GUIMERÁ

La población de Guimerà está situada en el valle del río Corb, y pertenece a la comarca del Urgell.

Se trata de una población medieval con una construcción escalonada sobre una meseta, que le ha dado el nombre popular de el nueve de copas, ya que la vista desde el río de las casas de lavilla apelotonadas tiene esta semejanza.


La villa está formada por un núcleo de casas, algunas de ellas centenarias. Aún se puede apreciar parte de la muralla que antiguamente rodeaba la villa y restos del Castillo de Guimerà, construido en el siglo XI durant la reconquista, y del que se conserva la Torre de Vigía. Finalmente también se debe citar la iglesia de Santa María de Guimerà, un edificio del siglo XIV de plana en forma de cruz con un ábside pentagonal.

En las afueras de la villa, poco antes de llegar a Guimerà viniendo de Tàrrega, se pueden contemplar las ruinas del Monasterio de Santa María de Vallsanta, un monasterio cisterciense del siglo XIII.

Por lo que a la gastronomía se refiere, destaca su vino con denominación de origen Costers del Segre y el aceite de oliva con denominación de origen Les Garrigues. Vale la pena probar sus embutidos y su pan de payés con un buen pà amb tomàquet.

ALCOVER

El municipio de Alcover está situado en la comarca del Alt Camp, en la provincia de Tarragona. Su término municipal está situado entre las Montañas de Prades por el Norte y el el Camp de Tarragona por el Sur, al límite de las comarcas del Baix Camp y el Tarragonès, el río Glorieta, afluente del río Francolí atraviesa parte del término municipal. Este enclavamiento privilegiado hace de Alcover un municipio con un entorno natural muy apreciado.

Parece ser que el origen del nombre Alcover proviene de la palabra árabe al-kubeier que significa “el grande”, aunque también hay otras teorías que señalan una palabra prerromana como el origen del nombre. La primera referencia documentada de la villa es del 1059 donde aparece con el nombre de Santa Maria d'Alcover. El nacimiento de Alcover como municipio es del 1166 cuando el rey Alfonso II de Aragón y I de Cataluña le concedió la carta de población (Carta d'Acapte).

En la villa de Alcover encontramos vestigios romanos y musulmanes, aunque la muestra más significativa de la arquitectura es de origen medieval, i encontramos calles, torres, casas, así como fragmentos y puertas de sus murallas.

La iglesia Vieja o iglesia de la Purísima Sangre es del siglo XII y de estilo románico. Está construida en piedra roja y es conocida popularmente con el nombre de la mezquita. Fue destruida durante la Guerra Civil y en la actualidad se pueden contemplar buena parte de sus restos (ábside, rosetón, pilastras…) convertidas en un precioso jardín.

La iglesia de San Miguel, situada al lado del cementerio, es del siglo XII, aunque se reformó en el siglo XV y por ello encontramos claras muestras de gótico.

Fruto del desarrollo demográfico que tubo lugar en Alcover durante el siglo XVI podemos encontrar muchas construcciones de estilo renacentista, una muestra és la Casa de la Villa construida el año 1591 por Joan Muntaner. En su interior se conservan numerosas obras de valor. Otros edificios renacentistas son ca Cosme o la Abadía.

En las afueras de Alcover cabe destacar otros puntos de interés, como las ermitas barrocas del Remei y de les Virtuts o el convento de Santa Ana, fundado el año 1582. Como muestra de la arquitectura civil destaca el puente de los Moros, que atraviesa el río Glorieta y es de origen medieval.

Dispersos dentro del término municipal se pueden encontrar caseríos con una larga historia, como el mas de Mont-Ravà que ya existía el año 1163. También encontraremos numerosos molinos papeleros de los siglos XVIII y XIX, ya que durante este período la industria del papel fue una gran fuente económica para Alcover.

Muestras de todo esta pasado de Alcover lo encontramos representado en el Museo Municipal de Alcover (MMAL), donde podremos hacer un recorrido al lo largo de su historia.

El municipio de Alcover está relacionado con la Ruta del Cister ya que esta ruta, además de las comarcas del Urgell y la Conca de Barberà, abarca la comarca de l'Alt Camp. 



