SANTA COLOMA DE CERVELLÓ - COLONIA GÜELL

HISTORIA
Esta es la historia de un proyecto atípico fruto de la iniciativa de un gran empresario y emprendedor, Eusebi Güell, y de la creatividad de una de las mentes artísticas y científicas más singulares de todos los tiempos, Antoni Gaudí. Fundada por Eusebi Güell en el año 1890, la Colonia, una de las últimas que se crearon en Cataluña, se puede considerar un gran proyecto empresarial y todo un experimento sociológico de la época.
Historia de la Colonia Güell
El desarrollo de la Colonia Güell se inició el año 1.890 a iniciativa del empresario Eusebi Güell en su finca Can Soler de la Torre, situada en el término municipal de Santa Coloma de Cervelló, actual Comarca del Baix Llobregat.

El interés por alejarse de los conflictos sociales existentes en la ciudad hizo que la nueva industria se plantease en el marco de una Colonia industrial; con las casas de los obreros al lado de la fábrica, integradas en la misma propiedad, constituyendo un núcleo urbano con personalidad propia y con su vida social y económica tutelada por la empresa.

A diferencia de la gran mayoría de las colonias industriales de Cataluña, Eusebi Güell procuró mejoras sociales para los trabajadores y aplicó su condición de mecenas de la cultura. Por ello dotó a la Colonia Güell de equipamientos culturales y religiosos e incorporó la corriente modernista a las nuevas construcciones, encargando proyectos a diversos arquitectos y, concretamente a Antoni Gaudí la construcción de la iglesia.

Los maestros de obra dejaron también muestra de su talento en muchos de los edificios, como puede verse en la variedad de las cornisas y de los detalles de las fachadas.

Las colonias industriales estaban concebidas como organizaciones socioeconómicas que tenían como finalidad principal la producción industrial. La fábrica ocupaba la mayor parte del tiempo de los hombres y las mujeres de la colonia y para ellos era la garantía de un salario regular en unos tiempos de precariedad económica.

Aun así, con el paso de los años, el movimiento sindical y las reivindicaciones obreras llegaron a la Colonia. Al principio de la guerra civil la fábrica fue colectivizada y gestionada por los trabajadores. Acabada la guerra, fue restituida y la familia Güell, en el año 1.945 la vendió a la familia Bertrand i Serra. Durante los años siguientes, la Colonia continuó la producción industrial y mantuvo la personalidad del núcleo urbano diferenciado del pueblo Santa Coloma de Cervelló. Este último continuó creciendo en población y superó la de la Colonia en los años 60.


La Colonia Güell se mantuvo al margen del crecimiento urbanístico desorbitado de los años 60 y 70 conservándose como una propiedad casi compacta que seguía teniendo como objetivo prioritario la producción industrial. En el marco de la crisis del sector textil del año 1.973 la fábrica cesó su actividad produciendo un gran impacto social en la Colonia. Durante los años siguientes la propiedad se fué vendiendo: la fábrica en fracciones a empresas diversas, las casas a sus habitantes y los equipamientos y terrenos del entorno a instituciones públicas.

En 1990 el conjunto de la Colonia Güell fue declarado Bien de Interés Cultural- Conjunto Histórico estableciéndose la protección de los edificios más relevantes así como de las características generales de la edificación.

En los años del cambio de siglo XX al XXI, empezó la rehabilitación de los edificios de la fábrica, la iglesia, la antigua cooperativa y la plaza Joan Güell, así como la mejora de las pinedas del entorno. El año 2002, con motivo del año Gaudí, se construyó el nuevo aparcamiento para los visitantes y se implementó la organización del servicio de visitas al de la Colonia Güell.
Historia de la Cripta Gaudí
Cuando Eusebi Güell encargó a su buen amigo Antoni Gaudí que construyese la iglesia de la colonia le dice textualmente, que haga lo que quiera. No le puso límites, ni en el presupuesto, ni en el tipo de obra que tenía que hacer y, como se vió con el tiempo, tampoco en el plazo para finalizar la obra.
En el año 1.898 Eusebi Güell encargó al arquitecto Antoni Gaudí el proyecto de una iglesia para la Colonia Güell. Durante los años siguientes Gaudí realizó diferentes estudios previos que culminaron en una maqueta de la iglesia, instalada en su propio taller situado en el mismo cerro donde se elevaría el edificio.
En el año 1908 se inició la construcción del Templo. No obstante, el ambicioso proyecto que preveia una iglesia con dos naves, inferior y superior, rematada por diferentes torres laterales y un ciborrio central de 40 metros de altura, quedaría inacabado. En 1914 los hijos de Eusebi Güell comunicaron a Gaudí que no seguirían financiando las obras en curso y este tuvo que abandonar el proyecto. En noviembre del año siguiente, el obispo de Barcelona bendijo la nave inferior, la única que se llegó a construir, hecho que motivaría que la iglesia se llamase popularmente cripta. Entre 1915 y 1917, un nuevo constructor cerró la nave.
Pese a quedar inacabada, la iglesia supone un punto culminante en la obra de Gaudí al incluir por primera vez, de forma unitaria, la práctica totalidad de sus innovaciones arquitectónicas.

La Cripta fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en julio de 2005.
 Historia de la fábrica
La fábrica fue el núcleo central y la razón de ser de la Colonia Güell. Dedicada a la producción de terciopelos y panas, su principal diferencia con las fábricas textiles de la época es que utilizaba carbón en lugar de energía hidráulica.
La fábrica se empezó a construir en 1890. Justo un año después estaba acabado el primer edificio y se puso en funcionamiento la máquina de vapor de la hilatura. Después se fueron acabando de construir los otros edificios destinados a tintes, secadores, telares etc. que completaban el proceso de transformación del algodón.
Cada uno de los edificios que conformaban la fábrica se destinaba a un trabajo determinado dentro de este proceso de transformación del algodón en tejidos. Todo el transporte de materiales entre los diferentes edificios se realizaba mendiante una red de raíles y vagonetas que recorrían todo el recinto.

