CALANDA


ESTE HA SIDO UNO DE LOS MUCHOS PUEBLOS QUE ME HAN  DECEPCIONADO, QUE CREO NO TIENEN MÁS INTERES QUE LOS TAMBORES Y LOS MELOCOTONES (que por cierto no son mis preferidos)

En Calanda podrás escuchar a todo un pueblo haciendo sonar sus bombos y tambores. Cada año, al 'Romper la Hora', se percibe una emoción y una energía difícilmente comparables.

Si el día de Viernes Santo visitas Calanda, vivirás una experiencia que seguro no olvidarás.

Los atuendos de su Semana Santa son túnica y tercerol morado, bombo y tambor. La peculiaridad que la distingue de entre todas las localidades de La Ruta del Tambor y del Bombo del Bajo Aragón es el momento escogido para ‘Romper la Hora‘, al ser el único pueblo que lo hace en el mediodía del Viernes Santo.

A la Semana Santa de Calanda acudía siempre que podía su vecino más ilustre, el cineasta Luis Buñuel. En honor a su figura se construyó el Centro Buñuel Calanda, donde podrás conocer un poco más a este genio del surrealismo y su obra.

Pero Calanda merece la pena por muchas otras razones. En sus calles se pueden encontrar edificios de estilo renacentista, como la Casa de la Villa, que luce en su fachada frescos de estilo rococó pintados en 1704.

Regado por los ríos Guadalope y Guadalopillo, el término municipal tiene una riquísima huerta, donde crece el famoso Melocotón de Calanda.

Entre los parajes tan dispares que rodean esta localidad turolense, sin duda, el más peculiar es el Convento del Desierto. Debe su nombre a su aislamiento entre pinares y el difícil acceso hasta él. Los Carmelitas Descalzos encontraron aquí la quietud necesaria para sus rezos y trabajos. 




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