PRATS DE MOLLÓ

La villa milenaria de Prats-de-Mollo está situada a 735 metros de altitud, en el Alto Vallespir, en la orilla izquierda del Tech. Presenta un carácter auténtico, con su entorno natural preservado, sus murallas, su iglesia fortificada y sus callejuelas pintorescas. Atravesada por el torrente de la Guillème, esta pequeña ciudad medieval, reformada por Vauban, invita a callejear. Las puertas fortificadas, la iglesia de las Santas Justa y Rufina, con su precioso mobiliario barroco, y el camino cubierto que conduce al fuerte Lagarde del siglo XVII, colgado en lo alto de Prats-de-Mollo, son algunos de los testimonios históricos que se pueden ver.respira también 

El castillo conserva aún unos pasadizos que llevan hasta la población, que servía a modo de refugio.

Por las calles se respira también un aire catalanista, no sólo por la lengua, también por las senyeres que ondean en casi todos los lugares emblemáticos.

Un acontecimiento fundamental en la villa es la insólita fiesta del oso en febrero, un carnaval tradicional que conmemora una vieja leyenda...

Que ver
Es una visita estupenda, hay un parking habilitado gratis y el pueblo está amurallado. Tiene el encanto de que pasa el río Tech y como es obvio dispone de un puente para la circulación que le da un toque interesante.

Destaca su iglesia parroquial de grandes proporciones dominando el núcleo urbano y luego en la montaña hay un castillo llamado Fort Lagarde al cual se puede acceder caminando. Curioso es que se puede subir por un sendero o por un túnel subterráneo con miradores que hacia de función defensiva en la antigüedad y era utilizada por soldados. Me recordó por momentos al túnel de la fortaleza pequeña de Terezín y hay que tener valor para meterse ahí. 

Justo al lado de la iglesia hay un cementerio y que decir ya que no se sepa de los cementerios franceses

El pueblo tiene plazoletas llenas de restaurantes y calles estrechas para pasear que otorgan un aire fresco. No había mucha gente por las calles pero las terrazas estaban llenas puesto que era la hora de comer aunque nosotros comeríamos algo más tarde.

Continuando con la pequeña ruta por esta comarca antigua del Vallespir fuimos dirección a la población de Arles sur Tech para poco antes de llegar girar a mano izquierda y llegar a las increíbles Gorges de la Fou. 

Entrada a las Gorges
La zona está muy bien preparada puesto que hay mucho aparcamiento, restaurantes muy bien de precio y zona para comprar obsequios y refrescos. 

Pasarelas
Hablando de las gargantas, que hay que verlas porque por más adjetivos que ponga no reflejarían ni su magnitud, ni su espectacularidad ni nada de nada. La entrada 8 € por persona y te colocan un casco por posibles desprendimientos de piedras. Parece ser que es la garganta más estrecha del mundo y verte allí metido impresiona. Dispone de una pasarela de 1.500 metros y en la parte superior hay una tela metálica para que no caigan piedras o pedruscos. Luego hay zonas de descanso y teléfonos de emergencia cada cierta distancia. Muy seguro.

Zona de descanso
Por tanto ida y vuelta son 3 km y es algo más de 1 hora de recorrido alucinante debido al constante ruido del río Fou, a la vegetación, a la profundidad y a todo. La ida es constante subida en un desnivel continuo y luego la bajada es más agradable. Por el camino hay algunas grutas que ponen la guinda al recorrido. 

Como datos de interés la actual pasarela está construida desde el 1989 y la longitud total de la garganta es cercana a los 1.750 metros. Había leído por la red que la construcción afea el desfiladero y que claro resta naturalidad, probablemente si, pero sino no podría ser visto por todo el mundo y sólo por especialistas. Durante el recorrido vimos a personas de todas las edades y condiciones incluso personas disminuidas que también tienen derecho.

A 8 kilómetros de Prats-de-Mollo, se encuentra el spa termal de La Preste, un remanso de relajación y regeneración, con su piscina de agua termal y sus tratamientos de belleza y bienestar.