Está en el corazón de América del Sur, donde se canta con arpa y guitarra, al borde de los ríos Paraná y Paraguay. Es un país tranquilo, cordial, en el que las tardes capitalinas transcurren al aire libre, en los parques, a ritmo de tranvía y tereré. En este país los habitantes se adaptaron a un sol canícular y aprendieron a vivir según sus leyes; levantarse muy temprano antes de que haga demasiado calor, realizar una reparadora siesta al medio día y alargar la tarde para ir a cenar a altas horas, cuando comienza a refrescar la noche.
En el lado oriental, más de 800 ríos y arroyuelos dan lugar a una tierra fértil que sustenta la economía nacional y a bosques impenetrables que albergan más de 500 variedades de maderas, un gran número de especies de aves y varios miles de diversas plantas. En esta parte del país se ubican las principales ciudades: Asunción, Encarnación y Ciudad del Este. Allí el río es el palpitante centro de la actividad comercial. Del otro lado, en el Chaco, Paraguay muestra la vida del vaquero que lucha contra el ardiente sol, que vive de su ganado y que en las temporadas de lluvia ve reverdecer sus tierras.
Además de sus paisajes y cultura, Paraguay es uno de los mejores lugares para hacer compras; no sólo por los magníficos productos artesanales que se producen, sino también por la amplia selección de mercancía de diversas partes del mundo que aquí se consigue, aunque no seré yo el que garantice su autenticidad.
Una excelente carretera conecta a las principales ciudades entre si (Tour del Triángulo) y con los países vecinos.
Otra conecta la región oriental con la del Chaco. Así que es posible realizar diversos recorridos por todo el país, que darán una muestra de la forma apacible en que transcurre la vida cotidiana. El circuito central, por ejemplo, es una especie de síntesis de los paisajes, cultivos, pequeñas colinas, arroyos y trabajo artesanal típico de la región oriental. Otra visita obligada está en las cercanías de Asunción; es el romántico lago Ypacaraí, que el mundo entero conoció a través de la melodía de los años sesenta "Recuerdos de Ypacaraí"
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Encaminarse a las Ruinas Jesuíticas es regresar al pasado, a las misiones evangelizadoras y sus construcciones, a los pequeños poblados que erigieron y al nuevo modo de vida para los guaraníes. Finalmente, la represa hidroeléctrica que dio un nuevo rumbo a la economía paraguaya, Itaipú, es una inmensa mole de concreto de más de 200 metros de altura y ocho kilómetros de largo que se levanta sobre el río Paraná con el propósito de embalsar 29 mil millones de metros cúbicos de agua que generan energía que se exporta a los países limítrofes, presa construida por Brasil en cooperación con Paraguay, territorio donde se asienta.
Paraguay es un pequeño país musical pleno de artesanías, bellos paisajes, gente cordial y excelentes precios.
ATRACTIVOS TURÍSTICOS
Al recorrer Paraguay la atención se centra en seis puntos principales: Asunción, Encarnación, Ciudad del Este, Ruinas Jesuíticas, represa hidro-eléctrica Itaipú y Chaco Boreal. Y en la ruta hacia estos destinos hay una serie de desvíos de tipo artesanal y naturalista, porque los nueve parques naturales del país y los pueblos donde se elaboran los tejidos de ñandutí o donde se fabrican las gallinitas de la suerte merece escala especial.
ASUNCIÓN
Más de 450 años de historia dan a la capital un aire señorial que aún se respira en sus calles y edificaciones y que se refuerza con el orden, el tranvía y la calma que se vive en esta ciudad.
Asunción posee cientos de lugares que merecen una visita: palacios, puertos, museos, viejos teatros, el Jardín Botánico con su zoológico y hasta la estación del ferrocarril; todos tienen una historia que contar.
Entre ellos se destacan los alrededores del puerto con su permanente actividad, las calles Palma y Estrella donde se concentran los almacenes y restaurantes exclusivos. También están la Plaza de los Héroes, el Palacio Legislativo y la construcción de tipo inglés de la estación del ferrocarril, que debió quedar inconclusa a causa de la Guerra Grande (en el Chaco).
El que hoy funciona como edificio de impuestos fue en una época el Teatro de la Opera, con una construcción semejante al Teatro de la Scala de Milán. Las iglesia también guardan sus tesoros: la de Trinidad, construida en 1854, tiene retablos de arte indígena. Otras figuras y pinturas se guardan también en la Recoleta, Encarnación y San Roque. Y el principal orgullo de los asunceños en materia arquitectónica es el actual Palacio de Gobierno, que originalmente fue la residencia del mariscal Solano López. Otra joya es el Panteón Nacional donde yacen los restos de héroes de la independencia y de varias guerras.
