Fundada por los vikingos a principios del siglo IX, la capital irlandesa ha sido escenario de guerras y conflictos hasta llegar a definir su propia identidad en el siglo XX.
Gracias a su pasado, Dublín es hoy una capital moderna y rica en historia capaz de cautivar a sus visitantes con la mezcla de las más arraigadas tradiciones gaélicas y una constante adaptación al mundo moderno.
Gracias al animado centro de la ciudad y a los verdes parajes de los alrededores, Dublín es capaz de atraer a todo tipo de turistas, tanto a los amantes de la naturaleza como a los declarados urbanitas.
Dublín es literatura, cuna y lugar de inspiración de grandes escritores como James Joyce, Oscar Wilde, Samuel Beckett, o Bram Stoker, que reflejan en sus obras su visión de la ciudad en la que vivieron.
Aunque la ciudad no destaca por sus grandes monumentos ni por sus preciados museos, se trata de un lugar en el que perderse en sus verdes jardines y disfrutar de agradables veladas degustando una cerveza Guinness en cualquiera de las cientos de tabernas y pubs tradicionales.
La visita la realizamos con el Bus Turístico, hay dos líneas, que hacen un recorrido, casí exacto, la amarilla se interna en la Catedral de Sant Patricio y Abbey St (Cusom House) y la locución es en inglés, mientras que la roja va hasta el Zoo y es multilingüe, pero acercarse a Sant Patrick es un cortísimo paseo desde las paradas 10 o 13, y Abbey St está tambien a un paso de la parada 1, de O'Connell St. donde nos dejo el Shuttle del barco.
O´Connell Street
Situada en pleno centro de la ciudad, O´Connell Street es la principal arteria de Dublín. La calle comienza sobre el río Liffey, en el puente O´Connell (un puente más ancho que largo), y finaliza en Parnell Street.
Es una avenida muy agradable para pasear debido a sus amplias aceras y suele estar repleta de gente a cualquier hora del día. Es una de las principales zonas comerciales de la ciudad ya que desde ella se puede acceder a calles como Henry Street o Parnell Street, dos importantes calles de tiendas en Dublín.
En O'Connell Street se pueden encontrar numerosos monumentos entre los que destaca uno de los más recientes, el conocido como The Spire (la espiral), una gran aguja que se eleva 120 metros fundiéndose con el azul (o gris) del cielo. The Spire fue construido en el año 2003 en el lugar en el que se encontraba el monumento Nelson´s Pillar, que fue destruido durante uno de los ataques del IRA (Irish Republican Army).
Otros de los monumentos a destacar en O´Connell son la estatua del líder nacionalista del siglo XIX que dio nombre a la calle, Daniel O´Connell, o las estatuas de Sir John Gray, James Larkin, Charles Stewart Parnell y el padre Theobald Mathew, fundador del movimiento Pionero por la Abstinencia.
El edificio de la Oficina Central de Correos de Dublín, construida en 1818, está considerado como uno de los mejores monumentos de O´Connell Street. Este emblemático edificio posee un gran valor histórico ya que fue el lugar en el que se proclamó la República de Irlanda después de la sublevación de 1916.
A pesar de que tras el Alzamiento de 1916 y la Guerra Civil Irlandesa muchos de los edificios de O´Connell quedaron destruidos y fueron reemplazados, aún se conservan algunos edificios antiguos como el Hotel Gresham, de 1817, o los almacenes Clery´s, que datan de 1822.
Edificio de correos en O´Connell Street
La calle O´Connell es un lugar de visita obligada para todos los visitantes de Dublín, tanto para pasear, como para ver sus monumentos, o para tomar cualquiera de los autobuses que tienen su parada a lo largo de la calle.
Grafton Street
Situada en pleno corazón de Dublín, entre la Universidad Trinity College y el Parque St Stephens Green, Grafton Street es una de las calles peatonales más importantes y concurridas de toda la ciudad, además de una de las mejores zonas de compras.
La música de decenas de músicos y artistas callejeros recorre cada centímetro de Grafton, acompañando a los turistas y dublineses que bucean entre cientos de tiendas y centros comerciales como si el dinero les quemara en los bolsillos.
Molly Malone
Al norte de Grafton Street, en la intersección con la calle Nassau (donde finaliza la zona peatonal de la calle), se encuentra la estatua de bronce de la mítica vendedora ambulante Molly Mallone, una mujer que de día se dedicaba a vender pescado con su carro y de noche ejercía oficios menos dignos.
