San José es la capital de la República de Costa Rica y la cabecera de la provincia del mismo nombre. Ubicada en el centro del país, específicamente sobre la meseta intervolcánica llamada Valle Central, San José es el centro político, económico y social más importante del territorio nacional, así como el nudo principal para el transporte y telecomunicaciones.
Culturalmente puede considerarse casi en su totalidad con influencia europea que le confirió la inmigración española a partir del descubrimiento por parte de Cristóbal Colón, influencia que también los criollos importaron de Francia y Bélgica, donde generalmente estudiaba la clase privilegiada del país en el siglo XIX y a principios del XX. Esto se puede ver en la distribución de la ciudad que creció alrededor de la actual catedral y más tarde en la arquitectura de los teatros, museos y casas de los habitantes del centro de la ciudad. Recibe este nombre en honor de José de Nazaret.
Actualmente la ciudad tiene poco interés para el turista, que sólo hace una pernoctación tras el vuelo transatlántico, lo que da una escasa tarde para recorrerla, que a nosotros nos pareció más que suficiente.
Una ciudad caótica, con calles intransitables, con cuestas para las que hay que estar preparado físicamente, y lo que se puede ver, se limita a:
San José de Costa Rica se encuentra a una altitud de 1,170 metros sobre el nivel del mar y esta ubicado en el valle central el cual esta rodeado de lindas montañas y majestuoso volcanes. La temperatura oscila entre los 18º y 24º grados centígrados; siendo siempre las noches un poco más frescas. San José acumula una precipitación anual de aproximadamente unos 2200 mm y los meses más lluviosos son Mayo, Setiembre, Octubre y Noviembre. El resto del año es bastante soleado con algunos días de aguaceros cortos.
La Catedral se construyó como condición para que San José fuera titulada como ciudad por parte de la Corte Española. Su construcción duró dos años empezando en 1825 a cargo de Eusebio Rodríguez y veintitrés años después, cuando el monseñor Anselmo Llorente fue declarado obispo (1850) la iglesia recibió el título de catedral.
En 1871 se le encargó al arquitecto José Quirce y al carpintero Manuel Conejo hacer un estudio del templo debido a los sismos que había afectado la estructura. Se recomendó cambiar el techo, que era de caña, barro y madera.
Quirce renunció y en 1878 el carpintero guatemalteco Ramón Estrada finalizó la obra de la cúpula, el púlpito, el coro y detalles como las columnas. Un año después debido a un sismo se decidió demoler los campanarios de mampostería, cambiándolos por unos campanarios europeos de metal, bastante livianos, pero desproporcionados con el volumen del resto del edificio.
Casi 100 años más tarde, con los terremotos de 1990 y 1991 se hizo un trabajo de reforzamiento a la catedral y se reconstruyeron los campanarios originales en concreto armado. En medio de esta reconstrucción se encontró un cementerio colonial y restos de 15 humanos al lado norte de la iglesia.
Teatro Nacional. Símbolo de las aspiraciones europeas de la sociedad cafetalera liberal, el Teatro Nacional fue construido a fines del siglo XIX mediante un fuerte impuesto a la producción cafetalera. La monumental arquitectura, las obras pictóricas y escultóricas de consagrados artistas (principalmente italianos), el gusto y esmero visibles en el acabado de esta joya nacional contrastaban con el subdesarrollo del país en esos tiempos. Tal era así que no era raro escuchar en Europa que Costa Rica era "una aldea alrededor del Teatro Nacional"
Librería Lehmann. Fue en1895 cuando el alemán Antonio Lehmann Merz emigró a Costa Rica y fundó la Librería Católica. Desde principios del siglo XX esta librería se constituyó en una de las más importantes del país. El edificio construido en 1914 es de influencia Neoclásica y se le atribuye al Arquitecto Gerardo Rovira. Junto con los valiosos inmuebles del Knöhr y el antiguo Ministerio de Economía, este edificio conforma un relevante conjunto arquitectónico que permite rememorar el San José de inicios del siglo XX.
Mercado Central (Calle 6, Avenida Central y 1). Después de la transformación de la Plaza Principal en Parque Central, se escogió para el mercado josefino el lugar conocido como la Plaza Nueva. El inmueble ha sufrido muchas transformaciones, pero no ha perdido su sentido más importante: ser crisol de culturas de la sociedad costarricense y representación cotidiana de patrimonio cultural, que día tras día se construye a partir de la combinación de lo tradicional y lo moderno.
Museo del Jade. Ubicado en la planta baja del Instituto Nacional de Seguros, exhibe la mayor colección de jade precolombino de América. Actualmente cuenta con una moderna distribución de las salas de exhibición, facilitando el acceso a los visitantes nacionales y extranjeros al rico acervo arqueológico que custodia, protege y exhibe en sus salas. La colección incluye también objetos elaborados en cerámica, piedra, hueso, concha, madera y otros materiales, tanto en su exhibición permanente como en muestras temáticas temporales.
Parque Morazán, corazón de la vida social política josefina de finales del siglo XIX. Fue allí donde se celebraron las fiestas de fin de año durante décadas antes de su traslado a la Plaza González Víquez en 1930. Actividad muy tradicional era el Saludo que los josefinos hacían al Año Nuevo, así como las populares y concurridas retretas musicales de la ciudad. Por este motivo, en 1920 se erigió una construcción con mejor acabado arquitectónico y excelente acústica que se llamó el Templo de la Música.
Casa Amarilla. En 1912, Andrew Carnagie donó fondos para construir en San José la sede de la Corte de Justicia de Centroamérica, que se terminó en 1916. La nueva edificación presenta en su fachada un dintel ornamentado de influencia barroca. Cuando la Corte se disolvió, en 1919, el edificio pasó a manos del Estado costarricense. En ocasiones fue Casa Presidencial y alojó por algunos meses a la Asamblea Legislativa. Pero desde su primera época y hasta la actualidad, la Casa Amarilla ha sido principalmente la sede del Ministerio (antes Secretaría) de Relaciones Exteriores y Culto. En el inmueble también se ubica el Museo del Marqués Manuel María Peralta, quien fuera uno de los más importantes diplomáticos costarricenses.
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