PONTA DELGADA

Ponta Delgada, la capital de la isla y sede de muchos de los diferentes consejos del Gobierno Regional, es hoy la ciudad más importante y con alrededor de 35,000 habitantes también la mayor de las islas Azores. La única universidad del archipiélago se encuentra en esta ciudad y fue fundada en 1975 contando hoy con unos 1,000 estudiantes. El que en su momento fue un pueblo de pescadores, se convirtió en la capital en 1546 sustituyendo a Vila Franca do Campo cuando esta última fue completamente destruída en el terrible terremoto de 1522.
El puerto se volvió más seguro después de la construcción en 1544 de Fort São Brás y pronto se convirtió en el más importante del archipiélago. Las principales mercancías eran cereales diversos, maíz y pastel (un colorante vegetal natural) para más adelante empezar a comerciar con naranjas. La exportación de este cítrico alcanzó su momento más álgido en el siglo XVIII. En 1861, se empezó la construcción de un puerto mayor, financiado por los barones del comercio de las naranjas que querían mejores instalaciones para su exportación. La expansión del puerto continuó su construcción incluso después de que el comercio de las naranjas acabó debido a una micosis persistente, y creó una base importante, beneficiando a otras industrias que se fueron creando en los años siguientes.
El impacto del comercio internacional en auge particularmente con Flandes e Inglaterra durante los Siglos XVIII y XIX se pone de manifiesto en la arquitectura de la época en Ponta Delgada que incluye palacios, iglesias y casas solariegas de estilo predominantemente Barroco mezclado con ejemplos curiosos de arquitectura urbana de los Siglos XVII, XVIII y XIX, testigos de la íntima conexión de la isla con el resto del mundo.
En 1940 se hizo otra notable extensión del puerto, que incluyó la construcción de un muelle de 1,544 metros de longitud al final del cual, en su zona más oriental, destaca el Fort de São Brás.
La ciudad de Ponta Delgada abarca un rectángulo llano que se extiende 3 km rodeando una bonita bahía, con algunas casas que se extienden por las verdes colinas de los alrededores, ofreciendo una preciosa vista a aquellos que llegan por mar. A pesar de los diferentes estilos arquitectónicos que imperan en la ciudad y que incluyen varios edificios modernos, sorprende la gran harmonía que desprende esta bonita ciudad, añadiendole un carisma especial.
Fuerte de São Brás
Al sur de la Praça 5 de Outubro, encontramos el Forte de São Brás cuya construcción empezó en 1552 en un promontorio y que domina la costa para la defensa de la zona contra los muchos ataques piratas. Es una fortaleza típica del Renacimiento con muchas alteraciones y ampliaciones desafortunadas ocurridas durante el s XIX y que a pesar de todo sigue siendo importante en el paisaje de la ciudad y que no debe dejar de visitar. El fuerte sirve hoy de base a la armada Portuguesa.
Iglesia de Saô José 
Justo detrás del fuerte, se encuentra el hospital, un antiguo monasterio Franciscano y la iglesia, la de São José. Construida a principios del s XVII, en el lugar que ocupaba una capilla más pequeña del s XVI, esta iglesia de tres naves es el edificio sacro más grande del archipiélago. La sencilla aunque gran fachada esconde un interior ricamente adornado con bóvedas pintadas con frescos, cuatro magníficos altares laterales tallados y cubiertos de pan de oro, un santuario cubierto de azulejos azules y blancos, interesantes pinturas de los siglos XVII y XVIII y que muestra influencias Hispano-Mexicanas y muebles barrocos de jacaranda en la sacristía. Junto a la iglesia, hacia la izquierda, encontramos la capilla Nossa Senhora das Dores que fue un añadido posterior y es un ejemplo perfecto de la arquitectura Barroca en las Azores.
Plaza del 5 de Outubro
Frente a la Iglesia de São José, encontramos la Praça 5 de Outubro una plaza cuadrada con un pabellón y un viejo marmulano, plantado en 1870 en el centro. Desde 1999, el Monumento ao Emigrante de Alvaro Raposo Franga adorna la zona sur de la plaza. Esta plaza es un popular lugar de reunión para los habitantes del lugar, especialmente durante las noches de verano cuando se celebran conciertos. Es también un centro de celebraciones con ocasión de la Festa de Santo Cristo dos Milagres (el quinto domingo después de Semana Santa).
Capilla y Convento de Nossa Senhora da Esperança
Esta capilla pequeña y ricamente adornada se levantó, junto con el convento al que pertenece y en el que siguen viviendo unas doce monjas, en el siglo XVI. La fama de esta capilla viene por el culto a la imagen del Santo Cristo dos Milagres, cuya estatua abundantemente adornada con joyas se guarda en la zona del coro. Esta estatua, un regalo del Papa Pablo II en 1530 a las monjas, es el centro de todas las celebraciones religiosas del quinto domingo después de Semana Santa. La capilla está dividida en dos coros, separados por una celosía de hierro. El coro de arriba tiene un altar mayor tallado muy elaborado. El coro de abajo está adornado con esculturas doradas y azulejos multicolores del s XVIII de precio incalculable firmadas por el artista Portugués Diogo Bernardes.
Puertas de la Ciudad y Ayuntamiento
Uno de los símbolos de Ponta Delgada es la puerta de tres arcos, Portas da Cidade, construida en 1783 y que está adornada con la corona real y el escudo de la ciudad. Esta curiosa puerta de la ciudad, localizada en el Largo de Gonçalo Velho Cabral, rodeada de arcadas y con un monumento dedicado al descubridor y primer gobernador de las islas, Gonçalo Velho Cabral, marcaba la entrada a la ciudad hasta la ampliación del puerto ya que hasta entonces la plaza donde hoy sigue en pie esta puerta, estaba junto a la costa y representaba el lugar donde pasaba todo el tráfico que llegaba por mar.
Ayuntamiento
Al oeste de aquí, en el Largo da República con su estatua de San Miguel y una fuente, se encuentra el Paço do Concelho una construcción Barroca del s XVIII con un campanario de 1724 y una campana del s XVI, ofrecida por el rey João III.
Todo el conjunto del convento, que puede ser reconocido fácilmente por su gran torre cuadrada caracterizada por sus hileras de ventanas, alberga tesoros religiosos de gran valor -la estatua del Santo Cristo es parte él- entre magníficos techos pintados, joyas, objetos sacros y un relicario que han sido coleccionados desde el s XVII.

