LA VALLETA

Malta es un país pequeño, que conserva un sabor mediterráneo tradicional y una extraña lengua propia, pero al que su sensacional clima y ubicación ha convertido en las últimas décadas en un pequeño paraíso turístico de costa, ocio y deportes como el submarinismo.
Malta es, a día de hoy, miembro de la Unión Europea y tiene el Euro como moneda oficial. La herencia británica- de quien obtuvo la independencia en los años 60- sigue siendo palpable en las islas, donde se conduce por la izquierda y el inglés es la segunda lengua oficial. Esto ha convertido a la enseñanza del idioma inglés en otro de sus grandes activos económicos, junto al turismo. Miles de personas eligen cada año el archipiélago de Malta para estudiar y divertirse a la vez, ya que -además de escuelas y cursos de inglés de muy alta calidad-, la vida nocturna y las posibilidades de ocio de algunas zonas de la isla de Malta la convierten en un destino muy apreciado por el público joven.
Una de las cosas que más llaman la atención de la ciudad de La Valetta es la llegada en barco, quizás junto a Menorca es uno de los puertos más hermosos del mediterráneo. La Valetta es una pequeña ciudad, parece mentira que una capital europea  pueda caber en una franja de terreno de apenas un kilómetro de longitud y otro de anchura, pero en la capital de Malta es posible. Es verdad que, al otro lado de las murallas de la ciudad y en las zonas costeras que están frente a la Península hay otras poblaciones vecinas, pero no tienen el mismo sentido o estructura que La Valetta.
La ciudad de La Valetta comienza una vez atravesada la puerta de la zona amurallada de la Fuente del Tritón, frontera con la vecina localidad de Floriana y punto central de la red de autobuses de la isla de Malta. Por allí se entra en la calle Republica, peatonal durante la mayor parte de su recorrido, arteria principal de la ciudad y punto de referencia de la mayor parte de los lugares de interés turístico. En la ciudad de la Valetta, la inmensa mayoría de las calles son totalmente rectas y forman una calizcuadricula. La calle Republica es la central, pero comparte protagonismo con la paralela calle Merchants. Entre las dos concentran la vida comercial de la ciudad y la mayor parte de sus edificios oficiales. Las calles perpendiculares a estas dos suelen ser bastante menores y atraviesan la Península de norte a sur, comenzando y acabando su recorrido en el mar.
La arquitectura de la ciudad tiene un aspecto bastante uniforme y esta dominada por el color marrón claro de la piedra caliza de los edificios y las murallas. En algunos de ellos, hay también pequeñas balconadas de colores que hacen algo de contraste. La mayor parte de los edificios pintorescos están concentrados en la zona central de la ciudad pero, entre la Plaza de San Jorge y el Fuerte de St. Elmo hay zonas donde el estado de conservación no es tan bueno y se puede ver una imagen mas autentica y añeja de la ciudad de La Valetta.
Catedral de San Juan
La principal atracción turística de la ciudad es la Catedral de San Juan, de estilo barroco, cuya entrada esta situada en la calle Republica. La entrada cuesta 6 euros con la audio guía incluida y, aunque pueda parecer un poco cara, realmente merece la pena pagarlos para entrar en ella. La catedral data del siglo XVI y conserva tesoros de gran valor artístico por las donaciones que hacían los caballeros de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, de la cual fue durante 200 años su iglesia conventual.
El interior del edificio es simplemente espectacular. Las paredes están totalmente esculpidas con diseños de color dorado y verde y los techos están pintados con frescos. Merece muchísimo la pena, también, fijarse en el suelo, ya que esta cubierto con lapidas de mármol de colores dedicadas a los caballeros de la orden. La riqueza monumental se completa con el altar, al que las diversas donaciones dieron un enorme valor artístico. La Catedral dispone también de un oratorio con pinturas de Caravaggio, entre ellas “La decapitación de Juan el Bautista”.
Ojo al visitarla con las estrictas normas de entrada. No se permite ropa que no cubra convenientemente hombros, pecho o piernas -aunque se prestan prendas para estas ocasiones- y, para no dañar el mármol del suelo, no se permite el acceso con tacones estrechos o de punta.
Palacios y vistas panorámicas
Siguiendo la calle Republica un poco mas al sur, pasada ya la Plaza de San Jorge, se puede visitar también la mansión del siglo XVI de la Casa Rocca Piccola, que da una idea de como vivieron las familias mas importantes de la isla en la antigüedad. Desde allí el Fuerte de St. Elmo esta a muy poca distancia pero, pese a lo que pueda pensarse, ni se puede visitar, ni ofrece grandes atractivos al turista.
Desde allí se puede seguir por la costa del sur de la Península por el camino más cercano al puerto. El recorrido en si no es especialmente bonito, pero a medida que se avanza, la vista de las tres ciudades situadas al sur de La Valetta se hace impresionante. Se puede parar, de paso, en el audiovisual Malta Experience, que explica la vida de la isla en 45 minutos, pero no aportara mucho a quienes no estén demasiado interesados en la historia.
A la entrada de la ciudad también esta el cuartel general de los británicos durante la II Guerra Mundial. Curioso de visitar, aunque a quien no le guste la historia quizá no le diga mucho. Ojo, es difícil de encontrar. Los carteles en las calles indican la zona aproximada de su situación, pero luego su entrada esta bastante disimulada.
Actualmente la mayoría de compañías marítimas han dejado de atracar en Malta, algo que yo lamento ya que era una excelente escala, pero actualmente prima más el hacer una noche más de navegación (más actividad a bordo, más negocio para la compañía), o hacer una escala reducida en Palma de Mallorca, ciudad que siempre es un placer estar en ella, y que muchos visitamos con frecuencia, cosa que no nos pasa con La Valetta.

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