Otros lugares para visitar son la Casa de la Independencia y la Catedral, que recuerda en su construcción la tipicidad arquitectónica colonial de los jesuitas con el doble campanario, las tres amplias naves y el hermoso tallado en madera del altar, revestido en lámina de plata labrada. La Catedral contiene además un valioso museo con objetos religioso y artísticos.
Entre los parques de recreo, el Caballero es el más popular de la ciudad. Esta situado frente al río Paraguay, posee piscina olímpica y un museo. Y en el campo de los museos sobresalen el Dr. Andrés Barbero con sus objetos antropológicos, instrumentos musicales, armas y utensilios de los guaraníes. El Militar e Instituto de Historia exhibe piezas de la vida militar paraguaya. También hay uno indígena y otro de historia natural ubicados en el Jardín Botánico y el zoológico, respectivamente. Y en el Museo Nacional de Bellas Artes hay diversas muestras de la plástica de los artistas paraguayos. También hay monumentos y éstos obtienen su máxima expresión en el Cerro Lambaré, que ofrece en su cima una conmemoración, en bronce y cemento a la Paz Victoriosa.
ENCARNACIÓN
Es la "Perla del Sur", cosmopolita y activa. Esta ciudad está dividida en dos zonas, la alta y la baja. En la primera se realiza el movimiento financiero de la ciudad y en la segunda zona, que va desde el puerto hasta la Calle Caballero, se ubica el sector comercial.
Entre los atractivos de Encarnación se destacan varias plazas: De Armas, Mariscal Solano López, del Soldado Paraguayo y de la Basílica. Además hay que hacer un recorrido por el muelle viejo y por el centro de la ciudad, en donde se encuentran cientos de ucranianos que forman una gran colonia en la ciudad.
Encarnación es, además, el punto de partida para visitar varias de las Ruinas Jesuíticas: Jesús, Trinidad, San Cosme y Damián. Una de las actividades que atrae la mayor cantidad de turistas es la pesca deportiva que se realiza en aguas del río Paraná. Recientemente fue inaugurado sobre este río el puente San Roque González de Santacruz que une Encarnación con la ciudad argentina de Posadas. Es utilizado para el transporte de productos de exportación y el tránsito internacional en general.
CIUDAD DEL ESTE
Esta es una moderna ciudad, que tiene pocos años de historia. Es el primer centro de comercio debido a su cercanía con Brasil, del que solo la separa el Puente de la amistad sobre el río Paraná. Habitantes y turistas llegan hasta Ciudad del Este para proveerse de todo tipo de artículos y electrodomésticos. Hoteles, restaurantes, bares y parrilladas siempre abiertos dan una muestra de la actividad permanente que allí se vive.
De esta ciudad parten las excursiones a la represa de Itaipú y su lago artificial. También el Parque Nacional Moisés Bertoni. Y desde Ciudad del Este se cruza a Brasil para visitar una de las maravillas naturales del mundo, Las Cataratas de Yguazú, llamadas así por los guaraníes para significar Y=Agua y Guazú = grande.
Desde Ciudad del Este también se puede llegar a la Argentina, y a Puerto Yguazú donde la "Garganta del Diablo", una caída de agua con 200 saltos, algunos de ellos de más de 100 metros de altura, atraen cada año a miles de turistas.
ITAIPÚ
Actualmente la segunda represa más grande del mundo, después de que los chinos construyeran la del río Yantzee, es un logro paraguayo-brasileño. Debido al empeño de los dos países, ahora son catalogados como potencias bioenergéticas capaces de abastecer la región.
Una altura de 225 metros y un ancho superior a los ocho kilómetros, levantan la represa sobre el río Paraná, al que le fueron construidos 14 vertederos que son verdaderas cataratas artificiales.
Cerca de la represa se encuentra el lago artificial de Itaipú, que tiene unos 200 kilómetros cuadrados de extensión y en el que se practican todo tipo de deportes náuticos. Allí existe además un puerto lacustre, Puerto Guaraní, donde hay un museo indígena y una pequeña reserva natural.
PEDRO CABALLERO
Es la ciudad enclavada en la cordillera del Amambey, en la frontera con Brasil, país del cual está separado por una calle. El principal atractivo de este lugar radica en que de allí parten las rutas utilizadas por los celtas en su camino al Perú en busca de oro, dejando a su paso inscripciones en los refugios que utilizaban para resguardarse del frío y la lluvia. Quienes deseen seguir este sendero pueden tomar como punto de operaciones a Pedro Juan
Caballero ya que cuenta con excelente infraestructura hotelera y de casino.
Caballero ya que cuenta con excelente infraestructura hotelera y de casino.
CHACO BOREAL
Del lado occidental del río Paraguay surge el Chaco Boreal, la región más grande del país, pero donde solamente habita el 3% de la población total del Paraguay. El Chaco es un inmenso llano aluvial, con una altura promedio de 130 metros sobre el nivel del mar.