RIVIERA ALBANESA




La Riviera Albanesa (Riviera shqiptare en albanés) es quizá la franja de costa menos conocida del Mediterráneo Europeo, pero es sin embargo una de las zonas turísticas que cobra año a año más notoriedad. Albania está bañada por dos mares, el Adriático y el Jónico. Ambos tienen playas interesantes, pero la fama de la Riviera Albanesa, cuya costa está en aguas del Mar Jónico es un paraíso.

Dos ejemplos de esas playas son las de Dhérm o la de Himara, que se están posicionando como referentes, destino de viajeros de todo el mundo que descubren en Albania un país interesante con precios económicos.

Extendiéndose desde las playas al norte de Himara hasta Saranda, en apenas 60 kilómetros, la Riviera Albanesa se ha convertido en un lugar de vacaciones sobre el que prestigiosas revistas y webs se han hecho eco. Los 300 días de sol y la temperatura promedio en julio de 25 grados sirven de carta de presentación. La línea costera jónica es conocida por tener playas fascinantes con aguas profundas y muy limpias.

La región empezó a darse a conocer justo después de la reconstrucción de 2009 de la carretera de la costa SH8. Curiosamente, el rodaje de un episodio de la serie de televisión Top Gear, hizo que en Gran Bretaña, Estados Unidos o Alemania todo el mundo se preguntase donde está esa carretera panorámica.

Además de las playas, a lo largo de la costa encontramos pueblos tipicamente mediterráneos, antiguos castillos, iglesias, puertos de montaña, y enclaves de la «marcha» veraniega de Albania.

La Riviera albanesa, es llamada localmente llamada Bregu. Aunque los límites son como que hemos indicado el sur del al sur del parque nacional de Llogara al norte y la playa de Kakome en Lukovë al sur, es normal ver que se incluye el espacio desde Vlore al norte hasta el archipiélago de Ksamil en el sur, cerca de la frontera con Grecia.

Playas de la Riviera Albanesa

Si os preguntáis ¿cuales son las mejores playas de la Riviera Albanesa? podemos hacer una selección de algunas, destacando las de  Ksamil, Kakome, Himara, Borsh o Porto Palermo.

Desde el norte, nada más descender del Paso de Llogara (Llogara Pass), un vertiginoso puerto de montaña se llega a la Riviera albanesa.

Playa de Palasë

La primera playa es la de Dhraleos en Palasë, con una longitud de 1,5 km. Esta es una de las playas más exóticas y tranquilas de la zona costera albanesa. Es popular para practicar deportes acuáticos y, a veces, incluso es el destino de los paracaídas que se lanzan desde la «silla de montar de Llogara».

Drymades Beach

Drymades es una hermosa playa de arena blanca con rocas. Se llega siguiendo un camino asfaltado que hace zigzag entre olivos.

Dhërm – Dhërmi Beach

Unos kilómetros más al sur está el pueblo de Dhërmi. Es uno de los pueblos más populares de la Riviera albanesa. El centro del pueblo está en alto, y junto al mar está la Dhërmi Beach, que es donde se concentra el ambiente veraniego, sus bares y restaurantes. Es la más famosa entre los albaneses, así que perfecta para mezclarte con la gente local. Es una de las playas urbanas más grandes de Albania. Su arena es de gravilla o pequeños guijarros, con un paseo marítimo recorriendo la playa. Acude mucha gente joven a Dhërmi, buscando diversión, y la posibilidad de bucear o practicar deportes acuáticos. Para muchos tiene la mejor vida nocturna en la riviera exceptuando Saranda.

Gjipe Beach

La siguiente playa está a la altura del pueblo de Ilias, saliendo de la carretera SH8. El paraje de la playa de Gjipe es de elogio. Situada al final del cañón del mismo nombre, la pequeña cala está rodeada de altísimos acantilados y bañada por aguas turquesas. Es una de las playas más pintorescas de Albania, oculta desde la carretera y que hasta hace unos años apenas era conocida. Para llegar es mejor ir cómodo porque las chanclas pueden resbalar. Desde el estacionamiento hay un camino de tierra, pasando entre bunkers que servían para divisar la costa. Hay un camping detrás de la playa.

Plazhi Me Shpella

Esta pequeña cala solo es accesible por mar con barco. Allí hay una cueva que tiene el apodo de la Cueva de los Piratas.

 

Jala Beach

Pasado el pueblo de Vuno hay el desvío hacia Jale. A la playa de Jala, se le llama a veces la playa de la fiesta. Se encuentra entre Dhermi y Himara (a unos 15 minutos en coche de ambos). Jala es la mejor playa para fiestas en la Riviera albanesa, si las fiestas en la playa son lo que buscamos. La playa tiene zonas gratis y otras con tumbonas y sombrillas propiedad de los clubs. Hay un gran estacionamiento detrás de la playa.

