SITGES 2025

 

Sabàtic Sitges Hotel, Autograph Collection dispone de bicicletas gratis, piscina de temporada al aire libre, centro de fitness y jardín. Este hotel de 4 estrellas ofrece terraza y habitaciones con aire acondicionado, wifi y baño privado. El restaurante sirve platos de cocina mediterránea y el bar es ideal para tomar algo. En el hotel, todas las habitaciones cuentan con balcón. El hotel ofrece algunas unidades con vistas al mar, y todas tienen cafetera. Todas las unidades del alojamiento están equipadas con TV de pantalla plana y secador de pelo. En el alojamiento se sirve un desayuno buffet. Se puede jugar al billar y, la zona es ideal para practicar senderismo y pesca.

10 lugares que ver en Sitges imprescindibles

Esta lista de los mejores lugares que ver en Sitges te ayudará a no perderte nada de una de las ciudades costeras más bonitas de Cataluña, aprovechando al máximo el tiempo.

Situada a media hora en coche o tren de Barcelona y conocida por su divertido Carnaval y por el Festival Internacional de Cinema Fantàstic, este antiguo pueblo de pescadores ha sabido mantener su encanto conservando su casco antiguo y sus playas bañadas por las cristalinas aguas del Mediterráneo, algo que la hace increíblemente atractiva para muchos viajeros; sin olvidar que Sitges es también un referente del modernismo catalán con numerosos edificios de este estilo, además de tener una extensa oferta cultural con varios museos importantes y de ocio, tanto de día como de noche.

Otro de los motivos para viajar a Sitges es que esta ofrece un buen clima durante la mayor parte del año y una fantástica gastronomía en la que predominan los deliciosos arroces y el pescado fresco.

1. Parroquia de Sant Bartomeu i Santa Tecla
Ver la famosa escultura de la Sirena y subir las fantásticas escaleras de la Punta para llegar a la Parroquia de Sant Bartomeu i Santa Tecla, es sin lugar a dudas una de las mejores cosas que hacer en Sitges
Esta iglesia barroca del siglo XVII, situada sobre una pequeña colina con vistas al Paseo Marítimo y al Mediterráneo, es uno de los iconos y postales de Sitges en la que destaca su fachada con sus dos campanarios, mientras que en el interior tiene varios retablos de estilo renacentista y barroco, además de dos sepulcros góticos y un órgano.
Al salir de la iglesia no te olvides de parar delante del Cañón del Baluard, una réplica de uno de los 6 cañones que defendían Sitges a finales del siglo XVIII y que es otro de los puntos más importantes de esta zona de la ciudad.
2. Palau Maricel
El Palau Maricel, construido entre 1913 y 1916 sobre unas antiguas casas de pescadores y un hospital, situados a ambos lados de la calle de Fonollar, es otro de los lugares que ver en Sitges más bonitos.
De estilo novocentista y con elementos arquitectónicos de diferentes lugares de España, esta obra fue financiada por el millonario estadounidense Charles Deering para convertir las casas de pescadores en un museo de arte y el hospital en su residencia particular.
Después de observar su fantástico exterior en el que predominan el blanco y el azul, merece la pena reservar una visita guiada para ver sus increíbles salas modernistas como el Saló d’Or, el Saló Blau, la Sala Capella, la Sala Vaixells, las terrazas o el claustro, desde donde tendrás unas excelentes vistas.

3. Playas de Sitges
Otra de las mejores cosas que hacer en Sitges es darse un refrescante chapuzón en alguna de sus mejores playas urbanas, situadas a lo largo de sus 4 kilómetros de costa.
Entre nuestras playas favoritas están:
Playa Balmins: situada entre el puerto y el casco antiguo, está formada por 3 preciosas calas en el que predomina el nudismo.
Playa de Sant Sebastiá: situada enfrente del antiguo barrio marinero, es la más emblemática de la ciudad y fue elegida como la mejor playa urbana del mundo por el New York Times.
Playa de la Ribera: situada a pocos metros del centro histórico, dispone de todos los servicios y una zona para niños.
Playa de la Barra: ubicada al final del paseo marítimo es perfecto para familias y los que buscan un ambiente más tranquilo.
Playa d’Aiguadolç: situada detrás del puerto y rodeada de un bonito entorno natural, es una playa mixta.

