Esta ciudad es la capital de la provincia de Trás-os-Montes. Vila Real se alza a 427 m sobre una colina que forma una especie de península entre los ríos Corgo y Cabril, sobre el cual sobresalen sus bonitas casas.
El primer fuero de Vila Real lo concedió el rey D. Dinis (1279-1325), en 1289. Con este fuero, el garantizaba a sus habitantes el derecho a rechazar el hospedaje a hidalgos y caballeros que, de esta forma, deberían pernoctar fuera de sus muros. Esto no impidió que esta villa acogiese en los s. XVII, XVIII y XIX a muchas familias nobles, cuyas residencias fueron siendo absorbidas por el tejido urbano.
Hoy, quien visite Vila Real, se sorprenderá al observar las numerosas piedras de armas que ennoblecen las fachadas de muchos edificios y el blasón de la ciudad, representada por una espada y un bastón, resume la historia de su primer conde.
Ciudad bonita y apacible, donde la mirada se pierde en las montañas que la rodean, empiece por conocer el lugar donde, en el s. XIII, se establecieron los primeros habitantes, la "Vila Real medieval", prosiguiendo por la "Vila Real antigua" y terminando su paseo en el frondoso Parque del Municipio, junto a la Vila Real moderna. Aquí, sugerimos que suba a lo alto del Calvario, desde donde disfrutará de una bonita perspectiva semicircular sobre la ciudad, abarcando a poniente, las sierras de Marão y de Alvão y, al sur, la cadena montañosa de Montemuro. Al norte de este mirador se encuentran los barrios modernos que se han desarrollado a lo largo de los últimos cien años.
A cerca de 3 Km de la ciudad, visite una de las más notables joyas del Barroco portugués: el Palacio de Mateus. Sin duda, Casa Mateus es una de las visitas indispensables si váis a Vila Real y está clasificado como Monumento Nacional. Se encuentra a unos 4 Km de la ciudad por la N-322, en la freguesía de Mateus.
Se trata de una enorme finca en la que hay varias cosas que visitar:
* La edificación más famosa es el Palacio Mateus, diseñado por Nicolau Nasoni a principios del siglo XVIII para ser la residencia de Antonio José Botelho Mourão. Es un precioso palacio de inconfundible estilo barroco portugués. Mediante una visita guiada puede recorrerse una parte de las estancias interiores (las otras son propiedad privada utilizadas aún como vivienda de los descendientes de su promotor), que han sido reconvertidas en Museo.
* El Palacio está rodeado de unos preciosos jardines románticos, salpicados de fuentes, un enorme lago, flores, setos, pérgolas, árboles centenarios...
* Anexo al edificio, por la parte posterior se encuentra la Capilla de Nossa Senhora dos Prazeres, con una espectacular sacristía. La capilla fue terminada unos años más tarde que el palacio, y diseñada por José Álvares Rego.
* También en la finca se encuentra la Bodega donde se elabora el vino Mateus, un célebre vino rosado y dulce en cuya etiqueta aparece representado el Palacio.
* Por supuesto, el complejo cuenta con una cafetería y tienda, en la que se pueden adquirir vino, mermeladas, libros, postales...
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