Quizás la más conocida de las islas griegas y seguramente la más hermosa, blanca y azul es un deleite para la vista, aquella isla que nosotros no nos cansaríamos de visitar.
En un entorno magnífico por encima del mar Egeo, Thira fue una ciudad importante que llegó a tener 5.000 habitantes y 700 cisternas.
Tuvimos el coraje hace un par de años de subir la escalinata que te separa del amarre del puerto hasta la ciudad, todos los peldaños, 588, todos los del mundo, aún hoy cuando lo recuerdo me siento cansado.En la foto podeis observar la escalinata arriba a la derecha
.Ahora ya somos prácticos y tomamos el teleférico que nos lleva hasta lo alto, es como más relajante, aunque si realmente uno quiere ser atrevido, que suba a lomos de un de los asnos que hacen está ascensión.
En la terraza de los Efebos, del s. VI a.C., los jóvenes soldados, desnudos, hacían ejercicio y bailaban unas danzas conocidas como gimnopedias; las paredes de la roca están decoradas con dibujos alusivos. Por debajo de la terraza y al final de la arista rocosa, se ven restos del gimnasio (s. II a.C.) donde se alojaban los efebos; dicho gimnasio se encontraba junto a un patio al que abría también una cueva dedicada a Heracles y a Hermes, venerados por los efebos. Las termas, de las que se distinguen los cimientos, fueron añadidas por los romanos.
Thira o Fira es el enclave central del cráter que constituye su morfológica geológica, que se debe a la acción del volcán hoy en día extinguido. Una gran erupción volcánica que se produjo en el siglo XVI a.C. provocó el hundimiento de gran parte de la isla y la formación de un gran cráter (Caldera) que constituye un fenómeno extraño en todo el mundo. Algunos estudiosos relacionan Santorini con la antigua Atlántida.
La ciudad resulta pintoresca con sus estrechas y laberínticas calles, con unas vistas inusuales sobre el cráter del que fuera volcán.
A 11 kms de la ciudad de Thira (Fira), se encuentra Iá, con una belleza única, pequeñas casas esculpidas en la blanda roca (ipóskafa), unas blancas y otras de azul o ocre, casas señoriales neoclásicas con patios, calles estrechas enlosadas. La vista hacia el mar es única, siendo también famosa su puesta de sol, que la mayoría de cruceristas no pueden disfrutar ya que los barcos zarpan antes de que se produzca, pero en nuestro caso Holland America cuida mucho estos detalles y zarpamos a las 11 de la noche, después de ver la puesta de sol y después cenar en la cubierta del barco mientras gozábamos de la ciudad iluminada, placeres que hay que saber encontrar.
Fue fundada en el s. IX a.C. y alcanzó su apogeo en tiempos de los Ptolomeos egipcios (300-150 a.C.), que instalaron en ella una base naval, pero decayó en época romana y fue abandonada en el s. XIII. El Temenos de Artemidoros es un recinto sagrado que conserva el altar e inscripciones grabadas en la pared de la roca. Curiosas esculturas representan al león de Apolo, el águila de Zeus y el delfín de Poseidón. El ágora se divide en dos partes: a lo largo de la primera se alzaba un templo de Dionisos precedido de una escalera; junto a la segunda se halla el pórtico real, romano, del que se distinguen las basas de la columnata central. Detrás había un barrio residencial. El templo de Apolo tenía una cella (centro sagrado del templo) y delante del pronaos había un patio al que daban dos habitaciones.
Thira o Fira es el enclave central del cráter que constituye su morfológica geológica, que se debe a la acción del volcán hoy en día extinguido. Una gran erupción volcánica que se produjo en el siglo XVI a.C. provocó el hundimiento de gran parte de la isla y la formación de un gran cráter (Caldera) que constituye un fenómeno extraño en todo el mundo. Algunos estudiosos relacionan Santorini con la antigua Atlántida.
La ciudad resulta pintoresca con sus estrechas y laberínticas calles, con unas vistas inusuales sobre el cráter del que fuera volcán.
A 11 kms de la ciudad de Thira (Fira), se encuentra Iá, con una belleza única, pequeñas casas esculpidas en la blanda roca (ipóskafa), unas blancas y otras de azul o ocre, casas señoriales neoclásicas con patios, calles estrechas enlosadas. La vista hacia el mar es única, siendo también famosa su puesta de sol, que la mayoría de cruceristas no pueden disfrutar ya que los barcos zarpan antes de que se produzca, pero en nuestro caso Holland America cuida mucho estos detalles y zarpamos a las 11 de la noche, después de ver la puesta de sol y después cenar en la cubierta del barco mientras gozábamos de la ciudad iluminada, placeres que hay que saber encontrar.
LA PUESTA DE SOL EN IA
Antes de la hora mágica de la puesta del sol cientos de personas se congregan emocionadas en Iá, al noroeste de Santorini, envueltas en un ambiente de magia y misticismo y todas permanecen expectantes, en silencio, esperando desde cualquiera de las callejuelas del pueblo o desde la pequeña fortaleza, el momento en que el sol se funde con el mar, para contemplar la que se considera una de las puestas de sol más bellas del mundo.
El autobús desde Fira a Oia tarda unos 20 minutos y cuesta 1,70 euros.
Después del espectáculo regresad al barco para cenar y deleitaros de la vista que nos ofrece la ciudad
La isla de Santorini es muy hermosa, sus playas son encantadoras, vale la pena ir para allá!! Quedas con ganas de volver y si vas en crucero mucho mas.
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