4. Casco Antiguo
El casco antiguo de Sitges, en el que encontrarás numerosos edificios modernistas construidos por los Indianos, emigrantes locales que hicieron fortuna en las colonias españolas de las Américas, es otro de los lugares que ver en Sitges imprescindibles.
Además de ver estos fantásticos edificios, en la ruta por la ciudad no deben faltar paseos por las callejuelas adoquinadas del casco antiguo, situado en torno a la iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla, como la calles d’en Bosc, de la Davallada y de Sant Joan, y descubrir restos de la antigua muralla medieval y antiguas casas de pescadores.
Una buena forma de conocer la historia de la ciudad y no perderte nada interesante es reservar una visita guiada por el centro histórico, este free tour o este tour privado, es perfecto para grupos

5. Plaza del Ayuntamiento
La Plaza del Ayuntamiento, unida por el estrecho Correló de la Rectoria con el Palau Maricel, es uno de los espacios más interesantes que visitar en Sitges.
En esta plaza rodeada de bonitos edificios de fachadas blancas, encontrarás el imponente Ayuntamiento de estilo gótico y el Museo Bacardí, situado en el edifico modernista del Mercat Vell de Sitges. En este museo conocerás la historia de Sitges, de los indianos y de la familia Bacardí, además del proceso de producción del conocido ron y la elaboración de cócteles, que puedes probar en su fantástica terraza.
Hay que tener en cuenta que Facundo Bacardí, fundador de esta famosa marca, nació en Sitges y fue uno de los indianos que hicieron más fortuna en Cuba, y de ahí la importancia de este lugar para la ciudad.

6. Plaza del Cap de la Vila
Desde la Plaza del Ayuntamiento puedes bajar por la comercial Calle Mayor que te llevará hasta la Plaza del Cap de la Vila, otra de los rincones que ver en Sitges imprescindibles.
En el número 2 de esta céntrica plaza se encuentra la casa de Bartomeu Carbonell, uno de los edificios más representativos de los indianos de Sitges, en el que destacan sus balcones modernistas y su torre del reloj además de su curiosa forma.
A pocos metros de esta plaza, en el número 10 de la Calle de Ángel Vidal se encuentra el Patio Azul, que sirvió de inspiración al célebre Santiago Rusiñol para una de sus pinturas.

7. Visitar el Museo Cau Ferrat
Cruzar el encantador Racó de la Calma para visitar el Museo del Cau Ferrat, es otra de las mejores cosas que hacer en Sitges.
Situado en la casa-taller del pintor y escritor Santiago Rusiñol, uno de los artistas más reconocidos del modernismo catalán, este museo alberga en su interior una importante colección de escultura, hierro forjado, cerámica, vidrio y pintura con algunos cuadros de Picasso y el Greco.
Horario de visita: de martes a domingo de 10h a 19h, en verano cierra a las 20h y en invierno a las 17h.

8. Calles de Sitges 
Entre nuestras favoritas destaca la Calle del Primero de Mayo o Calle del Pecado, repleta de locales para tomar una copa y restaurantes, y que además es perfecta para disfrutar del buen ambiente de tolerancia y diversidad que envuelve la ciudad.
Otras de las que no puedes perderte son la Calle de Barcelona y la Calle de l’Aigua, que se cruzan en un punto donde se encuentra el restaurante El Cable, perfecto para tomar unas deliciosas tapas, entre las que destacan sus bravas que te aseguramos, ¡están espectaculares!.
Otra buena opción es acercarte a calles como la de Sant Pere, que une el Paseo Marítimo y el centro, donde puedes tomar algo en sus terrazas y tapear en locales recomendados como La Pícara Sitges o Guria Taberna.