En 1880, James Yorkston compuso la canción "Cockles and Mussels" (berberechos y mejillones) en honor a Molly y, hoy en día, la canción se ha convertido en un himno para todos los ciudadanos irlandeses.
La calle Grafton ofrece un ambiente muy agradable para pasar las últimas horas del día realizando algunas compras, paseando, o simplemente observando el ir y venir de las multitudes mientras se toma un café en el Bewleys's Oriental Café, un agradable local inaugurado en 1927
Temple Bar
El Temple Bar de Dublín es uno de los barrios más antiguos y carismáticos de la capital. Sus estrechas y adoquinadas calles conservan la más pura esencia de la ciudad y constituyen el mayor centro cultural y de ocio de Dublín.
Historia del Temple Bar
La zona de Temple Bar, situada entre Dame Street y el río Liffey debe su nombre a Sir William Temple, quien adquirió los terrenos en el año 1600.
A partir de 1800 comenzaron a instalarse pequeñas empresas en la zona, pero el barrio se encontraba en plano declive y los terrenos fueron adquiridos para la construcción de una estación de autobuses. Finalmente el proyecto fue abandonado y los artistas y comerciantes decidieron permanecer en la zona.
Temple Bar comenzó a transformarse en un lugar próspero, sobre todo a partir de 1991, tras la elección de Dublín como Capital Europea de la Cultura.
Temple Bar en la actualidad
Hoy en día Temple Bar está considerado como uno de los barrios más atractivos de Dublín, aunando diferentes espacios culturales con decenas de bares y pubs típicos irlandeses.
El barrio es conocido sobre todo por su gran vida nocturna, las estrechas callejuelas se encuentran llenas de pubs y restaurantes que siempre están rebosantes de turistas y locales.
Además de ser uno de los principales ejes de la vida nocturna de Dublín, Temple Bar acoge durante el día diferentes mercados como el Food Market (mercado de comida), o el Book Market (mercado de libros de segunda mano). La zona también es la elegida por varias asociaciones culturales, galerías de arte y algunas tiendas de moda alternativa.
La universidad Trinity College de Dublín es la universidad más antigua de Irlanda y una de las más famosas del mundo. Fue fundada en 1592 por la reina Isabel I.
Situado en pleno corazón de Dublín y construido sobre un antiguo monasterio agustino, el campus ocupa una superficie de 190.000 metros cuadrados que componen un oasis para los estudiantes.
Aunque en sus comienzos era un lugar exclusivo para los protestantes, a partir de los años 60 comenzó la admisión de alumnos católicos.
A lo largo de la historia, el Trinity College ha visto pasar por sus aulas algunos aventajados alumnos que se convertirían en grandes personalidades, como Samuel Beckett, Bram Stoker, Oscar Wilde o Edmund Burke.
Biblioteca del Trinity College
La Biblioteca del Trinity College posee la mayor colección de manuscritos y libros impresos de Irlanda. Desde 1801 recibe un ejemplar de todas las obras publicadas en Irlanda y Gran Bretaña, gracias a lo cual, actualmente posee casi tres millones de libros repartidos en ocho edificios.
El edificio de la Antigua Biblioteca, construido entre 1712 y 1732, es el más antiguo de los que se conservan. La sala principal, conocida como "Long Room" (Habitación Larga), tiene 65 metros de largo y contiene más de 200.000 de los libros más antiguos de la biblioteca.
Las infinitas estanterías repletas de libros inundan el ambiente con su olor a madera antigua mientras decenas de bustos de mármol vigilan la estancia. En una vitrina se expone el arpa más antigua que se conserva de Irlanda, realizada en roble y sauce con cuerdas de bronce.
El Libro de Kells, es la joya de la biblioteca, contiene un texto en latín de los cuatro evangelios escritos con una caligrafía muy ornamentada, realizada con coloridos pigmentos.
Se cree que el Libro de Kells fue creado por los monjes de Iona a principios del siglo IX. Tras el saqueo de Iona a manos de los vikingos, en el año 806 d.C., los monjes que sobrevivieron se trasladaron a Kells.
Cientos de años después, por razones de seguridad, el libro fue enviado a Dublín y llegó a manos del Trinity College en 1661. Hoy, se encuentra situado en la Antigua Biblioteca acompañado de una exposición que explica a fondo su contenido.
Guinness Storehouse
El almacén de Guinness (Guinness Storehouse) fue construido en 1904 para ser utilizado como lugar de fermentación de la cerveza Guinness. El edificio cumplió con su cometido hasta 1988 y en el año 2000 abrió sus puertas al público para mostrar sus exposiciones.