Livadh – Livadhi Beach

La siguiente playa es Livadhi, antes de Himara. A las afueras de la población, un precioso arenal con vistas a las montañas y al castillo de Himara, sirve para relajarse con buen tiempo. Hay chiringuitos de playa, bares, terrazas y restaurantes.

Himara (Himarë)

Himara es uno de los clásicos pueblos que recibe turismo familiar en Albania, siendo una de las principales localidades de la Riviera Albanesa. Además de la playa urbana, cuenta con tres arenales que envuelven la bahía. Spile, playa de guijarros en el paseo marítimo, la playa urbana de Himara, Maraçit y Potami, que es la más larga y cuenta con aparcamiento. Otra cala, solo accesible por mar es Filikur.

Llaman – Llamani Beach

Llaman es un pequeño pueblo al sur de Himarë. Tradicionalmente de vocación pesquera, han proliferado algunos resorts en su entorno. La playa de Llaman es muy popular en el turismo local, con su cala de guijarros.

Playa de Porto Palermo

Dejando atrás el monasterio de San Esteban se llega a la bahía de Porto Palermo. El abrigo de la península permite a varias calas tener aguas tranquilas y azuladas. Junto al istmo de lo que en su día fue una isla donde vemos el castillo de Ali Pasha, hay dos calas de arena.

Qeparo Beach

Más tranquila que su «hermana» Borshi con la que prácticamente se junta, la playa de Qeparo es una buena opción si queremos huir de la masa de gente.Borsh (Borshi)

La playa de Borsh  es la más larga y ancha de la Riviera albanesa, con 7km de longitud. Compuesta de pequeños guijarros es sin embargo cómoda. Hay algunos bares y restaurantes cerca, así como un aparcamiento grande. Quizá por su tamaño parece más tranquila y no son habituales las aglomeraciones de otras playas.

Bunec – Buneci Beach

Al sur de Borsh está Bunec, que es una de las playas más tranquilas y recomendables para los «solitarios».

Playa de Kakome (Plazhi i Kakomese)

Algo escondida, la cala de Kakome forma una media luna de arena entre vegetación mediterránea. Con fondos transparentes de poca profundidad, es una sugerente playa cercana a Sarande. Se accede por la carretera que comparte las indicaciones del Monasterio de Santa María de Kakome, un conjunto bizantino del siglo XVI.

Krorëzës (Plazhi i Krorëzës)

Sólo es posible llegar a esta playa en barco, o a nado desde la vecina Kakome. Pero si tenemos la oportunidad veremos que este aislamiento la hace muy apetecible.

Parque Nacional de Llogara

El parque nacional de Llogara o Llogoraja (Parku i Llogorase en albanés) fue establecido y declarado parque nacional en el año 1966 por el gobierno albanés. Dista unos 40 kilómetros de la ciudad de Vlorë, en lo que sería la frontera entre el mar Adriático y el Jónico. El parque se extiende por una superficie de 1010 hectáreas. Protege específicamente los bosques de la ladera norte del paso de Llogara desde una altura de 470 a 2018 , desde lo alto del paso puede verse claramente el mar Jónico. En el parque puede verse mucho pino negro, pino bosnio, abeto búlgaro y fresnos.

Los vientos de la zona han hecho que los árboles se doblen en formas muy interesantes. Una de ellas es "La bandera de pino" Pisha e Flamurit que tiene la forma del águila que aparece en la bandera albanesa. Es un extraño monumento de la naturaleza que visitan los turistas, y que tiene valor científico.

Actividades recreativas

En el parte nacional, a lo largo de la carretera, hay varios restaurante y hoteles que sirven como alojamiento. Existe la posibilidad de practicar senderismo en el parque y las montañas que lo rodean. Es una zona de encuentro de vientos marinos y de montaña, por lo que es adecuado para los deportes aéreos.

 

BERAT


Berat es uno de los lugares más bellos para visitar en Albania, Patrimonio de la Humanidad desde que en 2008 Unesco la incluyese en su listado. Los barrios antiguos del casco antiguo: Mangalemi, Gorica y Kala (castillo), son ejemplos perfectamente conservados de urbanismo y arquitectura otomana y bizantina.