9. Paseo Marítimo
Recorrer los 2,5 kilómetros de Paseo Marítimo o Passeig de la Ribera, que van desde la Parroquia de Sant Bartomeu i Santa Tecla a los Jardines de Terramar, es otra de las cosas que hacer en Sitges imprescindibles.
Además de ir bordeando diferentes playas urbanas y disfrutar de la brisa del Mediterráneo, durante el paseo podrás ir observando las fachadas de edificios modernistas y el ajetreo diario de locales practicando deporte, vendedores ambulantes o gente mayor hablando bajo la sombra de alguna palmera.

10. Jardines de Terramar
Al final del Paseo Marítimo llegarás a los Jardines de Terramar, nuestra última recomendación de la lista de lugares que ver en Sitges imprescindibles.
Este parque, situado entre el mar y un campo de golf, es perfecto para hacer un picnic o simplemente dar un tranquilo paseo entre naturaleza que te conducirá hasta sus pequeños lagos artificiales que son uno de los pulmones verdes de la ciudad.

Fuente: Viajeros Callejeros



MIRABET


MIRABET

Un pueblo monumental

Llegar, dejar el coche en el parquin y acercarse al embarcadero para disfrutar de la vista panorámica de todo el conjunto histórico y el magnífico paisaje es, sin duda lo mejor que podemos hacer antes de aventurarnos por el pueblo antiguo de Miravet.

Destacan tres monumentos declarado Bien de Interés Cultural: el castillo (como edificio militar), la iglesia (edificio religioso) y el palacio (edificio civil). Pero también otros como el astillero fluvial, el molino, la abadía, la aljama, las casas colgadas, la atalaya, la muralla de las Ferreries y la Costa de Riago. Y todo su urbanismo sigue una calle principal que lo atraviesa y vertebra con callejuelas que se bifurcan por entre los restos arqueológicos de las casas desaparecidas a consecuencia de la Batalla del Ebro de 1938 (área devastada).

Miravet, como todos los pueblos del Ebro, han estado siempre a merced de las riadas. Encontrará las marcas de las riadas catastróficas de 1907 y 1787 en el palacio y en el portal del Motxo. También la roca roja que desmenuzó el temporal Gloria en el 2020, toda enmallada y amenazadora sobre el molino, donde se celebró la Cumbre del Estatut en el 2004.

El palacio del comendador y maestre de la orden del Hospital, ha sido restaurado como casal de huéspedes y centro de arte en honor al gran pintor modernista Joaquim Mir, quien descubrió Miravet en 1929.

La Iglesia Vieja, hoy sin culto, se utiliza como centro cultural. Detrás conserva la sede de la aljama morisca (al-Yami, mezquita mayor) y frente a Sanaqueta (Samah Katah, la escuela de la sabiduría de Dios para los judíos, madrasa por las musulmanes).

Un nombre con historia

El Cap de la Vila de Miravet tiene su origen en una pequeña alquería o rábita musulmana situada bajo la protección de la fortaleza de origen islámico que domina la colina.

El nombre le es definido por los murabittin: Murābit, quienes dominaron el territorio desde 1098 hasta la conquista del lugar por los templarios en 1153. Un Murābit era un lugar sagrado donde se construía un ribat o castillo consagrado a la defensa de la yihad y donde se entierran los mártires de Alá. Era de obligada visita por los fieles una visita al año y se convierte en un lugar de peregrinación, que se mantiene bajo el dominio templario. Posteriormente, el Ebro se convertirá en una ruta más del camino de Santiago hasta Logroño.

Los murabittin llegaron al Ebro para defender la frontera de las taifas de Tortosa y Lléida. Se les pedía su servicio de lucha cuando un rey cristiano atacaba a una tierra que pertenecía a los musulmanes. Tenían un modo de lucha a caballo desconocido entonces por los cristianos y costaba mucho combatir contra ellos. Además de su firme convicción de lucha santa donde la muerte se consideraba ganarse la vida eterna en el paraíso.