Para comenzar bien la visita (con audioguía en español), en la planta baja del edificio principal (con forma de enorme pinta de cerveza) se puede ver una copia del contrato de arrendamiento de la cervecería por 9.000 años. Fue firmado por Arthur Guinness en 1759.
Avanzando hacia el interior del almacén puede contemplarse una llamativa exposición sobre los cuatro ingredientes que componen la cerveza. Simplemente agua, lúpulo, cebada y levadura combinados a la perfección son capaces de conseguir un sabor tan especial.
En la primera planta la audio guía acompaña a los visitantes a través del proceso de elaboración de la cerveza. Una gran sala contiene la antigua maquinaria que se utilizaba en la fábrica: un molino, un tostadero, un alambique y barriles gigantes de madera.
También puede observarse el mundo del transporte que rodea a la cerveza Guinness desde el pasado, cuando los barriles eran transportados río arriba en barco. Una gran zona está destinada a los maestros toneleros, un oficio de gran importancia pero lleno de sacrificios.
La segunda planta invita a un recorrido por las campañas publicitarias de Guinness a lo largo de la historia. Una de las campañas más llamativas fue la realizada en 1916 en la que se arrojaron miles de botellas con sus respectivos mensajes en el mar. Decenas de años después, las botellas continuaban apareciendo para sorpresa de los que las encontraban.
En la tercera planta se ofrece a los visitantes la posibilidad de probar sus conocimientos sobre el alcohol mediante diferentes juegos interactivos. Avanzando una planta más, una exposición relata la historia del edificio desde el año 1904 hasta su conversión en un centro de visitantes en el año 2000.
En la quinta planta se brinda a los visitantes la posibilidad de tirar su propia pinta, haciéndoles entrega de un diploma que acredita su destreza. Un apartado dedicado a John Gilroy muestra las exitosas campañas publicitarias que creó desde 1930 hasta 1960.
La visita finaliza en la azotea del edificio, en el conocido como Gravity Bar, un agradable lugar desde el que se pueden admirar las vistas de la ciudad degustando una pinta, cortesía de la casa.
Dos curiosidades
El arpa, actual símbolo de Irlanda, es una marca registrada de Guinness.
Cuando el gobierno quiso utilizarla como símbolo nacional tuvo que hacerlo colocándola de forma invertida.
La antigua prisión de Kilmainham (Kilmainham Gaol), inaugurada en 1796, ha sido la morada de muchos de los personajes implicados en la lucha por la independencia de Irlanda durante más de 100 años. Hoy se pueden ver las celdas y las zonas comunes que permanecieron impasibles ante las innumerables ejecuciones.
La cárcel de Kilmainham continua teniendo un lugar muy especial en la memoria de los irlandeses ya que gracias a la lucha de los valientes patriotas que fueron encarcelados y asesinados, Irlanda logró su independencia.
En la cárcel se encarcelaba a todo tipo de prisioneros en el mismo lugar, ya fueran mujeres, hombres o niños con pequeños delitos de robo. Las oscuras y frías celdas en las que permanecían recluidos sólo se iluminaban con la tenue luz de una vela, fuente de calor insuficiente para un lugar tan húmedo y frío.
Con la llegada de la hambruna de 1848, miles de personas se vieron obligadas a robar para poder comer y esto empeoró la vida en la cárcel, haciendo que los presos malvivieran hacinados. Aún así eran muchos los que se alegraban de encontrarse en prisión para poder llevarse algo a la boca.
El último preso fue liberado en 1924, poco antes del cierre de la cárcel. Se trataba de Éamon de Valera, que posteriormente llegaría a ser presidente de Irlanda.
Aunque hoy en día la cárcel de Kilmainham no alberga presos, aún continúa siendo un lugar cargado de historia.
Antigua Destilería Jameson
La Antigua Destilería de Jameson (The Old Jameson Distillery), fundada por John Jameson en 1780, fue durante casi 200 años el lugar en el que se llevó a cabo la creciente producción de whisky Jameson. Hoy en día la pequeña destilería de Bow Street alberga un museo en el que se desvela a los visitantes el proceso artesano de elaboración del whisky irlandés.
La visita comienza con un video introductorio, después del cual se realiza un recorrido a través del proceso de elaboración del whisky irlandés. El guía os acompañará a través de las diferentes zonas en las que se llevaban a cabo la molienda, la maceración, la fermentación, la destilación y la maduración.