La mayor parte del tiempo es una zona seca, pero cuando llega la temporada de lluvias los ríos se desbordan y se extienden en esteros que inundan la zona. Hacia el norte del Chaco hay bosques maderables, el aire es prístino y la industria agroganadera crece a ritmo cada vez mayor.
Hasta hace pocos años encaminarse hacia el Chaco era casi una aventura. Actualmente, la carretera Transchaco y la expansión de las colonias agrícolas principalmente menonitas han dado nueva vida a esta zona del país, habitada en su mayoría por grupos indígenas. Estos resguardos indígenas obtienen apoyo y enseñanza técnica en Estigarribia, la capital de la región y en las diferentes misiones religiosas que allí se han ubicado.
RUINAS JESUÍTICAS
Las reducciones fueron como repúblicas autosuficientes dentro de las colonias españolas, conducidas por sacerdotes jesuitas con el propósito de cristianizar a los indígenas y protegerlos de la esclavitud. Se establecieron a comienzos del siglo XVII y funcionaron hasta 1768 cuando los jesuitas fueron expulsados de las colonias españolas.
La primera actividad de los sacerdotes fue establecer en un lugar a los guaraníes, hasta entonces seminómadas. Se les enseño el modo de vida cristiano, se les incorporó a la vida agrícola y les inculcaron estrictas normas de comportamiento. Además, los sacerdotes franciscanos y jesuitas les enseñaron carpintería y labores artesanales. Para su entretenimiento organizaban grupos teatrales, fiestas danzadas y coros. Formaron una sociedad modelo en la evangelización cristiana en el mundo. En este tipo de comunidad se inspiraron los productores de la película "La Misión".
Los jesuitas fundaron cerca de 30 pueblos o "reducciones" en el territorio que hoy corresponde a Paraguay, Brasil y Argentina. El conjunto paraguayo, donde se conservan tal vez las mejores reliquias, está formado por los poblados Santa María, San Ignacio, Santa Rosa, Santiago, San Cosme y San Damián, Jesús y Trinidad.
San Ignacio, atendida por los padres jesuitas, es una ciudad de arquitectura colonial, con caserones y anchos corredores. Santa María ofrece uno de los mejores paisajes coloniales. Allí hay un museo con piezas de incalculable valor. Santa Rosa está situada sobre una colina y su templo tiene una magnífica ornamentación. Las ruinas de Trinidad, en las cercanías de Encarnación, son quizás el complejo arquitectónico más importante de la región. En la iglesia todavía se conserva la representación de una procesión de ángeles músicos tallados en piedra. En Jesús queda la fachada de una gran iglesia que quedó inconclusa cuando los jesuitas fueron expulsados.
RECORRIDOS INTERMEDIOS Y ARTESANALES
Además de buscar las atracciones principales, cada uno de los pueblos y ciudades intermedias del Paraguay posee su propio encanto. Y la iglesia, el parque principal, un balneario o un trabajo artesanal especializado, ofrecen otra alternativa para observar el modo de vida de cada población. Concepción merece un viaje especial ya que de allí parte el recorrido hacia el Parque Nacional Cerro Corá, que con sus 5.000 hectáreas, es el más apreciado de los parques paraguayos.
El llamado circuito Central enfoca sus objetivos en artesanías y naturaleza. Incluye Itá, donde se fabrica la famosa gallina de barro.
También a Yaguarón, una ciudad colonial sede de los evangelización de los padres franciscanos. En Paraguarí se encuentra una de las más hermosas cascadas naturales del país, el salto de Piratera.
La ciudad de Caacupé alberga un santuario dedicado a la Virgen de los Milagros donde cada 8 de diciembre se realizan romerías y donde confluyen los artesanos de diversas partes del país. Con motivo de la visita papal en 1988, se erigió allí una inmensa basílica.
Allí hay un parador y área de camping. Ipacaraí, en las cercanias de la cordillera Central, se destaca por su trabajo de tejidos de algodón, hamacas y encajes. San Bernardino, a orillas del lago Ypacaraí es una villa turística, lugar de descanso y balneario, allí se practican deportes náuticos. En Itauguá se teje el célebre ñandutí.
Otro de los circuítos turísticos es el triángulo del Ensueño o "tour del triángulo", que une a las ciudades de Asunción, Encarnación y Ciudad del Este. En esta ruta se encuentra Villa Florida, centro de pesca deportiva, que se precia de poseer una de las mejores playas de río (el Tibecuay) con mullida arena blanca. Ayolas es otro pueblo ribereño que también ha crecido a causa de la hidroeléctrica, en este caso debido a la Yacyretá que se construyó en conjunto con Argentina. Esta población es ahora un balneario donde se ofrecen servicios para practicar deportes acuáticos y tiene también varias discotecas y un parador turístico.Paraguay es un pequeño país musical de contrastes donde se observan atardeceres rojos e inmensas noches surcadas de estrellas.
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