Los almorávides creían que al-Ándalus los musulmanes vivían demasiado bien, desvirtuando los principios islámicos (alcázares, kasbas, alfajerías y palacios, y el afán de festejar). Algo parecido a lo que los cistercienses y franciscanos pensaban de los reyes cristianos, la nobleza y el mismo clero, pregonando la austeridad y la pobreza.

Tanto unos como otros eran de la opinión de que el lujo te aleja de la verdadera misión de un fiel, adorar a su manantial, difundir su credo y respetar su Creación.


Una visita privada y personalizada al conjunto histórico del Cap de la Vila, incluido el castillo, la Iglesia Vieja y el Palacio del Comanador con una cata de vino al terminar en el centro de arte Joaquim Mir.

Vicens Ayan (guía oficial) 691 561 868

La historia de Miravet está vinculada al río Ebro desde siempre. El río ha marcado la vida y acontecimientos de este pequeño y tranquilo pueblo, que ha visto pasar fenicios, griegos, cartagineses, romanos, musulmanes, judíos y cristianos, templarios y hospitalarios, guerras, batallas y riadas.

Joaquim Mir

El gran pintor impresionista del modernismo catalán, Joaquim Mir, visitó Miravet en 1929 y le dedicó una de las campañas más productivas con 38 telas que vendió con éxito.

La imagen pictórica del conjunto del Cap de la Vila y su tipismo estraordinario le atrajo de tal modo que grabó una filmación inédita donde se puede apreciar cómo era la vida cotidiana en el pueblo y la navegación fluvial en la época.

La imagen pictórica del conjunto del Cap de la Vila y su tipismo estraordinario le atrajo de tal modo que grabó una filmación inédita donde se puede apreciar cómo era la vida cotidiana en el pueblo y la navegación fluvial en la época.

Historia del castillo

El castillo de Miravet se alza imponente sobre una colina que domina el valle sur de la Ribera d’Ebre. Este lugar estratégico fuese ocupado desde la prehistoria y ha dado al castillo un destacado protagonismo histórico.

Los orígenes del castillo actual se remontan al siglo XII, cuando, el conde Ramon Berenguer IV conquista, en 1153, el ribat a los almorávides, el último reducto musulmán en todo el Ebro, y hace donación a la orden del Temple.

Sobre los restos de la antigua fortaleza andalusí, los templarios construyeron en Miravet un castillo románico de nueva planta siguiendo las tendencias de los monasterios cirtercienses del sur de Francia. Es el primer castillo-convento de este estilo en toda la Península, e inspiró las obras militares más importantes de Tierra Santa.

Los templarios lo convirtieron en el centro del pedido de Miravet y sede de la Orden en Cataluña y Aragón. La abolición de la orden del Temple, a principios del siglo XIV, puso fin a esta etapa de esplendor y el castillo pasó a manos de la orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, hasta 1835. Posteriormente, el castillo fue remodelado, pero mantuvo la estructura que le ha convertido en uno de los ejemplos más notables del arquitectura militar templaria de Europa.


Se trata de uno de los primeros castillos articulados en torno a un patio central con la distribución propia de un monasterio cisterciense.

Utilizando tipologías constructivas occidentales y orientales, los maestros de obras y canteros consiguieron un nuevo modelo de castillo-convento, adaptado a la regla del Temple y la función religiosa y militar.

Su arquitectura es innovadora en el contexto de la época (1153), siendo más severa, grande y costosa que otras de su tiempo. El opus quadratum utiliza sillares isodómicos de piedra caliza dura de gran volumen, lo que supuso más tiempo y mano de obra, con acabados refinados como las juntas de cal decoradas con líneas negras y rojas.

Las bóvedas, de piedra arenisca, incorporan la ojiva, y las puertas y ventanas el arco de medio punto exterior y bóveda plana interior, alternando con las de punto redondo en el claustro, el templo y la cámara del Comanador.