Después del largo proceso de fabricación del whisky llega el momento de la degustación. Varios voluntarios tendrán ocasión de probar diferentes tipos de whisky para compararlos con Jameson, mientras el resto de los visitantes degustan un vaso de whisky solo, con Coca-cola o mezclado con zumo de arándanos.
La Antigua Destilería Jameson es un buen lugar para aprender detalles interesantes sobre el proceso de fabricación del whisky pero, los que no estén demasiado interesados en conocer su historia, puede que sea mejor que se dirijan a un bar.
Las visitas, a no ser que se reserve con antelación, sólo se realizan en inglés, y la entrada es algo cara para los que no dispongan de la tarjeta Dublín Pass.
Castillo de Dublín
Situado en pleno corazón de la ciudad, el Castillo de Dublín ha cumplido múltiples y diferentes funciones a lo largo de su historia.
Antiguamente utilizado como lugar de asentamiento de los vikingos, fortaleza militar, residencia real, sede del Tribunal de Justicia Irlandés, y sede de la Administración Inglesa en Irlanda, el Castillo de Dublín es utilizado hoy en día como lugar para la celebración de las recepciones estatales.
El castillo se puede conocer mediante una visita guiada de 45 minutos durante la cual se recorren gran parte de las estancias, comenzando por el Rellano de las Hachas de Guerra, lugar en el que se situaba la guardia real para proteger la entrada del Salón del Trono.
Durante el recorrido por los apartamentos reales, se visitan la Sala de James Connolly, el Salón Granard, las habitaciones del Rey y la Reina, y el Salón del Trono.
Después de la visita al interior del castillo se cambia de escenario para conocer algunos aspectos de la ciudad en el siglo X, en la Torre de la Pólvora. En la bóveda subterránea se puede viajar a través del tiempo para contemplar los restos de lo que un día fueron las adoquinadas calles de la ciudad.
Un castillo con mucha historia
Aunque tras el incendio producido en 1684 la fortaleza tuvo que ser reconstruida y exteriormente no presenta el aspecto de un castillo, el interior se conserva en perfecto estado y las estancias que fueron utilizadas por los miembros de la Familia Real están decoradas al detalle, con preciosas alfombras, muebles y lámparas.
La visita resulta interesante para comprender algunos capítulos importantes sobre la historia de Dublín y de Irlanda, pero cuenta con la desventaja de que las visitas se realizan solamente en inglés.
El Ayuntamiento de Dublín (City Hall) es uno de los mejores exponentes de la arquitectura georgiana de la ciudad. Construido entre 1969 y 1779 por el gremio de los mercaderes, el edificio fue creado como sede de la Cámara de Comercio.
En 1840 la Cámara de Comercio cesó su actividad casi por completo y el edificio cayó en el abandono hasta que, en 1851, fue adquirido por el Ayuntamiento de Dublín.
El edificio del Ayuntamiento funcionó como centro de la administración municipal de Dublín hasta 1995 y desde entonces se utiliza para celebrar las sesiones del Consejo Municipal.
Junto a la entrada principal del edificio se encuentra la Rotonda, un amplio espacio circular cubierto por una cúpula sostenida por doce columnas. La Rotonda es una estancia elegante decorada con estatuas, algunas de las más antiguas esculpidas en 1772.
Los sótanos del Ayuntamiento acogen una exposición multimedia que traza la historia de Dublín desde el periodo anterior a la invasión anglonormanda de 1170 hasta la actualidad.
La historia se muestra mediante la exposición de objetos de diferentes épocas, películas de archivo y ordenadores provistos de programas interactivos.
¿Merece la pena la visita?
Resulta interesante pasear por la Rotonda para contemplar el esplendor neoclásico del edificio del Ayuntamiento, pero la exposición sobre la historia de la ciudad resulta bastante larga y tediosa.
Custom House
El imponente edificio de estilo neoclásico Custom House fue construido en el siglo XVIII para funcionar como sede de la aduana del puerto de Dublín.
Se trata de un edificio realizado con un estilo arquitectónico muy llamativo, en el que destaca su fachada con un pórtico de estilo dórico, rodeado por amplios pabellones, además de la cúpula de bronce coronada por una escultura, símbolo del comercio.
Dublín, Custom House
A los nueve años de su inauguración, los asuntos relacionados con aduanas e impuestos fueron transferidos a Londres, por lo que Custom House quedó inutilizado.
