Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de la provincia de Albacete; su situación y el excepcional paisaje que forma la hoz del Júcar, hacen que en cuanto aparece ante nuestros ojos, sintamos la necesidad de detener la marcha para poderlo contemplar en toda su grandiosidad.
Sus casas de arquitectura popular, excavadas en la montaña, se adaptan al terreno en calles estrechas y empinadas, trepando hacia el Castillo que se asoma a la hoz que forma a sus pies el río.
Sus habitantes se dedican principalmente a la agricultura y ganadería, aunque en los últimos 12 años se ha desarrollado una importante infraestructura turística, debido al auge del turismo rural, incrementando la oferta de alojamientos, restaurantes y actividades de ocio y tiempo libre, todas ellas vinculadas con la naturaleza y la aventura, propiciada por la belleza natural de Alcalá y de su entorno. Cuatro hostales y una posada con capacidad para 200 personas aproximadamente y apartamentos, cabañas y casas rurales para otras 600 personas, es el amplio abanico de alojamientos. Seis restaurantes y 20 cafés y bares completan la amplia oferta.
Alcalá del Júcar está declarado conjunto Histórico-Artístico en 1982
En 1.986 le fue concedido el tercer premio, después de la torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul, a la mejor iluminación artística, organizado por la casa Philips de acuerdo con el proyecto de D. José Ángel Lucas Baidez.
El Castillo al que se llega en coche, en un principio debió erigirse como obra musulmana, resultado del reforzamiento fronterizo en época almohade, a finales del siglo XII, ante el avance cristiano de Alfonso VIII, pasando a lado cristiano cuando éste conquistó la zona del Júcar hacia el año 1.213.
Aunque recientemente restaurado y rehecho, parece ser que el aspecto actual se debe a las fortificaciones llevadas a cabo a mediados del siglo XV, en la época de Don Juan Pacheco, Marqués de Villena.
Está constituido por un torreón pentagonal y dos torrecillas de planta circular en los ángulos rectos, todo con tres plantas en su interior; al exterior existen todavía restos de la muralla primitiva de la población.
En 1994, con el proyecto II de Escuela Taller de Alcalá del Júcar, se acondicionó el entorno natural, mejorando la entrada del Castillo.
En 1994, con el proyecto II de Escuela Taller de Alcalá del Júcar, se acondicionó el entorno natural, mejorando la entrada del Castillo.
Su Iglesia Parroquial de distintas épocas entre los siglos XV Y XVIII, de nave única en forma de cruz latina, ofrece en uno de sus tramos una bóveda gótica tardía; hacia la cabecera presenta crucero con cúpula en la que figura una inscripción con el año 1.767. La torre al igual que la fachada es de estilo academicista, del arquitecto Lorenzo Alonso.
El Puente Romano paso obligado del Camino Real de Castilla a Levante, cobró gran importancia durante los siglos XIV y XV, convirtiéndose en puerto seco o aduana.
El bravo Júcar forzó en distintas fechas su restauración, la más reciente en 1.990, sustituyendo la albardilla deteriorada por la erosión y pavimentación a base de piedra natural de Alcalá, por los talleres de albañilería y cantería de la Escuela Taller I.
La Plaza de Toros, única en su estilo por su forma irregular. Se desconoce su fecha de construcción y se reconstruyo en 1.902 para celebrar festejos taurinos y teatro, se encuentra al otro lado del río en la ladera de la montaña.
La Ermita de San Lorenzo, situada a tres kilómetros de la población, sobre un pequeño montículo al lado del río en la carretera que va a la Recueja, existía ya en 1.579, también se tiene constancia de que sufrió un hundimiento siendo restaurada en 1.742, recuperando la cúpula y la torre. Por lo que respecta a las pinturas figura una inscripción que sitúa su terminación en el año 1.805, el resto de la decoración refleja un claro estilo neoclásico. En 1.993 ante el mal estado de deterioro en que se encontraba la Ermita en la parte del retablo, el taller de cantería de la Escuela Taller II lo restauró, realizando todo el retablo con piedra natural de Alcalá labrada y colocada artesanalmente, pieza por pieza.
En 1.994 la Hermandad de San Lorenzo inició el proceso de pintado de la ermita y finalmente se decidió restaurar completamente las pinturas, siendo Juan Manuel Pérez González el que inició el proceso de recuperación, dirigido por la restauradora Momo Makino, finalizando en el año 1.999.
La Cueva de Garadén siempre unida a la historia de Alcalá y dependiente de ella, ésta cueva se encuentra cerca de la ermita de San Lorenzo, en el cinto Norte de las paredes formadas a la garganta de la hoz, es decir en su vertiente izquierda, y a media altura. Sus dimensiones medias serían aproximadamente de 40 m. de ancho y 35 m. de profundidad. Según se puede apreciar en los restos de construcción, en esta cueva uno de los contados ejemplos de cueva fortificada conocidos en la península. Ya en el año 1211 Alfonso VIII, en la reconquista de estas tierras, hace mención de ella, su poder militar estaba en uso cuando el Adelantado de Murcia la tomó para Isabel la Católica.
Otros lugares de interés, Cuevas que se pueden visitar: La población se extiende por la ladera sur, en una zona abrupta que se cierne sobre el río. Su peculiar situación, permite que la mayoría de las casas estén excavadas en la propia montaña, con cuevas de tal longitud que llegan hasta el extremo de la peña sobre la que se asienta la villa.
Tres de estas cuevas se pueden visitar y son conocidas por “Diablo”, “Masagó” y “Garadén”, que no debe confundirse con la cueva natural de Garadén en las cercanías de la villa, en un paredón vertical de la hoz, fortificada por los árabes y que se trata de uno de los contados ejemplos de cuevas fortificadas conocidas en nuestra península.
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