CALAHORRA

Continuamos con otra gran ciudad, la segunda en población de la comuni-dad, y una de las grandes sorpresas que nos tiene reservada La Rioja Baja. Diferentes culturas han dejado su impronta dentro del centro histórico de Calahorra durante dos milenios. Un extenso intrincado de callejuelas peatonales cuajadas de monumentos y lugares de interés, como la Catedral, el Palacio Episcopal, y numerosas iglesias y monasterios.

Además, Calahorra presume de contar con importantes restos del Imperio Romano y de tener la mejor huerta de toda España. Lo podrás comprobar en el interior de dos museos súper interesantes, el Museo de la Verdura y el Museo de la Romanización. Y ya si haces coincidir tu visita con las Jornadas Gastronómicas de la Verdura (última semana de abril), lo vas a bordar.


Catedral de Calahorra

La niña bonita, la que luce más alta y con más brillo de toda la ciudad. Son muchos y muy bellos los templos que pueblan las calles del casco viejo de Calahorra, pero la Catedral de Santa María…

En la fachada principal, con ese característico tono rojizo de las iglesias de esta zona riojana, llama la atención la mezcla de estilos arquitectónicos. Y, si por fuera te ha parecido bonita, por dentro no lo es menos. En concreto, me quedo con la Capilla de los Santos Mártires. Era muy temprano, estaba disfrutando del templo en soledad y esa capilla me impresionó. Es muy especial y la tienes que descubrir en persona. No hay excusas porque la entrada es libre y gratuita.

Palacio Episcopal

Unos pocos metros separan la Catedral de otro de los monumentos más importantes de la ciudad, el Palacio Episcopal. Una gran mole de estilo barroco hecha de piedra y ladrillo, y así de bonito.

La Judería

Estamos en mi parte favorita de la ciudad. Un intrincado de calles estrechas y laberínticas que albergaba, antes de su expulsión en el siglo XV, la comunidad judía más importante de La Rioja.

La Judería de Calahorra queda dibujada por un círculo irregular en torno al Rasillo de San Francisco.


La Iglesia de San Francisco.

Una de las zonas más altas de la ciudad e ideal para callejear sin mirar al mapa. El principal monumento que encontramos en su interior es la bonita Iglesia de San Francisco, hoy convertida en museo con exposición permanente de los pasos de Semana Santa.

Después de patear, nos podremos tomar un merecido descanso en el restaurante del Albergue de Peregrinos, a pocos metros de la iglesia de San Francisco. Tiene una espectacular terraza con vistas y una cocina de autor realmente sorprendente. 100% recomendado.

Pero no os quedéis sólo en la judería, seguid caminando y disfrutad al máximo de cada callejón y recoveco del casco viejo. Es realmente grande y dispone de miradores naturales y otros monumentos interesantes como la iglesia de Santiago, la iglesia de San Andrés o el Monasterio de San José, entre otros.

Huellas romanas


El Imperio Romano también dejó una profunda huella en la ciudad. Son muchos los restos de la antigua Calagurris que han llegado hasta nuestros días. Algunos visitables como el Yacimiento de la Clínica o el arco del Planillo, y otros como las cloacas, y quien sabe lo que todavía puede quedar bajo tierra sin explorar.

Arco romano del Planillo.

Para entender plenamente la influencia que tuvo la cultura romana sobre Calahorra y La Rioja en general es de obligada visita el Museo de la Romanización. Se encuentra dentro del casco histórico en un bonito palacio modernista. Dentro de una de sus salas podemos disfrutar de una hermosa pieza encontrada en el Yacimiento de la Clínica y ya convertida en símbolo de la ciudad: la Dama de Calahorra.



Huerta calagurritana

La huerta calagurritana se expande en el horizonte hasta donde te alcanza la vista. Una tierra fértil en la que se han extendido cultivos de regadío de hortaliza. Con razón se le llama la Ciudad de la Verdura y gran cantidad de actividades culturales y gastronómicas giran en torno a ella.

A finales del mes de abril Calahorra se tiñe de verde. Es una de las mejores épocas para visitar la ciudad gracias a las Jornadas Gastronómicas de la Verdura. Durante estos días, los mejores cocineros locales y de todo el país se dan cita en una fiesta gastronómica en la que la verdura es protagonista de platos exquisitos y pinchos de vanguardia.

La creatividad desborda los fogones y el mundo de la moda. Ya son seis las ediciones celebradas con éxito de la Pasarela ‘Cuidad de la Verdura’ con diseños confeccionados a base de hortalizas. Las creaciones son simplemente maravillosas y desde aquí quiero dar mi enhorabuena a los artistas, los alumnos del Grado de Moda de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja. Vestidos que, por cierto, puedes ver expuestos en el Museo de la Verdura durante todo el año junto a una exposición permanente muy interesante.

Pero la verdura sigue estando presente en Calahorra más allá de sus jornadas gastronómicas. Y si no me creéis, sólo tenéis que echar un vistazo al Mercado de Abastos o al mercado del jueves con puestos callejeros en la plaza del Raso y calles anexas.

Para los más andarines hay 5 rutas de senderismo en las cercanías de la ciudad señalizadas con el nombre de Senderos de la Verdura. Diferente dificultad, duración y paisajes para que elijas la que más te guste.

La Yasa de la Degollada

En Calahorra también tiene cabida el senderismo y el disfrute de espacios naturales. En este sentido, para mi hay un lugar que se lleva la palma y que no te puedes perder bajo ningún concepto, la Degollada. Este espacio natural , lejos de decepcionar, nos pareció mucho más bonito de lo que esperábamos

La manera más cómoda de explorar el paraje es a través del camino señalizado como Senda Natural de la Degollada. Es un paseo de apenas 3,5 kilómetros sin desnivel en el que nos adentraremos en bosques de pinos, balsas artificiales repletas de aves como garzas o azulones, y barrancos de suelos arcillosos y arenisca denominados yasas. Mucho premio para tan poquito esfuerzo. La ruta finaliza con inmejorables vistas sobre la yasa en una antigua presa romana.

Si te has quedado con más ganas de explorar la Yasa de la Degollada, te recomiendo que te adentres en el interior del barranco a través de un acceso que existe en el Camino la Estanca (el mismo que nos lleva al inicio de la senda). Siempre con mucho cuidado porque el terreno es frágil. Los paisajes desérticos y arcillosos del lugar son impresionantes y, en cierto modo, me recordó a las formaciones que se pueden ver en el desierto de las Bardenas Reales. Eso sí, nunca os adentréis aquí con el terreno embarrado o en época de lluvias porque estamos hablando de cauces naturales. Puede ser muy peligroso.

Se puede hacer una ruta de senderismo más larga por la zona a través de uno de los senderos de la Verdura, el que nos conduce hasta el Pico la Mesa, que podemos alargar hasta el Pico del Agudo. Hay opciones para todos los gustos.

Aves en Tierra Rapaz

Es un lugar donde acogen todo tipo de aves rapaces que, por diferentes circunstancias, ya no podrían sobrevivir en libertad. Aquí encuentran un hogar y verdadero amor y devoción por parte de cuidadores y trabajadores. En sus instalaciones también se realizan tareas de investigación en colaboración con la Universidad de Navarra. Os podría explicar mil cosas, pero lo mejor es que lo veáis con vuestros propios ojos y podáis opinar libremente. La sorpresa es mayúscula y las exhibiciones son simplemente espectaculares. Tierra Rapaz se encuentra a sólo cuatro kilómetros del centro de Calahorra. Está abierto al público sábados, domingos y festivos.

 

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