Historia

Situada en el centro sur de Albania, el río Osum atraviesa la ciudad, asentada en el Valle Topallti. Berat ha sido habitada de forma continuada desde finales del siglo VI a. C. siendo uno de los pocos lugares de Europa que consiguió mantener el equilibrio de tolerancia entre diferentes comunidades religiosas y étnicas: cristianas, islámicas sunitas y bektashi. Quizá ese gran logro es el que permite presumir a Albania de un patrimonio y riqueza cultural plasmado aquí en la mezcla arquitectónica de sus edificios.

Los primeros testimonios arqueológicos evidencias la presencia de tribus de los chaonios, concretamente los Dassaretae. Los ilirios refundaron la ciudad de Antipatrea – una de las más antiguas de Albania -, aprovechando la estratégica posición de la montaña sobre el río. En el siglo dos a.C. la política expansionista de Roma, de la mano del legado Lucio Apustio, integró la ciudad bajo su control, no sin sofocar la resistencia con una política de sometimiento violenta, a ojos del cronista Tito Livio.

Renombrada como Albanorum Oppidum (Fortaleza albanesa) siguió en mano de los romanos hasta la división del Imperio, cuando los bizantinos la controlaron ya con el nombre de Pulcheriopolis, o «ciudad de Pulheria», hermana del emperador Teodosio. En este periodo se impulso su desarrollo económico y cultural, hasta que con las invasiones eslavas tomó el nombre de Belgrad, a la sazón Ciudad Blanca. Durante un par de siglos paso a manos de bizantinos, de nuevo a las del imperio búlgaro, e incluso tuvo presencia de la Casa de Anjou de Sicilia.

Edad Media en Berat

Uno de los manuscritos altomedievales más importantes de Europa son Los códices de Berat. El «Códice púrpura de Berat» (llamado Beratinus), contiene extractos de los Evangelios y es una de las variantes más antiguas utilizadas para el texto del Nuevo Testamento. Fue escrito en el siglo VI y fue uno de los cinco códices existentes en todo el mundo. El Codex Aureus representa el segundo códice más importante de Berat, es un manuscrito del siglo noveno. Los códices de Berat están inscritos en el Registro de la Lista del Patrimonio Mundial de Unesco.

Pese a la inestabilidad de esta zona fronteriza ambicionada por muchos, el periodo de mayor apogeo de Berat fue en la Edad Media, constituida como uno de las ciudades más prosperas de los Balcanes, capital del principado que estaba bajo el mando de la noble familia albanesa de Muzaka. En el interior del recinto amurallado del Castillo había hasta treinta iglesias, de las que hoy apenas se conservan una decena. En 1417 Berat pasó a estar bajo la ocupación otomana, pero continuó siendo una de las ciudades más grandes de Albania. En Berat la corriente Bektashi -una cofradía sufí que proviene originalmente de Turquía- tuvo gran importancia durante la ocupación otomana, siendo responsables de importantes monumentos religiosos y una mezquita del siglo XV. En el primer tercio del siglo XVI llegaron familias de comunidades judías expulsadas de los reinos católicos de Castilla y Aragón.

A finales del siglo XVI Berat sufrió un declive causado por los continuos cambios de control, pero en el siglo XVII se convirtió en un importante centro de artesanía especializado en tallado en madera. A partir de 1670, la ciudad se convirtió en una ciudad de mayoría musulmana llegando a ser en el XVIII, una de los núcleos albaneses más importantes durante el período otomano.

Época moderna y contemporánea

A finales del siglo XIX y principios del XX, los cristianos ortodoxos en Berat eran una importante comunidad que desempeñó un papel importante en el renacimiento nacional albanés. Los comerciantes cristianos en Berat apoyaron el movimiento albanés, y Berat se convirtió en una importante base de apoyo para la Liga de Prizren (hoy en Kosovo), la alianza nacionalista albanesa de finales del siglo XIX. El terremoto del 15 de octubre 1851 causó importantes daños en los edificios, pero la reconstrucción aportó homogeneidad al estilo otomano del barrio de Mangalem.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la ocupación italiana y alemana se cebó especialmente con los judíos, ocultos en los hogares y sótanos de familias de las comunidades musulmana y cristiana. Los partisanos albaneses contribuyeron a la derrota del Eje, y Berat, como el resto de Albania -ya nación independiente- entró en el largo periodo comunista.