El movimiento sindical y las reivindicaciones obreras llegaron también a la Colonia. Al inicio de la Guerra Civil en el año 1936 la fábrica fue colectivizada y gestionada por los trabajadores. Acabada la guerra se restituyó la propiedad a la familia Güell, que en 1945 la vendió a la familia Bertrand Serra.

Colonia Güell
El recorrido por la Colonia industrial de origen modernista cautiva a los visitantes por su encanto y la tranquilidad del entorno que transmite la atmósfera del siglo XIX que aún perdura en sus calles y la hacen tan especial. Actualmente en la Colonia Güell se conserva un importante patrimonio histórico artístico.

El visitante puede pasear observando los edificios singulares y de gran belleza creados por los arquitectos modernistas de la época donde encontraran los rasgos más característicos de dicho movimiento. Por una parte la utilización de la obra vista como reivindicación de una arquitectura popular y tradicional catalana, y la incorporación de nuevas técnicas y nuevos materiales como el hierro o el trencadis de cerámica.

Los edificios más singulares de la Colonia Güell son los siguientes:

Ca l’Ordal
Ca L'Ordal obra de Francesc Berenguer y Joan Rubió, es el único edificio de viviendas de la Colonia construido recordando las antiguas masías y lo habitaban los agricultores que trabajaban los campos.
Ca L’Espinal
Ca L'EspinalEste edificio, obra de Joan Rubió y Bellver, debe su nombre al Sr. Espinal, encargado de la administración de la Colonia y es la vivienda de mayor calidad de la Colonia.
Can Soler de la Torre
Antigua masía del siglo XVII, utilitzada como residencia de los Güell desde antes de construir la Colonia. La edificación presenta elementos típicos de las masías catalanas como son el reloj solar, el portal adintelado o la galería, aunque la cubierta es a cuatro aguas. Adosada a la masía hay una capilla dedicada a la Madre de Dios de los Dolores con un campanario de sillita típicamente barroco. El interior se rehabilitó por el arquitecto Berenguer.
La Casa del Secretario
Era la vivienda del secretario de la Colonia Güell, y presenta unas características constructivas que la diferencian del resto de los edificios. Está hecha de ladrillo rebozado imintando la piedra de sillería. Destaca la entrada a la casa haciendo chaflán sobre la cual se abre una tribuna abierta decorada en la parte inferior por escudos de Cataluña que flanquean un escudo con la Cruz de San Jordi, elementos que se repiten en la cornisa.
La Escuela y casa del maestro
A la izquierda se situa la escuela, con un tratamiento de losas de piedra en la fachada y grandes ventanas, mientras que a la derecha, destaca el torreón.
El Ateneu Unió
Situado en la plaza principal es donde estaba el bar, la biblioteca y el billar era donde ensayaba la coral La Maquinista.
El Teatro Fontova
Era el espacio donde se hacían todo tipo de representaciones de carácter lúdico y cultural.

La casa del Médico
Se trata de un edificio de planta y primer piso, de fachadas cubiertas utilizando el ladrillo como elemento decorativo y era donde se encontraba el servicio médico y una farmacia permanente.
La Cooperativa
Obra de Francesc Berenguer y Joan Rubió, con utilización del ladrillo como elemento decorativo de las barandas de los balcones, era donde los habitantes de la colonia compraban los alimentos que pagaban al final de la semana cuando cobraban de la fábrica.


El Centro Parroquial Sant Luis
Su función principal fue la escuela de niñas. También fue el centro social de la entidad religiosa llamada Patronato Obrero de la Sagrada Familia, que ofrecía actividades para los niños: juegos, gimnasia, bailes regionales, catequesi, etc.

El Convento de las Monjas
Residencia de les monjas Carmelitas, donde estas monjas tenían cura de los enfermos y vigilaban a los recién nacidos de los trabajadores.

La Fonda
Edificio de planta y piso con aberturas de arco apuntado rematadas por ladrillo, donde se alojaban los técnicos y los representates que visitaban la fábrica.
Cripta Gaudí
La importancia de la iglesia de la Colonia Güell en la obra de Gaudí se debe a que es la primera vez que utiliza de forma unitaria sus innovaciones arquitectónicas. Tal com va dijo el propio Gaudí si se hubiese finalizado hubiera sido "una maqueta monumental de la Sagrada Família".
En la iglesia encontramos los arcos catenarios que, al mismo tiempo que simplifican el problema de las cargas, determinan el uso de muros exteriores con forma de paraboloides hiperbólicos. A este mismo espíritu integrador se deben el tratamiento dinámico y fluido del espacio interior o los mecanismos de fusión del edificio con el entorno natural adaptándose los diferentes niveles de las naves a la pendiente de la colina y los materiales son de colores y texturas similares al suelo y la vegetación.
Todas estas aportaciones constituyen soluciones originales que responden a la voluntad de síntesis entre planeamiento estructural, técnicas constructivas y formas arquitectónicas, pero que también se enriquecen con el valor estético y simbólico de los elementos puramente ornamentales. La iglesia de la Colonia Güell incluye también numerosos ejemplos del dominio de Gaudí de las artes aplicadas, tanto por lo que se refiere a los elementos del mobiliario como a los puramente ornamentales.

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