Desde ST GOAR hasta COBLENZA

CASTILLO MAUS (Km 558,7)
Llegando a Welmich, una pequeña ciudad medieval situada al pie del fuerte Maus o castillo del ratón. Welmich pertenece en la actualidad al municipio de San Goarshausen.
El apodo le fue puesto en el lenguaje popular por alusión al edificio vecino perteneciente a los poderosos Katzenelnbogen, que parecían estar esperando la ocasión propicia para devorar al “ratón”. El castillo, concluido en 1356 bajo el arzobispado de Tréveris Kuno de Falkenstein, estaba considerado como uno de los más modernos y aptos para la defensa en su época. El castillo del ratón servía, en parte, como residencia a los arzobispos de Trévesis. Napoleón destruyó el edificio en 1806 durante su empresa de destrucción de fortificaciones del Rin y el imponente complejo fue construido de acuerdo con los antiguos planos durante los años1900-1906. El recinto exterior de trazado casi rectangular está reforzado por el lado de la montaña y hacia el foso circular por un muro de defensa. Por el lado externo, está dominado por un poderoso torreón.

ERENTHAL (Km 560)
Es una pequeña localidad de la cuenca del Rin, de la que cabe destacar su iglesia de color ocre que está adosada a un albergue Zur Klosteschenke. La curiosidad es que para entrar en la iglesia hay que pasar por el albergue.

HIRZENACH (Km 562,5)
Este viejo pueblo, muy alargado, forma parte del municipio de Boppard. En el centro de Hirzenach se encuentra la iglesia románica construida hacia 1250. Es notable por su sencillez y su coro gótico incipiente.

KESTERT (Km 563,3)
Esta población es célebre por sus plantaciones de árboles frutales, especialmente cerezos.

BAD SALZIG (Km 566)
Este pueblo rodeado de árboles frutales, pertenece al término municipal de Boppard. Y está pequeña ciudad es famosa por sus manantiales de aguas salinas y fuentes radioactivas que contienen sulfato sódico, así como por su moderno balneario. Es un centro de salud, y Bad Salzig es famoso por sus tratamientos de trastornos metabólicos, de las enfermedades reumáticas, de las articulaciones y de gota.

CASTILLOS DE LIEBENSTEIN Y STERRENBERG (Km 566,5)
En lo alto de la colina podemos observar estos dos nuevos castillo. Son dos fuertes que sobresalen por encima de una elevada arista rocosa. La leyenda cuenta que están habitados por dos hermanos rivales y, por eso, no hay que extrañarse de que hayan convertido, según la leyenda popular, en los “hermanos enemigos”. Ambos castillos sólo están separados por el “Streimaner”, que significa el “Muro de las Disputas”. Este muro, de unos 2,5 metros de grosor, aproximadamente, está fortificado por un foso. El castillo de Sterrenberg, en parte enjalbegado de blanco, fue construido en el siglo XI como el castillo imperial. En 1248, el Burgrave de Sterrenberg decidió habilitar la casa de madera situada 30 metros por debajo de la fortaleza como parte sobresaliente del castillo. Así es como surgió el castillo de Liebenstein.
El Sterremberg, por su posición sobre un pico rocoso y abrupto, estaba protegido contra los ataques por tres de sus costados, estando protegido el cuarto por un muro de defensa, unos foso y puertas fortificadas.

KAMP BORNHOFEN (Km 567)
Con 20.000 habitantes destaca de esta ciudad el Monasterio de Bornhofen, que fue construido entre 1679 y 1684 y ha constituido un lugar de peregrinación.
Esta viaje iglesia adquirió su forma actual en el siglo XV. Como a comienzos del siglo pasado la iglesia quedaba pequeña para acoger el flujo de peregrinos, los Franciscanos le construyeron al lado una magnífica plaza de los peregrinos y, en 1932 otra plaza aún mayor, que puede acoger a unas 5.000 personas.

BOPPARD (Km 570,5)
Es de origen celta y fue fortificada por los romanos con una gran muralla rectangular. En la mayoría de los otros asentamientos romanos del Rin medio sólo quedan fragmentos de las fortificaciones originales, pero en Boppard todavía permanecían intactas tres partes de la fortaleza romana a principios del siglo XIX. Lamentablemente, una parte fue demolida para abrir camino a la línea del ferrocarril. No obstante, todavía existen ocho de las 28 torres originales, así como las puertas de la ciudad medieval. La fortaleza media 1.000 pies romanos (305 m) de longitud y 500 (152 m) de ancho.

LOS CUATRO LAGOS (Km 570,5)
Frente a Boppard nos encontraremos en uno de los mayores meandros del Rin, que va a cerrarse casi como una horquilla a la altura de Osterpai. Pero, en el hueco de dicha horquilla, podemos ver la pequeña localidad de Filsen.
Desde aquí puede tomarse un telesilla que conduce a los turistas hasta el mirador de Firsinblic o el mirador de los cuatro lagos. En efecto, como estamos en una gran horquilla del Rin, desde lo alto de esta colina, se presenta en forma de cuatro lagos, de ahí el nombre del mirador.