Sorprendentemente, Berat sobrevivió a la Revolución Cultural de 1967, momento en el que Albania se proclamó la primera nación atea del mundo, prohibiendo las religiones, pero al menos conservando el vasto patrimonio religioso de la ciudad. A ello contribuyó sin duda que en 1948 el estado declarase el conjunto de Berat como ciudad museo.

Es también famosa por la característica música albanesa Tosk Polyphonic, un tipo de isopolifonía en la que tres o cuatro voces están acompañadas por un coro. Se escucha durante las celebraciones, pero a veces también suena en bares y restaurantes de Berat.

Qué ver

De la fisonomía de Berat destacan las casas otomanas, cuya fotografía es el mejor embajador. Si embargo no son el único aliciente para visitarla, ya que las reminiscencias de los periodos bizantinos fusionados con lo otomano están por toda la ciudad. Los barrios de Mangalem y Gorica son ideales para dejarse perder, alternando con la visita al castillo en lo alto del peñasco, y visitando por supuesto el Museo Iconográfico Nacional Onufri. Iglesias y mezquitas se alternan a cada paso, escondiendo frescos e iconos bizantinos de gran factura en su interior.

Iglesias bizantinas

El conjunto de las iglesias bizantinas en el castillo de Berat es extraordinario. A los pies del castillo, se encuentra la Iglesia bizantina de Shën Mëhilli (San Miguel), mientras que en el interior del barrio del castillo encontramos la Iglesia del siglo XIII de Shën Maria e Vllahernës (Santa María Blachernae), la Iglesia de Shën Triadha (La Santísima Trinidad), la catedral monumental bizantina de Shën Maria (Santa María) y muchas otros templos. También puede visitar el Monasterio de Shën Spiridhoni (San Spyridon) en Gorica.

Mezquitas

En 1417, los otomanos ocuparon Berat y esta conquista dejó su huella con la construcción de monumentos islámicos como la Xhamia e Kuqe (Mezquita Roja) dentro del castillo, la Xhamia e Plumbit (1555), la Xhamia e Beqarëve ( Mezquita de Celibataires) (1872) en el barrio de Mangalem. También la Xhamia Mbret (Mezquita del Rey delsiglo XVI), y Halveti Tekke en el centro medieval

Barrios de Mangalem y Gorica

El río Osum separa las orillas donde se encuentran los históricos barrios de Mangalem y Gorica. Desde el segundo se toman las fotos de Mangalem, cuyas casas abigarradas se orientan hacia el sur, al calor de la ladera de la montaña.

Mangalem

Lo que hace que Berat sea tan especial son sus casas tradicionales de fines del siglo XVIII y XIX. Como una cascada blanca descienden por la ladera de la colina sobre la que se encuentra el castillo de Berat del siglo XIII. Estas casas, que datan del XVIII y XIX, eran propiedades de mercaderes, desde cuyas ventanas podían controlar en todo momento la llegada de mercancías por el río. Generalmente constan de dos pisos con la planta baja de piedra, un piso superior pintado de blanco, y techos cubiertos con tejas de cerámica roja. Tienen grandes ventanas de madera que, debido a la inclinación de la colina y la construcción cercana de las casas, parecen estar apiladas una sobre la otra.

Mezquita del Rey

En el barrio Mangalem, la Mezquita del Rey, es el templo islámico más antiguo en Berat. Fue construido en el siglo XV por el sultán Bayazid II. La Mezquita de solteros, data del edificio en 1827.

Halveti Tekke

Cerca de la «mezquita del Rey» hallamos el Halveti Tekke (en albanés: Teqeja e Helvetive), un particular monumento construido en 1782 por el Ahmet Kurt Pasha, perteneciente a la orden sufí Khalwati. Se cree que el Halveti Tekke  tiene su origen en el siglo XV, remodelado como decíamos a finales del XVIII. Está compuesto de la sala de oración con planta cuadrada, un pequeño ambiente para servicios religiosos y un elegante pórtico frente a la entrada a la sala de oración. En el lado este de la sala de oración está el mihrab. Las paredes interiores han sido decoradas con ocho frescos, que representan paisajes, viviendas, y edificios religiosos musulmanes. Las paredes debajo de los frescos están cubiertas por agujeros que mejoran la acústica en la sala de oración. El techo de la sala de oración es de madera, ornamentado con pinturas. Se percibe la influencia barroca, adaptada al arte islámico. El pórtico del tekke tiene cinco columnas de piedra que fueron tomadas de la antigua ciudad griega de Apolonia. La función de los Tekke era servir como lugar de reunión de los miembros de la hermandad sufí.