Las marcas gliptográficas de los maestros canteros nos llevan a los monasterios cistercienses de Le Thoronet, Silvacane, Sylvanès y Sénanque, y evolucionan en Santes Creus, Vallbona y Poblet.

El castillo ocupa una superficie de 12.500 metros cuadrados sobre un acantilado que domina la mayor vía de comercio de la península norte. Sus dependencias podían acoger un séquito de 100 hombres, entre caballeros, sargentos, escuderos, criados y sirvientes.

 

ST. THOMAS


Las Islas Vírgenes de los Estados Unidos son el paraíso de Estados Unidos y ofrecen una mezcla tranquila de costumbres isleñas y practicidad estadounidense. St. Thomas, capital del grupo de islas, ofrece todos los deportes imaginables: snorkel, golf, senderismo y navegación. A sólo unos kilómetros de distancia se encuentra el Parque Nacional St. John y las Islas Vírgenes. Impresionantes paisajes montañosos, aguas cristalinas y playas de arena blanca con palmeras meciéndose con la brisa: las Islas Vírgenes de los Estados Unidos son verdaderamente un pedacito de paraíso. El puerto es fácilmente uno de los más pintorescos del Caribe. Estados Unidos compró las Islas Vírgenes a Dinamarca por 25 millones de dólares en oro. St. Thomas tiene fama de ser la meca de las compras libres de impuestos.

Bahía de Magen

Una de las mejores playas del mundo seleccionada por la revista "National Geographic".

Aventura al aire libre

Los amantes de la naturaleza y los buscadores de emociones disfrutarán de los diversos paisajes de St. Thomas, que ofrecen una variedad de aventuras al aire libre, desde tirolesa, kayak hasta una excursión submarina en scooter.

Mundo coralino

Este parque marino de 4,5 acres ofrece un observatorio submarino con vistas de 360 ​​grados de peces y otras criaturas marinas, y la oportunidad de acariciar tiburones y alimentar rayas con la mano.

Cima de la montaña

Esta meca totalmente reconstruida en la cima de una montaña cuenta con tiendas de souvenirs y excelentes vistas de St. Thomas y sus islas vecinas. Se considera la cuna del daiquiri de plátano.

Skyride a Paradise Point

El St. Thomas Skyride to Paradise Point, un moderno teleférico aéreo, ofrece las mejores visitas turísticas de las Islas Vírgenes. Viaja en Skyride para un viaje de ocho minutos hasta la cima, ubicada a 700 pies sobre el nivel del mar, donde por tu cuenta disfrutarás de boutiques, un bar que ofrece la famosa bebida Bushwhacker, una parrilla para almorzar y vistas espectaculares de los cruceros.

San Juan

La más pequeña de las Islas Vírgenes de EE. UU. está a solo 30 minutos en ferry. Dos tercios de la isla son un parque nacional. Las ruinas de la plantación de azúcar de Annaberg y Trunk Bay son dos de los lugares más destacados.

Snorkel y Buceo

El mundo submarino de la isla se revela maravillosamente tanto a los buceadores como a los buceadores, exhibiendo restos de barcos hundidos, impresionantes arrecifes de coral y un colorido espectro de vida marina.

Centro de Carlota Amalia

El centro de Charlotte Amalie ofrece una impresionante variedad de tiendas que atienden a los pasajeros de cruceros.

  

L'ESCALA

L’Escala

L’Escala, como Pueblo Marinero, tiene un atractivo particular tanto por mar como por tierra.

Os proponemos que no os perdáis el amanecer o la puesta de sol desde la Torre de Montgó, torre que se construyó en el siglo XVI para defender el pueblo de los ataques de la piratería y proteger a los pescadores. Actualmente es un lugar privilegiado para disfrutar a vista de pájaro, de la Bahia de Roses.

Desde la Torre Montgó y pasando por el paraje protegido de la zona de las Planasses, se puede disfrutar de una caminata bordeando la costa acantilada y que tiene acceso a diferentes calas. Es un lugar ideal para hacer snorkel .

