CORK

En nuestra escala en Cork decidimos realizar la visita con el barco ya que se nos ofrecia la posibilidad de visitar la ciudad, además de poder acercarnos al castillo de Blarney y finalizar la visita en la típica localidad de Kinsale.


Déjate llevar por sus bulliciosas calles, y serás recompensado con innumerables restaurantes, bares y animados pubs, además de un auténtico ambiente irlandés y excelentes  festivales durante todo el verano. 

Ahora mismo Cork está de moda; la ciudad se siente bien en su propia piel, y eso se nota; las calles nos reciben elegantes, las tiendas nunca han sido mejores, y no falta el típico ambiente irlandés sinónimo de diversión y relax.
En Cork no hay que perderse:

St. Patrick's Street, la principal arteria de la ciudad que es, además, un lugar ideal para pasear. 

La iglesia de St. Peter y St. Paul, la Ópera House, los puentes tendidos sobre el curso de las aguas que atraviesan la ciudad, la Grand Parade, y el Corn Mark Street, la fábrica de cerveza Breamish Brewery y toda la zona limitada por los dos brazos del River Lee.
El English Market, situado en las cercanias de St. Patrick's, es un fantástico museo cubierto del siglo XVI.
Barrio de Shandon, esta situado frente la zona centro, cruzando el río, uno de los más antiguos de la ciudad. Aquí podemos visitar al Cork Butter Exchange, que nos muestra la importancia que tuvo el comercio de la mantequilla para esta ciudad.

La Iglesia de Santa Anne's Church, de ella sobresale la torre, a la que se puede ascender y tocar sus campanas. 
Saint Finbarr's, la catedral nogótica domina la zona con sus cúpulas de 76 metros de altura, de estilo victoriano.

No muy lejos encontramos la Universidad de Cork, por la que se puede pasear entre sus jardines.
CASTILLO DE BLARNEY

Castillo y Jardines de Blarney, situado a unos 8 kms. de Cork

El Castillo de Blarney fue construido hace casi seiscientos años por uno de los mayores caciques irlandeses, Cormac McCarthy. Durante los últimos siglos los turistas han acudido en tropel a Blarney, convirtiéndolo en uno de los mayores tesoros de Irlanda.
Quizás esto tiene algo que ver con La Piedra de Blarney, La legendaria Piedra de la Elocuencia, que según la leyenda, aquellos que besan la piedra - hay que hacerlo de espaldas y besándola por debajo, lo que requiere un ligero malabarismo, aunque afortunadamente hay un funcionario que te sujeta - obtendrán el don de la elocuencia, por lo que podrán disfrutar de actividades laborales donde se requiera este don, o poder presentarse a exámenes sin peligro de no saber que decir, otra cosa será que lo que se diga, tenga sentido alguno. 

Cierto es que muchos vienen atraídos por el renombre de la piedra, pero posteriormente se quedan prendados por la belleza del Castillo y sus jardines.

El tiempo aquí tiene sus propias reglas. Hay que relájate y pasear tranquilamente por sus dominios, disfrutando del paisaje.

Por más de 200 años, los estadistas del mundo, los gigantes literarios y las estrellas de la pantalla se han unido a los millones de peregrinos que subían las escaleras para besar la Piedra de Blarney y obtener el don de la elocuencia. Sus poderes son incuestionables, pero su historia todavía crea debate.

Algunos dicen que fue Almohada de Jacob, llevado hasta Irlanda por el profeta Jeremías. Aquí se convirtió en "La piedra fatal" o la Lia Fail, que se utiliza como trono oracular para los reyes irlandeses - una especie de Harry Potter-como 'Sombrero Seleccionador'. También se dice que fue la almohada del lecho de muerte de Santa Columba en la isla de Iona. La leyenda dice que fue eliminado del territorio continental de Escocia, donde se desempeñó como el poder profético de la sucesión real, la Piedra del Destino.

Cuando Cormac MacCarthy, el rey de Munster, envió cinco mil hombres para apoyar a Robert the Bruce en su derrota del Inglés en Bannockburn, en 1314, una parte de la histórica piedra fue dada a los escoceses en agradecimiento por su ayuda a los irlandeses.
Otros dicen que puede ser una piedra traída a Irlanda por los Cruzados - la «piedra de Ezel" detrás de la cual David se escondió en el asesoramiento de Jonathan, cuando huyó de su enemigo, Saúl. Unos pocos afirman que era la piedra que brotó el agua cuando es golpeada por Moisés.

ROCK CLOSE

"En este romántico lugar, la naturaleza y el arte (una combinación poco común en lugares de paseo) han ido de la mano. Se han aprovechado de las circunstancias accidentales para formar combinaciones de unas caracteristicas de buen gusto, es realmente una difícil cuestión determinar que es primitivo, y lo que es producto del diseño. La ilusión esta realzada por el abandono total de la actualidad. Encontramos de forma inesperada este pequeño y  sombreado rincón. 

Croften Croker: "Investigaciones en el sur de Irlanda", 1824

Tal vez no deberíamos sorprendernos de cuán elocuentes se convierten muchos de nuestros visitantes. Para muchos de ellos, sin embargo, no es la  "Rock Close" que los trae hasta aquí, los jardines y los vestigios  del siglo XVIII, lo convierten en un lugar encantado.
JARDINES
Bienvenidos a los jardines del Castillo de Blarney, donde hay mucho más de lo que parece. Tómese su tiempo para hacer un viaje a través de un entorno tranquilo y relajante, y lleno de lugares místicos y mágicos.

Desde lo alto del castillo se puede disfrutar de las maravillosas vistas de más de 60 hectáreas de zonas verdes que incluyen jardines, avenidas, jardines botánicos y vías fluviales.

Encontrar un toque de peligro entrelazado con la belleza, al poder contemplar  uno de los pocos jardines de Poison en Irlanda (plantas venenosas). 
Dependiendo de la época del año que se visite podremos contemplar alfombras de bulbos en la primavera, o una buena colección de azaleas y rododendros que añaden una gran colorido.

En verano las fronteras herbáceas y de rosaledas, ofrecen al visitante un espléndido despliegue de color y aromas.

El otoño es el momento de una eclosión de colores al mutar muchos de sus arboles en una gama de colores desde los más rotundos verdes a los amarillos, pasando por los anaranjados, algo que se puede admirar en todo su esplendor desde la torre del castillo.
El invierno es tradicionalmente el tiempo de silencio de los años, pero el paisaje de invierno en todo el estado, sobre todo el lago y los bosques proporcionan intereses sin fin.

Hay algo que ver durante todo el año en lo que es un entorno en constante cambio y evolución. Su visita a los Jardines de Blarney no necesita ser el mismo.



Cerca de Cork, a 26 kms., también encontramos la pintoresca ciudad turistica de Kinsale, con su puerto ubicado en el estuario del río Bandon. Esta localidad está muy vinculada con España, ya que en 1602 las fuerzas británicas derrotaron a los españoles que apoyaban a los rebeldes irlandeses.

A ambos lados de su bahía se encuentran dos torreones que nos ofrecen estupendas vistas sobre la localidad, que podemos recorrer sin prisas y disfrutando de su arquitectura y su colorido.

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