En 1921 algunos afiliados al partido republicano Sinn Féin celebraron su triunfo electoral incendiando el edificio, algo que causaría daños irreparables en el mismo. En 1926 se inició su reconstrucción, que no se vería finalizada hasta el año 1991.
Desde su restauración Custom House funciona como sede del Ministerio de Medio Ambiente, además de constituir el edificio más llamativo de los que se encuentran a orillas del río Liffey. Su monumental fachada es digna de ser fotografiada, junto a su reflejo en el agua, tanto de día como de noche.
Exposiciones
Dublinia
Recreación de una calle medieval
Todas las exposiciones cuentan con recreaciones de las escenas cotidianas a tamaño natural, capaces de transportar a los visitantes hasta otra época. La visita está dividida en tres partes bien diferenciadas: Dublín vikingo, Dublín medieval, y una zona denominada como "History hunters" (cazadores de historias).
Dublín vikingo: Retrocediendo hasta el año 800 es posible conocer el modo de vida de los vikingos adentrándose en sus casas y sus barcos para escuchar sus obras poéticas, probarse sus ropas, convertirse en un guerrero vikingo o en un esclavo.
Dublín medieval: No se tiene muy a menudo la oportunidad de entrar en la casa de un rico comerciante de Dublín en el Medievo, ojear los productos que se ofrecen en el mercado, o pasear por una de las sucias calles de Dublín hace cientos de años.
History hunters
Mediante un arduo trabajo de detectives en el tiempo es posible aumentar los archivos históricos para conocer a fondo el pasado.
Mediante un arduo trabajo de detectives en el tiempo es posible aumentar los archivos históricos para conocer a fondo el pasado.
Al final de las exposiciones es posible subir los 96 escalones de la torre medieval que perteneció a la Iglesia de San Miguel, pero las vistas no merecen la pena.
Historia y diversión
Dublinia es un lugar muy interesante que combina a la perfección unas completas clases de historia con diversión para todas las edades. Los paneles informativos están escritos en inglés, pero a la entrada se entregan unos folletos que traducen cada párrafo a español.
Casa Número 29
Number Twenty Nine (Número Veintinueve) es una casa georgiana construida en 1794, en la que se recrea el tipo de vida de la burguesía de Dublín entre 1790 y 1820.
La visita comienza con un vídeo introductorio en el que la señora Olivia Beatty, antigua inquilina de la casa número 29, cuenta cómo era su familia y su vida durante los 12 años que vivió en la casa.
Después del recorrido virtual comienza la visita al enorme caserón; en el sótano se pueden ver una gran cocina, la despensa y el cuarto del ama de llaves. Subiendo una planta más se llega hasta el comedor, en el que se encuentra una nevera de madera que se utilizaba para enfriar el vino. Ésta, al igual que la caja en la que se guardaba el té, se encontraba cerrada bajo llave para prevenir los robos por parte de los criados.
En la primera planta se situaba un gran salón dedicado a los actos sociales, además de un pequeño salón más familiar. La estancia conocida como el "cuarto de los enfados", era un tocador en el que la señora de la casa guardaba su mesita de costura y un escritorio.
El dormitorio principal cuenta con una cama de principios del siglo XIX, una curiosa silla de ejercicios y un rudimentario baño. Esta habitación llama la atención aún más si lo comparamos con el austero cuarto de la institutriz, situado en la planta más alta del edificio. En él se pueden ver algunas muestras de las lecciones de costura que recibían los niños.
En la última estancia de la casa se encontraba el cuarto de los niños, donde se pueden ver algunos juguetes originales entre los que destacan dos grandiosas casas de muñecas perfectamente amuebladas.
Una casa de ensueño
La visita a la casa del número 29 resulta muy agradable y entretenida. Los tours guiados se realizan en inglés y el guía comenta muchos detalles interesantes.
Si no entendéis inglés, al pagar os darán unas hojas en español donde se explica el recorrido.
Casino Marino
Diseñado por Sir William Chambers como casa de recreo para el primer conde de Charlemont, James Caulfeild, el Casino Marino es uno de los edificios neoclásicos del siglo XVIII más destacables de Europa. Lejos de ser un lugar como pudiera parecer relacionado con el juego, la palabra "casino" significa casita.
Los visitantes pueden conocer el Casino Marino mediante un tour guiado en inglés en el que cada estancia cobra vida para recordar tiempos mejores, en los que todo eran fiestas y celebraciones.
Después de la entrega de un calzado especial para no dañar los suelos de madera, comienza la visita a través de la cocina, el vestíbulo, el salón y los dormitorios, hasta un total de 16 estancias ricamente decoradas que forman parte de la fantasía creada por el arquitecto.
El edificio esconde multitud de trucos sorprendentes utilizados para conservar la aparente simplicidad del diseño del edificio. De este modo, las columnas que rodean el exterior funcionan como cañerías ocultas, mientras que las urnas romanas del tejado esconden las chimeneas de un modo estético.
Obra maestra de la arquitectura
El Casino Marino resulta sorprendente arquitectónicamente hablando pero, para los que no entiendan demasiado bien el inglés, podría resultar una visita algo decepcionante al perderse las interesantes explicaciones sobre el edificio.
Catedral de San Patricio
Erigida en honor del patrón de Irlanda, la Catedral de San Patricio (St. Patrick's Cathedral) es una de las dos catedrales pertenecientes a la Iglesia de Irlanda, junto con la Catedral Christ Church.
La catedral, que constituye la mayor iglesia de Irlanda, fue erigida junto a un pozo en el que San Patricio bautizó a los conversos alrededor del año 450.
El lugar en el que se encuentra la catedral albergó un pequeño templo de madera desde el siglo V. En el año 1191, los normandos construyeron una iglesia de piedra en el mismo lugar y a principios del siglo XIII fue reconstruida para formar el edificio actual.
En 1370 la catedral sufrió las consecuencias de un incendio y la torre occidental tuvo que ser reconstruida. Posteriormente, en 1749 se añadió una aguja a la torre.
Después de sufrir diferentes incendios, profanaciones y abandonos, la catedral fue restaurada a partir de 1860 gracias a una generosa donación de Sir Benjamin Guinness.
El interior de la Catedral de San Patricio aloja infinidad de aspectos interesantes que reflejan diferentes momentos históricos ocurridos durante su existencia, como es el caso de "La Puerta del Capítulo", que conmemora el fin de las disputas entre los condes de Ormond y Kildare los cuales, a través de un agujero realizado en dicha puerta, estrecharon sus manos para restaurar la paz perdida.
A lo largo del templo se sitúan un gran número de bustos, monumentos sepulcrales y placas mortuorias que pretenden conmemorar a algunos de los ciudadanos más célebres en la historia irlandesa, como Douglas Hyde, Turlough O´Carolan o Jonathan Swift.
Otro de los elementos que destaca en el interior de la gran catedral debido a su antigüedad es la pila bautismal, que se conserva en perfectas condiciones desde su creación en la época medieval.
Además de ser la iglesia más grande, San Patricio es junto con la Catedral Christ Church una de las iglesias más importantes de Dublín.
A pesar de las continuas restauraciones que se han llevado a cabo desde su construcción, aún se pueden ver algunos vestigios de la antigua iglesia observando el transcurso de la historia de la ciudad a través de los años.
Catedral Christ Church
La Catedral Christ Church, también conocida como la Catedral de la Santísima Trinidad (Cathedral of the Most Holy Trinity) es la más antigua de las dos catedrales protestantes de Dublín (junto con la Catedral de San Patricio).
La catedral comenzó siendo un pequeño templo de madera creado por el rey vikingo Sitric en el año 1038. Posteriormente, en 1172 comenzó la construcción de la actual iglesia de piedra, un proceso que se alargó hasta el siglo XIII.
En 1562 la bóveda de la catedral se vino abajo, llevándose consigo la parte sur de la nave, que fue reconstruida durante el siglo XVII.
La catedral fue restaurada en su práctica totalidad entre 1871 y 1878 y, aunque se trató de conservar al máximo su aspecto medieval, la iglesia sufrió muchos cambios tanto en su exterior, como en su interior, finalizado con un estilo neogótico.
Partes interesantes de la iglesia
Bajo la iglesia se sitúa una enorme cripta del siglo XII que constituye la estructura más antigua de Dublín que aún se mantiene en pie. En ella se pueden ver algunas exposiciones además de tomar algo en una peculiar cafetería.
En la capilla de San Laurence O'Toole se puede ver un pequeño relicario en el que se conserva su corazón.
Desde la parte exterior se puede ver un pequeño puente, construido en 1870, que comunica la catedral con Synod Hall, el lugar en el que se encuentra el museo de exposiciones vikingas de "Dublinia".
En la actualidad la iglesia tiene 19 campanas que han sido añadidas a lo largo de los años y aún conserva una de las más antiguas que data del año 1038.
