EL CAIRO

La capital de Egipto está situada al límite del desierto en el lugar donde el valle del Nilo se abre en un llano y fértil delta.
El Cairo, en árabe “Al-Qahira” en memoria del planeta Marte, es la ciudad más importante de África y del mundo islámico (aproximadamente 12 millones de habitantes). Metrópoli económica y política de gran importancia.

Es una caótica ciudad, donde la circulación es “libre”, cada uno va por donde quiere, y lo único que hace es tocar el claxon. Hay que tomar especial atención al cruzar las calles, y los pasos peatonales, que sólo sirven de mero “adorno”.
En el centro de la ciudad se encuentra el Museo Egipcio, construido en 1.900, uno de los más importantes del mundo, y que reúne 50 siglos de historia faraónica distribuida en 106 salas. El museo alberga una enorme colección de tesoros; estatuas, sarcófagos y antiguos objetos, momias, etc... Destaca el fabuloso tesoro de Tutankhamon, rescatado intacto de su tumba en el Valle de los Reyes en 1922, y que contiene la famosa máscara del faraón, uno de los objetos más extraordinarios del mundo. (Este museo a partir de 2011 limitará el número de visitantes para evitar el deterioro que está padeciendo, por el elevado número de visitas).

El Museo Copto es la pieza maestra del Cairo antiguo, y el más rico en su género, con una colección de objetos que datan de la primera era cristiana.

El Cairo ha conservado una rica tradición de arte islámico. Los Califas Fatimid dedicaron entonces un gran esfuerzo al embellecimiento de su capital para que pudiera competir con el esplendor de Bagdad. Más de 25º mezquitas todavía visibles hoy en día reflejan la gloria de su empresa.
Les siguieron los sultanes Mamelucos y, durante los siglos XIII y XIV, dieron a la ciudad su herencia de espectaculares reliquias artísticas de mausoleos, así como mezquitas. La Mezquita del Sultán Hassan, uno de los Sultanes Bahri Mamelucos, es considerada normalmente como la bella pieza de arquitectura islámica en El Cairo. La más espectacular es la de Mohamed Alí, iniciada en 1824 y completada por su hijo Said en 1857. Construida en el lugar de uno de los palacios de la ciudadela de Saladino, esta espectacular mezquita domina el cielo de El Cairo. La Ciudadela iniciada en 1776 pero no completada hasta los años 1820, es una vasta área de palacios, mezquitas y fortificaciones contruidas justo debajo de la cresta de las colinas de Mokkatan. Desde sus muros se puede disfrutar de una espléndida vista panorámica de toda la ciudad y, sus alrededores, incluyendo las Pirámides de Giza en el lejano horizonte.

Khan el Khalili es uno de los más famosos bazares de artesanía, cuya historia se remonta a finales del siglo XIV. En sus tiendas venden de todo, desde valiosas joyas hasta baratijas de poco precio. Los patios, callejones y galerías hacen que se respire una atmósfera verdaderamente oriental.
Merece la pena adentrarse en El Cairo antiguo, el viejo barrio cristiano con sus estrechas callejuelas, donde abundan iglesias de diferentes creencias.
La Iglesia de Abu Serga (San Sergio), del siglo V, está construida sobre una cripta, donde, según la tradición, descanso la Sagrada Familia en su huida a Egipto. A pocos pasos se halla la Iglesia de Santa Bárbara, así como la sinagoga más antigua de Egipto, Ben-Ezra, que conserva antiguos libros.

Debido a su posición geográfica, El Cairo ha sido conocido a través de los siglos como la encrucijada del mundo. Muy cerca de la ciudad se encuentran algunas de las más excitantes atracciones turísticas del mundo.
En Giza, situado al límite de la ciudad, se halla una de las Siete Maravillas del Mundo, las majestuosas pirámides de Keops, Kefren y Mikerinos. La más grande de las tres, la de Keops, tiene una altura de 137 metros y está formada por 2,3 millones de bloques de piedra, con un peso total de unos 6 millones de toneladas, y para cuya construcción se dice trabajaron 100.000 hombres durante treinta años. En el interior se puede visitar la cámara del Rey.
La Pirámide de Kefren es sólo un poco más baja, mientras que la de Mikerinos es la más pequeña de las tres conjuntamente con construcciones menores. La plataforma de Giza forma una inmensa necrópolis. En las cercanías se encuentra la intemporal Esfinge, a cuyos pies se detuvieron Alejandro, César y Cleopatra, Napoleón y otros muchos millones de personas para admirar asombrados su imponente presencia, cuya cara, cada día al amanecer, recoge los primeros rayos del sol como lo ha hecho por más de cincuenta siglos. Aquí en Giza puede asistirse cada atardecer a la inolvidable representación de la Historia de Egipto en el espectáculo de Luz y Sonido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario