PALOS DE LA FRONTERA

Para poder apreciar la verdadera esencia de Palos de la Frontera hay que seguir los pasos de Colón por la ruta colombina: Palos, La Rábida, Moguer y Huelva. De su puerto partieron las tres carabelas, muchos de los marineros que se embarcaron eran de este pueblo... Además, Palos tiene muchas cosas que ver y visitar, por lo que no hay que perdérselo.

A unos 14 kilómetros de la capital, y a 20 de Mazagón, en la costa oriental onubense. Extensión: 50 kilómetros cuadrados. Altura sobre el nivel del mar: 23 metros. Población: 8.415 (2006).

Palos nace como tal en 1322, cuando Alfonso XI lo dona a Alonso Carro y su mujer, separándolo de Niebla, aunque hay vestigios de poblamiento desde el Paleolítico. El siglo XV fue muy próspero para Palos, ya que crecía en población y era una villa próspera debido a las actividades marineras y al comercio con otros países. La fecha cumbre fue 1492, con el Descubrimiento de América, puesto que Cristóbal Colón partió de su puerto con muchos marineros de Palos enrolados en sus naves. A partir de ahí comenzó una decadencia provocada por la pérdida de población, que se iba al Nuevo Continente. La introducción de la agricultura en la base de la economía de Palos a mediados del siglo XVIII hizo que poco a poco se fuera recuperando la población. El definitivo empuje tuvo lugar ya en el siglo XX, con el establecimiento del Polo de Desarrollo en Huelva y la revolución agrícola que ha supuesto la fresa para la provincia.

LA RÁBIDA
Conocido también como Monasterio de La Rábida, se trata de un monasterio franciscano de estilo gótico-mudéjar, levantado entre los siglos XIV y XV. Fue declarado Monumento Nacional en 1856.

Tiene unos 2000 mts2 de extensión y es de planta irregular. A lo largo de los años ha sufrido diversas modificaciones, sobretodo a raíz del terremoto de Lisboa de 1755. En él se hospedó Cristóbal Colón, antes de partir hacia el Nuevo Mundo, cuando aún se encontraba preparando su proyecto, y aquí se encuentra enterrado Martín Alonso Pinzón, que falleció a los pocos días del regreso del primer viaje colombino. Asimismo, al regreso de alguna de sus expediciones de conquista, llegaron a este lugar Hernán Cortés, Gonzalo de Sandoval y Francisco Pizarro.


Por todo ello, el Monasterio de Santa María de la Rábida forma parte destacada del itinerario histórico artístico conocido como "Los Lugares Colombinos".

Es lo mejor de esta población, el Monasterio y los jardines de los alrededores, descartando el Muelle de las Carabelas, ya que tanto el museo en si, como las Carabelas y la Nao están en un estado lamentable.