Un templo importante
Aunque en Dublín existen una gran cantidad de iglesias, Christ Church Cathedral destaca como uno de los templos más importantes de la ciudad, por lo que no es necesario ser creyente ni buscar la paz espiritual para otorgarle una pequeña visita.
Iglesia de San Michan
Fundada en el año 1095, la Iglesia de San Michan fue durante varios siglos la única iglesia situada al norte del río Liffey. San Michan no es conocida por este detalle, sino por los ancianos inquilinos que habitan en sus criptas.
La Iglesia de San Michan, una de las más antiguas de la ciudad, tuvo que ser reconstruida en 1685 y restaurada en 1998. Se trata de un templo con un interior bastante modesto en el que destaca un órgano de 1724 que aún se utiliza pero, en cuanto a todo lo demás, es simplemente una pequeña iglesia que llama poco la atención.
El mayor atractivo de la iglesia reside en sus entrañas en las que varias criptas repletas de ataúdes muestran los restos momificados de algunos antiguos ciudadanos de Dublín. Un guía os acompañará hasta el interior de las lúgubres criptas para presentaros a los personajes que descansan en ellas.
En una de las salas subterráneas se conservan los restos momificados de los hermanos Henry y John Seares, que fueron ejecutados por actuar como dirigentes durante la Rebelión de 1798.
En las salas contiguas se pueden contemplar los ataúdes abiertos en los que reposan las momias cubiertas de polvo. Algunas de las momias presentan los pies cortados porque eran demasiado altos para entrar en los ataúdes, o una mano cortada en el caso de tratarse de un ladrón.
La Iglesia de San Michan no llama especialmente la atención por sus elementos arquitectónicos ni por su decoración, pero la inquietante tranquilidad de sus antiguas criptas repletas de momias, hace que merezca la pena visitarla.
Iglesia de San Audoen
La Iglesia de St Audoen´s, declarada monumento nacional, fue construida entre 1181 y 1212 y es una de las iglesias medievales más antiguas de Irlanda. Dedicada a San Audoen, obispo de Rouen y patrón de Normandía en el siglo VII, hoy en día la iglesia continúa cumpliendo con sus funciones eclesiásticas a pesar del paso de los años.
Tras su muerte en el año 684, Audoen, obispo de Rouen, fue enterrado en el terreno que años más tarde ocuparía la iglesia que le fue dedicada. Tras su construcción en 1212, la iglesia comenzó a cobrar gran importancia en la vida eclesiástica y civil de la ciudad.
El siglo XIV fue una época de prosperidad para la iglesia que, al ver incrementado considerablemente el número de fieles de su parroquia, decidió aumentar el tamaño de la iglesia en el siglo XV. Se crearon entonces la Capilla de Santa Ana y la Capilla de la Bendita Virgen María.
En 1773, debido a la disminución de la congregación, decidieron quitar el techo de una de las zonas de la iglesia. Cincuenta años después le ocurrió lo mismo a la Capilla de Santa Ana, que también quedó a la intemperie.
Después de tantos años, hoy en día la Iglesia de San Audoen continúa siendo el lugar de recogimiento de los fieles de su parroquia, además de ofrecer a los turistas un interesante recorrido a través de su memoria.
Nada más entrar en la iglesia se puede ver una exposición en la que se muestra cómo la pequeña iglesia del siglo XII fue ampliándose para llegar a convertirse en un importante templo medieval.
A lo largo de la exposición se pueden ver diferentes muestras de los objetos medievales encontrados en los terrenos de la iglesia, además de un trozo de uno de los caminos empedrados que atravesaban la ciudad de Dublín durante los siglos XII y XIII.
Aunque hay partes de la iglesia que no soportaron nada bien el paso de los años, aún se conservan algunas de las partes más antiguas como la nave, construida en el siglo XIX, o tres de las campanas que fueron creadas en 1423.
La Iglesia de San Audoen es la más antigua de las que se conservan en Dublín y continúa siendo un lugar muy agradable y acogedor. Os gusten o no las iglesias, San Audoen es un templo diferente a los demás, por lo que merece la pena visitarlo.
Conocida por sus misas cantadas en latín, la Pro-catedral de Santa María (St Mary´s Pro-Cathedral), cariñosamente apodada "La Pro", fue construida entre 1815 y 1825 sobre la antigua Abadía Cisterciense de Santa María.
¿Por qué es una pro-catedral?