Cerca de la plaza Sheshi Teodor Muzaka, la catedral ortodoxa de San Dimiti y la mezquita compiten -o quizá flirtean- entre sí por ser las más bellas de Berat.

El puente Gorica, que conecta Mangalem y Gorica, se construyó originalmente de madera en 1780 y se reconstruyó con piedra en la década de 1920. El puente de siete arcos tiene 129 metros y según la leyenda local, el puente original contenía una mazmorra en la que una niña fue encarcelada hasta morir de de hambre para apaciguar a los espíritus responsables de la seguridad del puente.

Gorica

Es el único barrio de Berat que se encuentra en la margen derecha del río Osumi. Envuelto por casas  se encuentra la iglesia ortodoxa San Teodori, construida a mediados del siglo XIX y decorada con frescos. Debajo de la colina de Gorica se encuentran las ruinas de otro pequeño castillo. El viajero derviche Evliya Çelebi menciona en su relato que a finales del siglo XVII estaba habitado por griegos y albaneses.

El puente de Velabishti

Siguiendo la orilla del barrio de Gorica se llega al Puente de Velabishti, construido por el fundador del Patriarcado de Berat, Ismail Velabishti en 1750. Desde aquí tenemos otra perspectiva de la roca del castillo.

Castillo de Berat – Barrio de Kala

Elevándose más allá de las laberínticas calles de Gorica, la colina donde se asienta el castillo, ofrece excelentes vistas de Berat como recompensa para aquellos que se animan con empinada subida. Un buen consejo para encontrar el camino de ascenso es encontrar el pequeño callejón al lado del Hotel Muzaka.

El castillo se ha mantenido fiel a su trazado original ilirio, que data del siglo IV a. C.  Las excavaciones del subsuelo han permitido identificar las aportaciones de sus moradores a lo largo de la historia: ilirios, romanos, bizantinos y otomanos. Kala, el interior del castillo de Berat fue un barrio intramuros, que compone junto a Mangalem y Gorica, la triada de barrios históricos de la ciudad. Las inmensas proporciones del castillo se entienden cuando se piensa en la veintena de iglesias que hubo en su interior. La población de la fortaleza era cristiana, y tenía unas 20 iglesias (la mayoría construidas durante el siglo XIII) y solo una mezquita, para uso de la guarnición musulmana, (de la que solo sobreviven unas pocas ruinas y la base del minarete). La entrada principal, en el lado norte, está defendida por un patio fortificado y hay tres entradas más pequeñas. La fortaleza de Berat, aunque considerablemente deteriorada, sigue siendo una visita imprescindible de Berat.

La defensa natural de la colina, a casi doscientos metros de altura, y con un acantilado a pico en el sur, fuertes pendientes en el este y oeste y un acceso serpenteante por el norte, explican la gran resistencia que aportaba el castillo. En una de las entradas aún se observa la fecha de obras de fortificación acometidas por el déspota de Epiro, Michael Komnenos. Doukas, primo del emperador bizantino, en el año 1204, completadas definitivamente en el periodo 1813-1821 por el otomano Ali Pasha.

Hoy sigue siendo el tercer barrio histórico de Berat, donde viven familias y hay puestos para comprar souvenirs y restaurantes. El castillo permanece abierto las 24 horas del día, por lo que es un gran lugar para ver el amanecer o el atardecer. Entre las 9 a.m. y las 18 p.m. los visitantes deben pagar una entrada con precio muy moderado, pero fuera de estos horarios es gratis.

Museo etnográfico nacional

Berat es la sede del museo etnográfico nacional de Albania, abierto en 1979. La dilatada historia de la ciudad, su gran patrimonio artístico y cultural y su simbiosis de culturas, hacen merecedor el emplazamiento de este museo dedicado a las gentes y tradiciones albanesas. Se encuentra en una antigua casa de mercaderes, y permite contextualizar a través de diversidad de objetos cotidianos ,el resto de monumentos que se descubren en la visita a Berat.