OSTERSPAI (Km 572,2)
Es una pequeña  localidad que tiene unos 1.500 habitantes. Posee una bella iglesia del siglo XII encomendada a San Martín. En lo alto se encuentra el castillo de Liebeneck, que fue construido hacia 1700. Sufrió una importante transformación en el siglo XIX. Se convirtió en pabellón de caza, en un emplazamiento espléndido, y perteneció a la familia de los Von Lievenstein.

SPAY (Km 578)
Ubicada en un  pequeño meandro del Rin. Esta ciudad de 2.000 habitantes es el resultado de la fusión de dos pueblos de pescadores, Oberspay y Nierdespay. Se pueden distinguir las hermosísimas casas de entramados.

CASTILLO DE MARKSBURG (Km 580)
Dominando la ciudad de Braubach se encuentra el castillo de Marksburg, el único que se encuentra intacto desde la Edad Media.
A comienzos del siglo XIII, pertenecía a los señores Von Epstein y a los condes de Katzelneboggen, que lo fortificaron.
De 1479 a 1803, el Marksburg se encontró sin interrupción bajo soberanía de Lanfgraves de Hesse y, posteriormente, hasta 1866, bajo la soberanía del Ducado de Nassau. En 1866, el Marksburg volvía, junto con la ciudad de Brauchbach, a ser de Prusia.
En 1900, fue adquirido por la sociedad para la conservación de los castillos alemanes a la que pertenece en la actualidad, que acondicionó y restauró este castillo con mucho esmero.
Este castillo cuenta con una impresionante biblioteca de más de 1.200 obras acerca del tema de la historia de los castillos.
También podemos ver en él una hermosa cocina estilo gótico con una chimenea abierta en la que se podía asar hasta un buey entero. Por último, podemos visitar en las bodegas de este castillo la sala de torturas, que nos permite hacernos una idea acerca de la jurisprudencia de la época

BRAUBACH (Km 580,2)
El castillo de Marksburg que domina la ciudad (Km 580) es único por el hecho de que nunca fue destruido. Existen referencias a la fecha del castillo de principios del siglo XIII y desde la Edad Media no ha cambiado mucho su apariencia. A menudo se hace referencia humorísticamente a las tres chimeneas que se ven en lo alto de una colina como a la calefacción central para los viñedos. En realidad, forman parte de las minas de plata y plomo de Braubach, que proceden de los tiempos prerromanos.

RHENS (Km 582.3)
Es conocida por los historiadores por la Unión Electoral de Rhens. En 1338, cuando los duques electores de Rhenish estaban preparándose para la elección del emperador, denegaron el derecho de veto del Papa. La sede del rey (Königsstuhl) en la colina es un monumento conmemorativo a este acontecimiento. El primer rey que tenía que ser elegido era Ruprecht del Palatinado en 1400. Los siguientes reyes se presentaron a si mismos en Königsstuhl e hicieron allí la promesa de fidelidad.

CASTILLO DE STOLZENFELS (Km 585,2)
Justo antes de llegar a Coblenza, nos aparece un castillo idílicamente situado en la colina encima de un extenso pueblo. El pueblo es Kapellen-Stolzenfels. Sus cimientos y el torreón fueron abastecidos por una fortaleza anterior que había sido destruida por los franceses. Justo con el Marksburg y el Pfalzgrafenstein, se encuentra  uno de los castillos más conocidos del valle del Rin. Construido entre 1242 y 1259, dicho castillo es uno de los últimos construidos en el Rin Medio. La capilla del castillo y el salón de banquetes contienen importantes murales.

LAHNSTEIN (Km 586)
Después de pasar por la desembocadura del rio Lahn,  nos encontramos con la ciudad de Lahnstein y el castillo de Lahneck. Construido en el siglo XIII para salvaguardar las minas de plata de un duque elector, el castillo de Lahneck es un importante ejemplo del estilo romántico del Rin. Ostenta una torre de casi 30 m de altura y está bordeado por las laderas boscosas de la montaña. Aquí se inspiró Goethe para escribir el poema Geistesgruss. El castillo sufrió el destino de casi todos los castillos del Rin cuando fue destruido por los franceses.
COBLENZA  (Km 591,5)
A orillas del Rin y del Mosela
Fortalezas y torres de castillos, palacios, y casas patricias son la impresionante imagen de un pasado turbulento. En el mundialmente conocido “Rincón Alemán”, donde se encuentran el Rin y el Mosela, ahí está la antigua ciudad romana de Coblenza. Su fortaleza Ehrenbreitstein y el castillo Stolzenfels son parte del patrimonio mundial de la humanidad UNESCO “alto valle del Rin central” con la legendaria roca “Loreley” y los románticos castillos y palacios en las pendientes escarpadas del Rin. Cuatro montañas de mediana altura enmarcan la ciudad del Rin y Mosela, que esta rodeada en dos terceras partes de bosques y superficies verdes y de agua. Fundada hace más de 200 años, los romanos la llamaban primero “apud Confluentes” – en los confluentes. Hoy, Coblenza es una “pequeña gran ciudad”, que tiene mucho que ofrecer a los interesados en el arte y la cultura

