbrar una maravillosa obra de arte; su torre de noventa y dos metros de altura y la Capilla de los Vélez, auténtica joya del gótico isabelino. En su interior el Museo de Arte Sacro y frente a ella, el Palacio Episcopal. Barrocas son la Iglesia de San Juan de Dios, que alberga un museo de imaginería religiosa, y las de San Nicolás y San Miguel, cuyos retablos definen perfectamente el peculiar estilo del Siglo de Oro español en Murcia. El Convento de San Esteban (siglo XVI), hoy sede del Gobierno Regional, fue el primer colegio de Jesuitas de España y su iglesia, actualmente desacralizada, alberga magníficas exposiciones temporales. Junto al Palacio de Almudí, hoy Centro de Arte y Archivo Histórico de la ciudad, con una impresionante sala de columnas, hallamos las ruinas de las murallas que rodeaban la ciudad (siglo XI-XII). Del siglo XIX, destacar el Ayuntamiento, el Teatro Romea o el Casino, lugar en el que admirará la galería acristalada, el vestíbulo, los patios neonazarí y pompeyano, o el espectacular salón de baile estilo Luís XV.
Entre los museos, el dedicado al escultor e imaginero Francisco Salzillo, en el que se pueden admirar sus célebres pasos de Semana Santa y su magnífico belén barroco. Otros museos destacables son el de Santa Clara la Real, Bellas Artes, el Museo Arqueológico, que contiene una de las más completas colecciones Ibéricas del país, el Museo Ramón Gaya, donde admirar la obra de este pintor galardonado con el Premio Velázquez de las Artes, el Museo de Arte Sacro de la Catedral, el Espacio Molinos del Río-Caballerizas, el Museo de la Ciencia y el Museo de la Ciudad.
Es obligado el recorrido por los alrededores de la ciudad. Así, en el Parque Natural de El Valle podemos visitar el Centro de Visitantes La Luz, junto al eremitorio del mismo nombre. En dicho centro se nos muestra la historia del lugar con una exposición permanente en torno a los primitivos asentamientos íberos del lugar, hasta llegar al siglo XX. Desde el centro podemos disfrutar de una espléndida panorámica del paisaje de la sierra, valle y costa mediterránea. El centro está dotado de cafetería-restaurante y de un Departamento de Actividades de la Naturaleza, desde donde se organizan rutas de senderismo y escalada a lo largo de todo el año. Desde allí, a escasos minutos, a través del Sendero Cultural de El Valle, podemos llegar a la Ermita de San Antonio el Pobre, de estilo barroco murciano, enclavada en un lugar privilegiado de la sierra, cercana al Convento Franciscano de Santa Catalina del Monte, y donde se expone y explica la vida, usos y costumbres de los eremitas que poblaron el lugar. En la pedanía cercana de Algezares, y también en el Parque Natural se erige el Santuario de la Virgen de la Fuensanta (siglo XVII), patrona de la ciudad.
Asímismo, en la pedanía huertana de Guadalupe el Monasterio de los Jerónimos (siglo XVIII), conocido como el Escorial murciano, actual sede de la Universidad Católica de San Antonio, se nos muestra en todo su esplendor. Entre los numerosos vestigios arqueológicos cabe destacar el del Castillo, Castillejo y Castelar de Larache, en Monteagudo, la Basílica paleocristiana de Algezares o el Martiryum paleocristiano de La Alberca. También conviene visitar el Museo de la Huerta de Alcantarilla, donde conocer la típica barraca, modesta vivienda del huertano durante mas de cuatro siglos, y la noria de herencia árabe que, junto con la de La Ñora, recuerdan la importancia que el agua ha tenido y tiene en el desarrollo de estas tierras.
Pasear por sus calles, hoy, pequeños centros comerciales "abiertos", algunas de ellas reflejo de la antigua estructura gremial de la ciudad, como Platería, Trapería, Alfareros o Jabonería. Recorrer el Paseo del Malecón, muro de contención de las riadas, obra del siglo XVIII que entre el río y el jardín botánico se interna en la huerta que rodea la ciudad.
Jugar al golf a 15 minutos de la ciudad en alguno de los campos de golf que rodean la ciudad. Practicar el senderismo o la bicicleta de montaña en el cercano Parque Regional de El Valle y Carrascoy.
Disfrutar del amplio programa cultural del Auditorio y Centro de Congresos, el Teatro Romea o Festivales como el de las Tres Culturas, Jazz, Folklore en el Mediterráneo o Murcia en Verano. Visitar las numerosas galerías y centros de arte, donde se exhibe el arte clásico o el más vanguardista. Vivir su impresionante y bella Semana Santa o festejos populares como el Entierro de la Sardina o el Bando de la Huerta y su Feria de Septiembre.
¿Qué comprar y comer?
Murcia le pone fácil y cómodo llevarse un recuerdo en su maleta. Una gran oferta comercial tanto artesanal como de las primeras marcas comerciales de moda se ofrece al visitante en las más variadas propuestas. Entre las compras gastronómicas, basta con acercarse a los mercados de abastos: conservas vegetales, embutidos, pimentón con Denominación de Origen o salazones del pescado de nuestra costa, como la hueva de mújol o la mojama de atún. En sus confiterías, el sabroso pastel de carne o la combinación dulce y salado de los pasteles de Cierva y Salteadores.
Si hablamos de artesanía, destaca la del belén, inspirada en el Belén de estilo napolitano realizado por Francisco Salzillo. Merece la pena visitar alguno de los numerosos talleres de artesanía belenística, donde se puede admirar la exposición de figuras y comprar, la mayoría de ellos ubicados en la pedanía de Puente Tocinos. Esto, sin olvidar la artesanía del cartón-piedra, cerámica o bordados regionales que podemos encontrar también en talleres, en los comercios ubicados en el casco histórico de la ciudad o en el Centro Regional para la Artesanía.
Nada mejor que disfrutar de la bonanza del clima "tapeando" en las terrazas de las Plazas de San Juan, Santa Catalina, Las Flores o Romea. "Matrimonios" (anchoa en salmuera sobre un boquerón en vinagre), pulpo al horno, caballitos o "marineras" (ensaladilla rusa sobre una rosquilla y anchoa) son algunas de las propuestas.
De las grandes barras del centro de la ciudad a los mas selectos restaurantes, disfrute de la cocina de la Huerta de Murcia: arroces con verduras, cocido de pava con pelotas, michirones, arroz con verduras, zarangollo, pisto o las mil y una combinaciones de las hortalizas y verduras, a la plancha, en ensalada... Y de postre, arrope, tocino de cielo o los singulares paparajotes, hojas de limonero envueltas en una masa frita y espolvoreadas de azúcar.
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