Reinosa es un municipio y ciudad española de la comunidad autónoma de Cantabria, centro administrativo y económico de la comarca de Campoo-Los Valles y uno de los núcleos urbanos más importantes del interior de Cantabria. Está surcada por los ríos Ebro, Híjar, Izarilla y río de Las Fuentes. El término municipal, con una población de 9331 habitantes (INE 2017), está rodeado completamente por el de Campoo de Enmedio, siendo el de menor superficie de Cantabria. Reinosa es una de las cuatro localidades de la comunidad autónoma con el título de «ciudad», junto a Santander, Torrelavega y Castro Urdiales. Se encuentra en la ruta del Besaya del camino de Santiago del Norte.
El documento más antiguo sobre Reinosa tiene fecha del año 1000, donde figura con la denominación de "Renosa", aldea a la que se le asignan cuatro solares concedidos por el conde de Castilla, Sancho García. A partir de ahí, aparece mencionada en varios pleitos y escrituras que describen la dependencia jurisdiccional de las gentes allí asentadas respecto a las abadías de Santillana y Aguilar (abadengo), por un lado, y del marquesado de Argüeso y del Rey (behetría), por otro.
En una relación de propiedades de 1404, Reinosa se perfila ya como centro de un mercado incipiente y, años más tarde, se alude a ella como cabeza de la Merindad de Campoo, convirtiéndose en sede del Ayuntamiento General. Este Ayuntamiento lo componían Reinosa y siete Hermandades: Cinco Villas, Suso, Yuso, Enmedio, Los Carabeos, Valdeolea y Valdeprado, cada uno representado por un procurador síndico. Todos se reunían una vez al mes con el corregidor para tratar asuntos referentes a la administración de sus territorios.
Es en estos años finales de la Edad Media y principios de la Moderna cuando tienen lugar en Reinosa dos importantes visitas reales:
La primera fue la del príncipe don Juan, en 1497. El hijo de los Reyes Católicos llega a la ciudad con su padre para encontrarse con su prometida, Margarita de Austria. Es probable que los novios se prometieran o se casaran en el edificio conocido como La Casa de las Princesas, situado en el centro de Reinosa.
La segunda presencia real fue la de Carlos V, que pasó por Reinosa durante su primer viaje a España procedente de Flandes (1517). Aquejado de una enfermedad, se hospeda en la casa del fundador del convento de San Francisco durante nueve días, hasta su recuperación. En esa fecha se estaba construyendo el convento y, un siglo más tarde, ya contaba con treinta religiosos. Reinosa, por su parte, tenía ya una población de 500 habitantes, de los que buena parte eran hidalgos renteros de sus mayorazgos, otros se dedicaban a actividades liberales y los más vivían del producto de sus huertas, del ganado y del pastoreo.
Esta estructura económica cambia a partir del siglo xviii cuando, bajo el reinado de los Borbones, se construyen el Camino Real y el puente del Ebro. Estas obras contribuyen al despegue económico de la comarca. La ciudad se convierte en un lugar bullicioso y próspero, donde los productos castellanos se almacenan en su camino hacia el puerto de Santander. Surgen alrededor de este comercio pequeños negocios como las herrerías, se construyen grandes molinos, se establecen compañías y se crean servicios como tiendas, boticas y notarías. En esta época se traslada el mercado de grano de los lunes a El Espolón y las dos ferias de ganado anuales, en Santiago y San Mateo, atraen a tratantes de zonas muy alejadas.
Con la llegada del ferrocarril, inaugurado el 28 de marzo de 1857, Reinosa va perdiendo importancia como cabeza del tráfico carretero, pero resurgirá con la instalación de industrias alimentarias (harina, queso, chocolate) y de una importante fábrica de vidrio (la de Santa Clara). Despega en estas fechas también la cultura, con destacados escritores como Sánchez Díaz (de la generación de 98), Ángel de los Ríos, Duque y Merino o pintores como Casimiro Sáinz.
Entrado el siglo xx, la vida económica de la ciudad estará condicionada por los altibajos que sufra la factoría "La Naval", una gran fábrica de fundición y forja creada en 1919 y que provocará un espectacular aumento de la población. Se tienen datos de que en 1923 ya trabajan en ella 1324 obreros, sin contar los puestos de trabajo de las empresas subsidiarias. Se construyen cañones y armamento para barcos, lo que significa que, durante la Guerra Civil, Reinosa fue un punto de interés estratégico para ambos bandos.
Reinosa recibió el título de ciudad y su Ayuntamiento el tratamiento de Excelencia por Real Decreto nº 1962 del rey Alfonso XIII el 22 de noviembre de 1927.2
Terminada la contienda civil, la factoría y la población siguen en continuo aumento, hasta que la crisis del sector armamentístico y la política exterior obligan a reconvertir la fábrica. El desempleo y el malestar social llegan a su punto culminante en 1987, cuando los recortes de personal provocan una crisis económica que se traduce en un aumento del desempleo y un descenso de la población y de los servicios. Se sucedieron en ese año duras protestas y manifestaciones que se conocen como Incidentes de Reinosa de 1987.
En los últimos años, el sector industrial ha experimentado cierta recuperación (ver epígrafe Campoo-Los Valles). Las principales empresas son Siderúrgicas del Norte SIDENOR (mecánica pesada), Gamesa (generadores eléctricos), Cuétara (galletas), Columbia, de la Fundación ONCE y que da empleo a discapacitados, y Anchoas y Productos del Cantábrico.
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