Museo Iconográfico Nacional Onufri

El Museo de Onufri se centra en el trabajo iconográfico que llevó a cabo el pintor en el siglo XVI. Gran parte de las iglesias de Berat fueron decoradas por su escuela. Onufri fue pintor más importante  del siglo XVI en Albania. No solo fue un maestro de las técnicas de frescos e íconos, sino que fue el primero en introducir un nuevo color en la pintura, el rojo brillante, que los franceses llamaron «Rojo de Onufri». Además, Onufri introdujo un cierto realismo y un cierto grado de individualidad en la expresión facial.

El estilo de pintura de Onufri fue heredado por su hijo, Nikolla (Nicholas), aunque no tan exitoso como su padre. En el museo de Onufri, en el interior de la catedral de Shën Mëria, se pueden encontrar obras de Onufri, su hijo, Nikolla y otros pintores. También hay una gran cantidad de iconos y algunos buenos ejemplos de trabajos de platería religiosa (vasijas sagradas, cubiertas de icono y portadas de libros del Evangelio.

Universidad Berat

Desde el ayuntamiento los pasos llevan de nuevo al río, donde está la Universidad de Berat, en el interior de un bello edificio con reminiscencias neoclásicas. A lo largo del Bulevardi Republika donde se ubica la universidad, los cafés se llenan de gente, tomando un un vaso de verë o un helado, y demostrando por qué tiene el título de la calle más animada de Berat.

  

VLORË

Vlorë se ha convertido en un destino turístico gracias a sus playas que forman parte de la conocida como Riviera Albanesa. Se encuentra en el sur de Albania, cerca de la Laguna de Nartes y la península de Karaburun que la encierra, frente a la costa la isla de Sazan.

 Su puerto es el segundo más importante del país después de Durrës y después de un pasado vinculado a la industria, Vlorë busca adaptarse a los nuevos tiempos, abriéndose al turismo. El clima mediterráneo con veranos calurosos y secos y temperaturas que en verano se acercan a los cuarenta grados hace que las playas de la Riviera Albanesa despunten como zona de vacaciones. Además, su universidad es una de las más prestigiosas de Albania, con más de 15.000 estudiantes que tejen un polo de investigación en diferentes sectores, atrayendo encuentros de conferencias internacionales y turismo de incentivos.

Historia

Presente ya al menos desde el siglo VI a.C con el nombre de la colonia griega de Aulon, aparece mencionada por primera vez por el geógrafo Ptolomeo, y en en la Tabula Peutingeriana y en el Synecdemus de Herocles. Debido a su posición estratégica en el Mar Adriático, Vlorë ocupó un lugar importante en la antigüedad clásica como base para el comercio de muchos pueblos, que aprovecharon la bahía natural para el abrigo de los barcos. Algunos historiadores defienden la tesis de que el topónimo Vlorë proviene del roble de Valonia (Quercus macrolepis), cuyas bellotas eran utilizadas por los curtidores.

Con los romanos Vlore se convirtió en un importante puerto, y pese a que era Dürres, la continuación de la calzada hacia Bizancio, fue destacado el comercio de la producción local del vino, de los olivos y de la sal. En la Edad Media el centro político se desplazó al castillo de Kanina, a seis kilómetros al sur de Vlora. Los bandazos continuos que daba el control territorial de la región de Iliria hicieron necesario contar con un emplazamiento defensivo seguro. Así, bizantinos, venecianos y más tarde otomanos fueron disputándose Vlora. Tras el colapso del Imperio romano, y la división entre Occidente y Oriente Vlora fue sede del obispado en los siglos V y VI . En 733, Vlorë, y toda la Iliria oriental fue anexionada al Patriarcado de Constantinopla, y con las invasiones de búlgaros …

Fue relevante su papel en el conflicto entre los bizantinos y los monarcas normandos de Sicilia, y a comienzos del siglo XIII los venecianos pasaron a controlar Vlora, denominándola «Valona».

En la segunda mitad, con la formación del principado de Arbëria , Skanderbeg, alzado contra los otomanos sumó los territorios de Vlora a su Liga. En el XIV fue parte del principado serbio de los Balshaj, pero el regreso de los otomanos hizo que volviera a su control desde 1417 hasta 1912, siendo un importante puerto comercial (impulsado por la comunidad judía que llegó después de ser expulsada de España o Italia) y militar. De hecho, Mehmed II Fatih (conocido como el-Fāti, «el Conquistador», sultán de la casa de Osman, acometió desde Vlora el ataque contra la costa de Otranto en el «tacón» de Italia. Al igual que otras ciudades albanesas, en 1851 sufrió un terremoto que causó daños importantes.