Continuando el trayecto, llegaremos al Port de la Clota donde podremos disfrutar de la parte pesquera con la flota de barcas que salen a pescar el pescado azul y también del Club Náutico, que ofrece una amplia oferta de actividades náuticas para disfrutar del mar d’Empúries.


Pasaremos por delante de la Platja de Riells con su paseo dedicado a la historia del Principito de Saint Exupéry , un paseo ideal para descubrir la historia a los más pequeños de la casa, quienes encontrarán elementos del libro, como la rosa, los meteoritos, la zorro, el Principito y la zona de la plaça de l’Univers, donde las palmeras están perfectamente colocadas haciendo referencia a la constelación.

Después de este tramo de desconexión se puede continuar por el paseo marítimo de l’Escala que sirve de nexo de unión entre la zona de Riells y el núcleo antiguo del municipio, donde podremos disfrutar de la zona de la Platja, repleta de bares y restaurantes, ideal para pararnos y degustar las magníficas anchoas y de la gastronomía local.

Continuaremos el recorrido por la zona de la Mar de’n Manassa donde apreciaremos un mirador espectacular y llegaremos a la cala de la Creu donde las barracas de antiguos pescadores y las barquitas, crean una imagen de postal.

Imagen que nos servirá para continuar el trayecto hacia el Camí de Ronda que pasa por delante de las playas naturales d’Empúries y el único que pasa por delante de un yacimiento arqueológico, el de las Ruinas greco-romanas d’Empúries. Este tramo es un paseo por un parage natural único que nos conducirá al pueblo medieval de Sant Martí d’Empúries donde acabaremos el recorrido.

Para quines quieran, pueden descubrir de una manera completamente diferente este recorrido haciendolo por mar: una visión completamente diferente a la terrestre y que nos transportará a través del olor de sal y mar, al pasado marinero y pescador de l’Escala.


Casco antiguo

Con actividad durante todo el año, el casco antiguo merece ser, sin duda alguna, uno de los puntos de parada obligatoria. Provisto de una amplia gama de servicios, descubriréis muchos rincones que seguro que no vais a olvidar. Un paseo por la orilla del mar, el edificio del Alfolí de la Sal, la iglesia parroquial de Sant Pere, el viejo Cementerio Marino... son puntos destacados. El casco antiguo, especialmente el entorno de La Platja, es, además, el centro de interés donde se desarrollan gran cantidad de los acontecimientos más destacados a lo largo del año.

Alfolí de la Sal

Se construyó a finales del siglo XVII, en 1697. Fue el gran almacén de sal que reunía el monopolio que el rey de España Felipe II concedió a L’Escala y que supuso una gran época de prosperidad. También realizaba funciones de aduana y de sede de la asociación de pescadores. En los bajos del edificio se practicaba la salazón de la anchoa para su correcta conservación. Desde este edificio, la sal era distribuida hacia el resto de poblaciones de L’Empordà.


Declarado Bien Cultural de Interés Nacional, se encuentra a pocos metros de La Platja de les Barques. El edificio es un importante polo de irradiación cultural, con salas de exposiciones y conciertos y un museo para dar a conocer su historia local.

Situación; Calle Alfolí, 6 

Iglesia de Sant Pere

Es la iglesia actual, en sustitución de una iglesia anterior, del siglo XVII (1680), destruida por un rayo en 1700. Se construyó entre 1701 y 1739, aunque no se terminó hasta el 1761, cuando se concluyó la fachada. Consta de una gran nave con capillas laterales y ábside poligonal. El interior responde todavía a los esquemas góticos, con arcos apuntados y bóvedas de crucería, pero la fachada es barroca, con un gran rosetón y una portalada de líneas clásicas flanqueada por dos pares de columnas y coronada con una hornacina donde hay la imagen de san Pedro. Dedicada a San Pedro y Santa Máxima, está protegida como Bien Cultural de Interés Local.