Tras su construcción, Christ Church obtuvo el título de catedral católica, el cual sigue ostentando hoy en día a pesar de llevar varios siglos convertida en un templo protestante.
Como en cada ciudad sólo puede haber una catedral católica, Santa María sólo podrá convertirse en catedral cuando el papa revoque el designio original y Christ Church deje de serlo de un modo injusto.
El estilo neoclásico de Santa María ofrece un gran contraste con la mayoría de las iglesias de la ciudad, construidas con un estilo gótico. El exterior está inspirado en el templo ateniense de Teseo, portando seis imponentes columnas dóricas.
El interior de la iglesia también es completamente diferente al de las dos catedrales y el resto de las iglesias de la ciudad. Con una mezcla de estilos griego y romano, la iglesia ha sido objeto de controvertidas opiniones en las que se la catalogaba tanto de de joya artística, como de una monstruosidad.
La Pro-catedral de Santa María es un templo que nunca ha recibido la importancia que merece y ha sido discriminada en ocasiones por su carácter especial, pero es por ello por lo que su visita resulta tan curiosa.
Iglesia de Santa Ana
La Iglesia de Santa Ana (St. Ann´s Church), construida a principios del siglo XVIII, se ha convertido en una de las más queridas por los habitantes de Dublín gracias a su generosidad con los más necesitados.
El interior de la iglesia es muy sencillo y acogedor, los bancos y el altar mayor de madera de color oscuro destacan sobre las paredes pintadas de color amarillo. Aún se conservan algunas preciadas vidrieras de mediados del siglo XIX que proyectan una tenue luz sobre el templo.
Uno de los elementos más importantes de la iglesia es el estante para pan. En 1723 el barón Butler comenzó a donar 120 panes por semana para los pobres y esta bonita tradición continúa llevándose a cabo después de casi 300 años.
La Iglesia de Santa Ana está situada en pleno centro de Dublín por lo que cualquier momento es bueno para hacerle una pequeña visita. Con suerte podréis ver los estantes para el pan repletos, ofreciendo alimento a todo aquél que lo necesite.
Iglesia de Santa Teresa
Localizada entre las zonas comerciales de Grafton Street y Clarendon Street, la Iglesia de Santa Teresa (St. Teresa´s Church) es una de las iglesias elegidas por los fieles como remanso de paz en medio del bullicio.
La construcción de la iglesia comenzó en 1793, pero no se vio finalizada hasta 1808, convirtiéndose en la primera iglesia construida tras la Reforma Católica de 1793.
El interior de la iglesia resulta curioso por sus paredes decoradas con tonos pastel, como si fuera el dormitorio de un niño. Presenta una planta en forma de "T" y ofrece tres entradas desde tres calles diferentes.
La decoración de la iglesia es sencilla, compuesta por algunas estatuas de John Hogan´s, entre las que destaca la de la Virgen y el niño. En lo alto de las paredes se pueden ver las siete valiosas vidrieras de Phyllis Burke que proyectan una tenue luz sobre el colorido interior.
La Iglesia de Santa Teresa resulta muy curiosa, sobre todo por los colores poco comunes de su interior y la forma de su planta. La iglesia está situada en el corazón comercial de la ciudad, de forma que se puede visitar mientras se realizan algunas compras en los alrededores.
La ciudad dispone de varios jardines, pero por un problema obvio de tiempo, nos limitados a visitar el de St Stephens Green.
St Stephens Green, creado en 1664, es uno de los parques públicos más antiguos de Irlanda. El parque se encuentra situado en el centro de Dublín, al final de Grafton Street, una de las calles comerciales más destacadas de la ciudad.
St Stephens Green
Hasta 1663 la zona se encontraba a las afueras de la ciudad y se utilizaba para llevar a pastar al ganado. Ese mismo año el gobierno decidió construir un parque y el recinto fue cercado en 1664. A su alrededor se construyeron edificios de estilo georgiano que atrajeron a la alta sociedad hasta la zona.
Los jardines fueron rediseñados en el siglo XIX con un estilo victoriano que conservan en la actualidad. El terreno rectangular ocupa aproximadamente 9 hectáreas de terreno, en las cuáles se extiende un precioso estanque habitado por gaviotas y cisnes.
El parque cuenta con zonas arboladas bajo las que cobijarse, infinitas praderas, una fuente central y algunos monumentos en honor a importantes personajes irlandeses. Una de las zonas más curiosas de St Stephens Green es el parque para ciegos, que cuenta con plantas aromáticas que están etiquetadas en braille.
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