El claustro, en cambio, es de gran sobriedad. En el jardín que queda abrigado por el muro exterior del convento, encontramos un banco donde el poeta del lugar Antero de Quental se suicidó en 1891 y nos lo recuerda una placa con la inscripción "Esperança" en la fachada exterior.
Igreja Matriz de Sâo Sebastiâo
Esta es la iglesia principal de Ponta Delgada entre los muchos lugares de culto con que cuenta la isla y su alta torre -la única de la ciudad con un reloj- puede ser vista desde lejos. La iglesia parroquial de São Sebastião está en el centro en el Largo da Matriz cerca de Portas da Cidade y se la conoce simplemente como la "Matriz". Fue construida entre 1532 y 1547 donde se encontraba una pequeña capilla dedicada al primer patrono de la isla. Esta primera estructura es originalmente de estilo Gótico con rastros de estilo Manuelino tan típico de la arquitectura Portuguesa del s XVI en su exterior, sobre todo claramente visible en el magnífico portal de su fachada principal.

En el s XVIII, la fachada principal sufrió grandes cambios para adaptarse más al gusto Barroco de la época. Se añadieron dos puertas laterales al portal principal y se construyeron una roseta y cuatro ventanas. El interior está abundantemente decorado con cedro tallado y otras maderas exóticas como el lignum vitae, un altar y su coro bellamente tallados, pinturas interesantes de los siglos XVII y XVIII así como preciosos muebles Brasileños de madera de jacaranda del s XVIII, azulejos y una valiosa colección de vestimenta litúrgica bordada con hilo de oro del s XIV que podemos ver en la sacristía. Las ventanas están adornadas con vistosas imágenes de santos.
Igreja de Sâo Pedro
Un poco más al este siguiendo la Avenida Infante Dom Henrique, encontrará la iglesia parroquial Igreja de São Pedro con su atractiva fachada y su patio de entrada a la Iglesia desde el que se disfrutan unas magníficas vistas sobre el puerto. La construcción empezó en el s XV pero pasaron más de 200 años para su inauguración en la que, a pesar de la gran cantidad de cambios que sufrió a lo largo de los años se conservan las preciosas tallas doradas de su origen entre las que están las del altar mayor. Otros tesoros son la estatua de la Virgen María de los Dolores, varias imágenes y relicarios de los siglos XVI, XVII y XVIII, la pintura "la Fiesta del Pentecostés" hecha por el artista Portugués Pedro Alexandrino de Carvalho, bellas ventanas adornadas y también en la sacristía, exvotos de los marinos.