Lugares de interés turístico
Ya dando un paseo por la ciudad, Coblenza muestra un fascinante perfil – románticas callejuelas e históricos lugares, además de las pintorescas callecitas del casco antiguo con la basílica romana de San Cástor, San Florín y la iglesia de Nuestra Señora del siglo XII. Una hora de viva historia es el Rincón Alemán coronado por el emperador Guillermo I. La fortaleza Ehrenbreitstein, en las alturas del barrio residencial barroco, es uno de los castillos más grandes de Europa.

Ya dando un paseo por la ciudad, Coblenza muestra un fascinante perfil – románticas callejuelas e históricos lugares, además de las pintorescas callecitas del casco antiguo con la basílica romana de San Cástor, San Florín y la iglesia de Nuestra Señora del siglo XII. Una hora de viva historia es el Rincón Alemán coronado por el emperador Guillermo I. La fortaleza Ehrenbreitstein, en las alturas del barrio residencial barroco, es uno de los castillos más grandes de Europa.

  El Rincón Alemán
A causa del asentamiento de la Orden de los Caballeros Teutónicos, en la confluencia del Rin y Mosela, este lugar recibió el nombre de “Rincón Alemán”. Aquí se encuentra el monumento del emperador Guillermo, que sirvió como monumento conmemorativo de la unidad alemana, desde 1953 hasta la reunificación en 1990.

La Basílica de San Cástor
En la casa de Dios romana, consagrada en el año 836, se realizaron 842 negociaciones de los emisarios de los hijos de “Luis el Piadoso”, que finalmente causaron la separación del Imperio de Francia según el tratado de Verdún (843). La actual construcción surgió a finales del siglo XII. El Papa Juan Pablo II nombró a la iglesia de San Cástor (en una) basílica menor. Interesante es también la fuente en la plaza de la iglesia, cuya curiosa inscripción recuerda el final de la época francesa.

La Fortaleza Ehrenbreitstein
La fortaleza Ehrenbreitstein se alza a 118 metros sobre el Rin frente al Rincón Alemán. Alrededor del año 1000 surgió aquí un pequeño castillo, que con el pasar del tiempo se convirtió en una fortaleza hecha por los príncipes electores de Tréveris. Después de su destrucción, provocada por los franceses, fueron los prusianos quienes fortificaron Ehrenbreitstein nuevamente. Se construyó una de las fortalezas más fuertes en Europa después de 1815, que aún hoy se conserva casi íntegramente.

Informaciones sobre ocio y gastronomía de la ciudad.
El viajero que quiere disfrutar de la ciudad puede también deambular por el largo paseo de Rheinanlagen, al lado del Rin, trazado hace más de 200 años, y que tiene excelentes zonas para el descanso y para contemplar el trasiego de la vida fluvial, con el fondo orgulloso de la fortaleza Ehrenbreinstein.

También podrá deambular por las pequeñas callejas del casco urbano, en las que hay buenos comercios y restaurantes. Desde el casco viejo hacia el sur va la Löhrstraße que es una zona de compras.
Hay buenas actividades de verano, cuando mucha gente recorre la zona, atraída especialmente por el Valle Central del Rin. Entre los eventos, algunos de índole musical.

Pero el espectáculo más conocido es el Rin en llamas. La travesía del río en amplios barcos ante los castillos y fortalezas iluminadas y los fuegos artificiales componen un espectáculo que atrae cada año a cientos de miles de turistas. La travesía concluye en Coblenza, con los fuegos artificiales desde el castillo de Ehrenbreitstein.
En Coblenza se halla gastronomía con sabor renano y también cocina internacional. Toda esta zona del Rin es conocida por sus vinos desde tiempos medievales. A esta oferta se añaden las cervezas. Hay semanas culinarias dedicadas a productos específicos.

Recomendamos cruzar el Rin a bordo del teleférico que tiene su salida junto a la plaza de la Basílica de Cástor y que asciende hasta la orilla opuesta, desde el mismo se contempla una excelente vista del Rin y de la confluencia con el Mosel o Mosela.
Si el día nos acompaña la vista que podemos observar es maravillosa, con una perspectiva de toda la ciudad.
Su recorrido de ida y vuelta es de escasamente unos 30 minutos y su coste de 8 €.


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