Situación: Plaça de l'Ajuntament


Can Cinto Xuà

La construcción se remonta a los siglos XVIII y XIX. Está situada en la calle de La Torre y conserva la estructura de casa de pescadores típica de la población, junto con enseres de pesca y objetos de la vida cotidiana que utilizaban sus habitantes. Nos adentraremos en un tiempo pasado donde podremos contrastar cómo era la vida entonces y cómo es ahora.

Situación: Carrer de la Torre, 35


Can Maranges

La casa solariega del linaje de los Maranges es una gran casa de planta rectangular, tres plantas y tejado a cuatro aguas, abierta a tres calles con fachadas de piedra. Se edificó en el siglo XVIII y se reformó en 1831. Por su tipología, algunos de los sillares podrían proceder de Empúries. Vivieron en ella Josep de Maranges i Marimón (1735-1808), político ilustrado y capitán del ejército real; Francesc Maranges i Juli (1803-1878), destacado político liberal y comandante de la milicia contra los carlistas, y Josep M. Maranges de Diago (1837-1872), abogado, político y arqueólogo. Está protegida como Bien Cultural de Interés Local.

Situación; Carrer Maranges, 1

Casa Albert

Edificio de mediados del siglo XVIII donde nació y murió la escritora Caterina Albert, de seudónimo Víctor Català (1869-1966). Fue reformado a finales del siglo XIX. Consta de planta baja y dos pisos y está decorado con paneles de perfil sinuoso. Las aperturas están enmarcadas con piedra. Está protegido como Bien Cultural de Interés Local.

Situación: Carrer Enric Serra, 37


Casa de la Punxa

Está situada en uno de los lugares más emblemáticos de L’Escala, delante de La Platja, el antiguo puerto, donde todos los edificios estaban dedicados a actividades relacionadas con la pesca. Esta casa era una fábrica de hielo. El edificio, de estilo historicista, es del año 1919. La composición de la fachada se inspira en las grandes casonas del gótico catalán, a pesar de que algunas ventanas se pueden calificar de neorrománicas. El elemento más característico es, sin lugar a duda, la famosa “punxa”, una torre angular de planta circular con corona cónica ornamentada con detalles cerámicos. Forma parte del inventario del patrimonio arquitectónico de Cataluña.

Situación; Carrer del Port, 2


Pilones de amarre y norayes

En las rocas cercanas a La Platja, en el paseo de La Riba, se conservan dos construcciones de piedra que se utilizaban para amarrar los barcos de cabotaje que no podían acercarse a la playa. Se construyeron por encargo del alcalde Josep de Maranges i Marimón durante el siglo XVIII. Actualmente solo se conservan dos.

A la izquierda de la playa hay también seis norayes, conocidos como los Norais de les Roques d’en Guillem, unos pilones más pequeños que servían para subir o amarrar las barcas. Están incluidos en el inventario del patrimonio arquitectónico de Cataluña.


La Caravel.la

Situado dentro del casco antiguo, justo en el centro de La Platja, este edificio fue concebido como salín, Salazones y Conservas E. Juhé Bruguera. Está incluido en el inventario del patrimonio arquitectónico de Cataluña

Casa del Gavià

Casa de la Familia Folch i Torres inspirada en un barco, edificada sobre Les Roques d’en Guillem, de segunda mitad del siglo XX, actual sede de la Escuela de Dibujo y Pintura municipal.


Monumento a la gente del mar

Este monumento, situado en La Punta, se instaló en 1979, obra de Josep M. Simón. Los elementos que lo forman son una vela latina y un ancla, junto con el rostro del pescador.



Monumento a la mujer del pescador

Lo encontramos entre el Port d’en Perris y La Punta y representa una mujer con dos criaturas mirando al horizonte esperando el regreso de la barca de su compañero. Instalada en 1991, es obra de Xavier Vila Mitjà.

Jardín de El Clos del Pastor

Casa jardín que fue entregada a la escritora Caterina Albert (Víctor Català) en reconocimiento a su actividad literaria. Actualmente es la sede del Museo-Archivo Víctor Català. El nombre evoca su obra más conocida, Solitud (‘Soledad’). Está situada en el paseo de Lluís Albert y está protegida como Bien Cultural de Interés Local.

Situación, Passeig Lluís Albert, 11


Monumento a la cobla

Obra en bronce que representa una cobla sardanista, con once figuras de músicos y sus instrumentos, de tamaño natural. La obra está dedicada a Pere Ros i Salart. Está situada en el paseo de Lluís Albert.

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Cementerio Marino

Este conjunto neoclásico del 1835, declarado Bien Cultural de Interés Nacional, es único en su categoría en la Costa Brava. Es un espacio rectangular con nichos blancos coronados por tímpanos recubiertos de cal, lo que le da un color blanco deslumbrante. Desde el 1970 ya no está en funcionamiento, aunque sí es posible visitarlo. Está situado dentro del casco urbano a poca distancia del paseo marítimo.

Acoge los restos de dos personalidades catalanas: Caterina Albert, quien bajo el seudónimo de Víctor Català escribió grandes obras de la literatura catalana, y Josep Esquirol, fotógrafo que realizó las primeras fotografías del yacimiento arqueológico de Empúries.

Situación; Carrer Garbí, 15


Paseo marítimo

Paseo de un kilómetro y medio que comunica el casco antiguo de L’Escala con la zona de Riells. Gran parte del paseo tiene carril bici.

Roca del frare

Un peñasco emblemático que un temporal de levante hundió hace 27 años. El escollo, que el embate de las olas y el viento habían ido esculpiendo, se encontraba en primera línea de mar, y su forma evocaba la figura de un monje rezando; de ahí su nombre. Después de que un temporal de mar lo arrancara de su situación original, y de un intento fallido de restitución en 1985, la roca pasó mucho tiempo guardada en un almacén, y ahora se puede admirar en el paseo marítimo.


Torre del Pedró

Se trata de una torre de defensa contra la piratería declarada Bien Cultural de Interés Nacional, documentada desde el 1543. Fue rehabilitada en el siglo XVIII y desmochada después de hacer la carretera de L’Oberta a finales del siglo XIX. Situada en el extremo noroeste del casco antiguo de L’Escala, en la cumbre de El Puig del Pedró, esta torre nos ofrece unas buenas vistas del casco antiguo, la Cala de la Creu, las playas de Empúries y la bahía de Roses. Desde la parte más alta se pueden divisar La torre de Montgó y las torres de las masías fortificadas de Les Corts i Vilanera; de este modo, se formaba una red visual que con señales de fuego permitía advertir de la presencia de piratas en la costa.

Situación; Carrer Mirador del Pedró


Roca d'en Massanet

La Ronda del Pedró fue un camino para ganado, muy utilizado para ir a la fuente. En los años sesenta, el alcalde Joan Massanet amplió el vial y dejó la roca como recuerdo. Por su forma la llaman La Roca del Lleó o Roca d’en Massanet.

Fuente y lavadero de El Pedró

El agua llegó al pueblo en 1796. Debido a la dificultad de superar el cerro de El Pedró, se decidió instalar la fuente y el lavadero públicos en este punto, en la entrada del pueblo. El agua provenía de un manantial situado en La Fornaca y se canalizaba hacia L’Escala a través de El Camp dels Pilans, que toma el nombre de los pilares, algunos todavía visibles, que servían para ventilar el canal subterráneo. El lavadero grande se construyó en 1887. Está incluido en el inventario del patrimonio arquitectónico de Cataluña.

Situación; Avinguda Lluís Companys - Carrer  Empordà

Lampadòfor

Monumento a la llama olímpica, de la escultora Rosa Serra. Realizado en 1992 para conmemorar la llegada de la llama olímpica con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona y punto que marca el inicio del paseo peatonal de Empúries.