Igreja do Colégio de Todos-os-Santos
Detrás del Jardim Antero de Quental, siempre brillantemente iluminado cuando cae la noche, se encuentra la Igreja de Todos os Santos, probablemente el edificio Barroco más bonito de la Isla. La Iglesia, inaugurada en el S XVI, iba a formar parte del antiguo colegio Jesuita cuya construcción se empezó en la primera mitad del s XVIII y su grandilocuente frontispicio quedó inacabado al ser expulsados los Jesuitas de Portugal en 1759 bajo las órdenes del Marqués de Pombal. Su fachada Barroca impresiona desde lejos y alberga tras sus muros un púlpito y altares laterales majestuosos, ambos suntuosos ejemplos de la expresión artística Barroca con profusión de motivos de flora y fauna.

Biblioteca Pública y Archivos de Ponta Delgada
Junto a la iglesia, en el antiguo Colegio Jesuita -que tras la expulsión de los Jesuitas se convirtió en el Convento dos Gracianos y a lo largo de su historia ha tenido varios usos y sufrido varias modificaciones- la Biblioteca Pública y los Archivos de Ponta Delgada albergan sus instalaciones desde 1841. Por su volumen y variedad, la Biblioteca Pública y sus Archivos está considerada una de las colecciones más importantes de Portugal.
Museo Carlos Machado
No muy lejos de la Biblioteca Pública, se encuentra el Museu Carlos Machado, fundado en 1880 y desde 1930 instalado en el antiguo Convento de Santo André que data del s XVI. Este museo, considerado hoy como uno de los más importantes de las Azores, tuvo sus orígenes en colecciones de historia natural (particularmente en zoología), botánica, geología y mineralogía. Las secciones de arte regional y etnografía se añadieron posteriormente, aumentando la importancia patrimonial del museo de manera considerable. Cuando el museo fue trasladado al antiguo convento, la colección se amplió a joyería, azulejos, porcelana, juguetes, pinturas, esculturas y arte tradicional. Merece especial mención un conjunto de pinturas al óleo de la escuela Portuguesa del s XVI así como una colección de arte contemporáneo.
Jardim Antonio Borges (Jardín Municipal)
Este encantador jardín merece una visita y no sólo para los botánicos! Este jardín, al noroeste del centro de la ciudad, fue en su origen -el siglo XIX- el jardín privado del productor de piñas del mismo nombre. Hoy es un espacio público, con grandes espacios verdes y muchas especies de todo el mundo y cabe destacar un magnífico árbol de caucho de grandes raíces que emergen de la tierra y hacen que parezca un pulpo gigante. También hay fuentes, un bar en un bonito paseo... Un lugar perfecto para dejar pasar el tiempo.
Palacio de Santa Ana y Parque José do Canto
El gran palacio de estilo neoclásico del s XIX de Santa Ana, hoy sede de la Presidencia del Gobierno Regional y para el que se necesita previa cita para poder ser visitado, alberga pinturas en conmemoración de la visita del Rey Carlos y la Reina Doña Amelia en 1901, preciosos muebles de los siglos XVIII y XIX y una magnífica colección de azulejos y paneles del artista Portugués Jorge Colaço. La localización de este palacio es al noreste del centro, dentro del parque privado José do Canto donde también encontramos la residencia del fundador del parque, hoy convertida en un hotel. Fue construido en el s XIX y consiste en dos grandes partes que ambas pueden ser visitadas, siendo éste uno de los mayores jardines botánicos de la isla. No puede perderse este parque, un auténtico oasis lleno de espléndidas especies de la flora del archipiélago.
Casa Etnográfica
Hay un pequeño museo etnográfico alojado en Santo António Além Capelas que nos da una buena idea de cómo fue la vida en las Azores. Entre muchos e interesantes objetos de la vida cotidiana, muebles y una gran variedad de herramientas, cabe destacar la réplica de una cocina tradicional de São Miguel con todos los tradicionales utensilios de cocina.
Otros lugares de interés histórico
Al pasear por las típicas calles estrechas del centro, encontrará muchos bonitos ejemplos de arquitectura urbana de estilos Barroco y Neoclásico, siendo los más notables, las casas solariegas y palacios de Fonte Bela, Marques Moreira, Luís Bettencourt, Carlos Bicudo, Thomas Hickling y Carlos Faria y Maria Aguiar. La mayoría de estos edificios hoy sirven diferentes funciones.

Para los que estén muy interesados en la arquitectura religiosa, Ponta Delgada aún ofrece muchos más ejemplos de los que hemos mencionado aquí, como la iglesia y convento de Santa Bárbara, la capilla y convento de Santa Ana y la iglesia de Nossa Senhora da Conceição. También son interesantes las ruinas del Fuerte y Capilla de Mãe de Deus y que desde su emplazamiento ofrece unas bonitas vistas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario