Friburgo es una pintoresca ciudad situada a las afueras de la Selva Negra. Mimada por el sol y favorecida por un clima cálido, Friburgo es una joven ciudad universitaria con un positivo aire sureño.
Sobresaliente
e imposible de ignorar: la Freiburger Münster (Catedral de Friburgo).
La
obra maestra de la arquitectura gótica se terminó en 1513. Si le gustan las
vistas espectaculares y no le asustan las escaleras, no dude en subir a la
torre de 381 pies de altura.
Podrá
refrescar sus cansados pies en una de las numerosas Bächle (pequeñas vías
fluviales) exclusivas de Alemania.
Serpentean
por el casco antiguo y pasan junto a encantadores cafés y restaurantes al aire
libre. Aquí podrá sentarse entre lugareños y estudiantes, disfrutar de la
cocina regional y experimentar la relajada mentalidad del sur de Alemania.
Friburgo
es una de las ciudades más verdes de Alemania y cuenta con un gran número de
carriles bici y de senderismo.
Friburgo
es un lugar muy tranquilo. Sin embargo, además de tu atuendo informal, también
debes meter en la maleta algo elegante, porque el lema de la ciudad es: ¡Ama
tus noches! El teatro y la ópera invitan a grandes representaciones, los bares
y clubes locales simplemente celebran la vida. Tiene la opción de descubrir la
región a pie o en bicicleta.
“Si
cierro los ojos tengo la sensación de estar en uno de los coloridos mercados
del sur de Francia. El aroma a fruta fresca, hierbas y flores mima mi sentido
del olfato, mientras que el sol acaricia mi rostro.”
Del
animado presente nos vamos ahora al pasado, omnipresente en las callejuelas de
Friburgo y en el legado arquitectónico. Admire los impresionantes edificios
históricos, tales como el Historisches Kaufhaus (Almacén Histórico) del siglo
XVI, cuya fachada de color rojo intenso, laboriosamente decorada, capta todas
las miradas.
¿Qué tal si prueba el típico plato badense “Brägele” o una “feijoada” brasileña? En el Markthalle (Mercado Cubierto) comerá en un ambiente muy animado entre la gente de Friburgo, y podrá elegir entre una amplia variedad de delicias regionales e internacionales. O acérquese al llamado Bermuda Dreieck (“Triángulo de las Bermudas”), donde encontrará muchos bares y restaurantes en la zona de ocio de moda de Friburgo, alrededor de la Puerta de Martin.
Una
vez recobradas las fuerzas, continuamos: a los aficionados al arte y la cultura
les recomendamos visitar el famoso Augustinermuseum, que alberga una
impresionante colección de obras desde la Edad Media hasta el Barroco,
incluyendo algunas estatuas, gárgolas y vidrieras originales de la Catedral de
Friburgo.
Los
amantes de la naturaleza disfrutan mucho subiendo al Schlossberg (Monte del
Palacio). A 180 metros sobre el casco antiguo, la Plaza del Cañón y la Torre
del Monte del Palacio ofrecen unas magníficas vistas panorámicas desde Friburgo
hasta los Montes Vosgos. Nuestro consejo: disfrute de una cerveza en el idílico
“jardín de cerveza” con vistas a los tejados de la ciudad.
El
modo perfecto de conocer Friburgo es haciendo una visita guiada de la ciudad o
Stadtführung, que puede reservar en la Oficina de Información Turística.
Las
Cafeterías y pastelerías de Friburgo atraen con dulces pecados, como la tarta
de cerezas Selva Negra o una especialidad de Friburgo llamada “Bobbele”.
En
la Casa de los Vinos Badenses, también llamada Alte Wache (Casa de los vinos de
la Región de Baden) podrá disfrutar de la excelente cultura del vino de esta
región. Con un histórico telón de fondo y vistas a la Catedral, pasará revista
relajadamente a todo lo vivido durante el día en Friburgo, mientras toma un
buen vino badense.
Y
quien no quiera parar todavía, puede ir de compras por las callejuelas de
Friburgo, donde encontrará pequeñas y encantadoras boutiques, así como por la
principal calle comercial, con sus renombradas tiendas.
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