La ciudad vivió uno de sus momentos históricos más importancias el 28 de noviembre de 1912, cuando fue sede de la Primera Asamblea Nacional de Albania, declarando el político Ismail Qemali, la independencia del país del dominio otomano. Capital de Albania hasta el 1914; Vlore fue ocupada por Italia hasta el 1920. De nuevo en 1939 Italia la invadió hasta que en 1944, los aliados y los partisanos albaneses expulsaron a los alemanes.

Tras la segunda guerra mundial Enver Hoxha dirigió Albania con mano férrea y Vlora fue base de submarinos soviética hasta 1960 (la única de los rusos en el Mediterráneo), cuando se rompieron los acuerdos con la URSS.

Pese a estar geográficamente más cerca de los puertos de Bari y Brindisi, han sido Sarande al sur y Dürres al norte las que han ganado las conexiones de ferries turísticos. Para compensarlo, el puerto de Vlora tiene una relevancia en el ámbito comercial e industrial, ya que todavía son importantes los sectores del petróleo, gas natural, betún, aceite, frutas y sal. La Base Naval de Pashaliman aún es el puerto militar más importante de Albania.

Qué ver en Vlorë

El crecimiento turístico de la costa albanesa ha desarrollado un tejido de hoteles lujosos, restaurantes y otros servicios que complementan a las preciosas playas de la Riviera Albanesa. Además de las playas, Vlorë tiene como puntos de interés castillos, mezquitas, iglesias, museos y monumentos.

Vlorë, es también conocida por su producción de aceitunas. El tipo de aceitunas «Vlonjak» es una de las más antiguas de Europa y la región es conocida por su gran producción de aceite, productos que podrá degustar en los restaurantes de la ciudad.

Gran parte de los puntos de interés están cerca de la Plaza de la Bandera, como el monumento a la independencia. restos de las murallas de la antigua ciudad de Aulon (justo al lado de la oficina de turismo), y muy cerca el museo histórico o la mezquita Muradije.

Mezquita Muradije

La visita a la mezquita Muradije es muy recomendable ya que es la única obra que queda en Albania del famoso arquitecto Sinan el Grande, construida en 1542, en tiempos de Solimán el Magnífico. Afortunadamente sobrevivió al derribo de otras mezquitas, e incluso resistió el terremoto de 1851.

Santuario de Kuzum Baba

En la cima de la colina que domina la ciudad se encuentra el el santuario (Tekke) religioso de Kuzum Baba. Toma su nombre de Sejjid Ali Sulltan, conocido como el Padre Kuzum (Quzum Baba), un líder espiritual de la corriente Bektashi, quien, según la tradición local, está enterrado aquí.

Siendo el punto más alto de la ciudad, Kuzum Baba ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar del aire fresco y admirar los hermosos paisajes de la ciudad. Hay un templo Bektashi en la cima de la colina (Tempulli i Bektashinjve), construido alrededor de 1600. La secta fue influyente en el siglo XVII, pero su poder mermó en 1826, debido a las persecuciones locales. Hoy, sin embargo, el Tekke de Kuzum Dad (Teqeja e Kuzum Babait) es uno de los centros Bekatashi más importantes de toda Albania.

Museos de Vlorë

En Vlorë hay tres museos: el Museo de la Independencia, el Museo Histórico y el Museo Etnográfico de Vlorë (donde se pueden contemplar objetos de artesanía y costumbres tradicionales).

Otro lugar poco conocido y que sirve de homenaje a los que lucharon contra los nazis es el Cementerio de partisanos albaneses.

Playas de Vlorë

Dentro de la ciudad hay algunas playas como Plazhi i Vjeter y siguiendo la carretera costera SH8 hacia el sur se llega primero a la playa Plazhi i Ri y luego a Bora Bora. Las mejores eso sí, están pasado el Parque Nacional de Logara y son Palasë, Dhermi, Vuno, Himara, Qeparo y Borsh.

Castillo de Kaninë

A las afueras de Vlore están las ruinas del castillo de Kaninë, del que quedan pocas huellas, pero que permite obtener unas bellas vistas desde lo alto.

Nadie se ha molestado en contarlas, y es que Berat, la llamada «ciudad de las mil ventanas», o también apodada «ciudad blanca», aturde haciendo imposible que se cuenten las casas que se asientan sobre la ladera del monte.