Capital del municipio del mismo nombre, su conjunto urbano, declarado de interés histórico-artístico nacional en 1978, concentra una valiosa arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII, fruto del auge económico que la fábrica de artillería propició en ese período en la comarca.
El núcleo urbano está asentado a los pies de dos pequeñas elevaciones: Marimón y Cotillamón (conocidas popularmente como "Las Tetas de Liérganes" por su parecido antropomorfo).
Liérganes y su historia están ligados a la leyenda del Hombre-Pez, que como todas las leyendas tiene algo de real (su protagonista, Francisco de la Vega) y algo de ficción (su variado final). Francisco de la Vega nació en la localidad en 1660 y, tras arrojarse al río Miera, desapareció en el Cantábrico. Cuentan que fue localizado años después, perdida la razón y el habla, en la bahía de Cádiz.
Innegable es también la dualidad existente entre Liérganes y su balneario que, rodeado de una magnífica finca con arbolado de gran porte, le confiere un aire decimonónico característico.
La parte vieja de Liérganes (El Mercadillo) es conjunto histórico-artístico e incluye, además de las casonas populares, el Palacio de Rañada o Cuesta-Mercadillo, la iglesia de San Sebastián, la parroquial de San Pedro Ad Víncula, las casas de los Setién y los Cañones, las capillas del Humilladero y el Carmen y el puente nuevo. A pesar de la indudable relevancia de este conjunto, el monumento más importante del municipio es el museo-palacio de Elsedo, en Pámanes.
Podemos destacar también, ya en otras localidades, la Cruz de Rubalcaba o el palacio de San Jorge, en Tarriba.
La gastronomía de Liérganes conquista por sus exquisitas carnes y pescados de río, así como por sus reconocidos quesos frescos y de nata y su famosa repostería a base de "sacristanes" o el chocolate con churros.
El palacio y museo de Elsedo, ubicado en Pámanes, es una de las joyas arquitectónicas de la geografía regional. Declarado monumento histórico-artístico, el palacio data del siglo XVIII y su promotor fue Francisco de Hermosa y Revilla, primer conde de Torre Hermosa. Se asienta en varios cuerpos independientes entre los que destaca la capilla de severa ornamentación barroca y la torre octogonal, muestra única en Cantabria tanto por su finalidad no defensiva, como por tu tipología.
El palacio, fue adquirido por un matrimonio austríaco que dedicó gran parte de su fortuna a restaurarlo. En la actualidad, es propiedad de la familia de empresarios cántabros Santos Díez y alberga el museo de arte contemporáneo en el que pueden admirarse esculturas de Eduardo Chillida, Jorge de Oteiza, Pablo Serrano, Miguel Berrocal, Ramón Muriedas, José Clará… Además, Elsedo reúne una importante muestra de la pintura de nuestro siglo, entre la que se distinguen los valores más sobresalientes de la región: Pancho Cossío, Gutiérrez Solana, María Blanchard, Casimiro Sainz, Quirós, Raba, y otros como Sunyer, Redondela, Zabaleta…
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